Un regalo de Sergio Astorga

viernes, 27 de agosto de 2010

Música para escuchar de noche cuando las palabras no alcanzan




R.Schumann (1810-1856). Sonata para violín n2 en Re menor op. 121 III Leise, einfach. Renaud Capuçon, violín; Martha Argerich, piano. Martha Argerich and Friends. Música de Cámara. Festival de Lugano, 2008. Emi, 2009



A. Arensky (1861-1906). Quinteto con piano, en Re op. 51. II Andante con variazioni. Lilya Zilberstein, piano; Dora Schwarzberg, violín; Lucia Hall, violín; Nora Romanoff-Schwarzber, viola; Mark Drobinksy, cello. Martha Argerich and Friends. Música de Cámara. Festival de Lugano, 2008. Emi, 2009



D.Shostakovich (1906-1975). Trío con piano n1 op. 8. Lily Maisky, piano; Alissa Marguilis, violín; Mischa Maisky, cello. Martha Argerich and Friends. Música de Cámara. Festival de Lugano, 2008. Emi, 2009



S.Rachmaninov (1873-1943). Suite n1 en Sol menor, op. 5 III Les larmes. Lilia Zilberstein, piano; Martha Argerich, piano. Martha Argerich and Friends. Música de Cámara. Festival de Lugano, 2008. Emi, 2009



A.Dvorak (1841-1904). Danzas eslavas.  Op. 72, n2. Karln Lechner, piano. Martha Argerich and Friends. Música de Cámara. Festival de Lugano, 2008. Emi, 2009


A.Piazzola (1921-1992). Tre Tanghi (transcrito por Eduardo Hubert) II Oblivion. Eduardo Hubert, piano, Martha Argerich, piano. Martha Argerich and Friends. Música de Cámara. Festival de Lugano, 2008. Emi, 2009



M.Ravel (1875-1937). Introduction and allegro (versión para dos pianos realizada por el compositor. Giorgia Tomassi, piano, Alessandro Stella, piano. Martha Argerich and Friends. Música de Cámara. Festival de Lugano, 2008. Emi, 2009



M.Pletnev (1957). Fantasia elvetica. II Tranquillo. Orchestra della Svizzera Italiana. Dir. Mikhail Pletnev. Martha Argerich, piano; Alexander Mogilevsky, piano. Martha Argerich and Friends. Música de Cámara. Festival de Lugano, 2008. Emi, 2009

martes, 24 de agosto de 2010

Miscelánea diurna ordenada de noche

Con riñas y locuras
juega a los dados Eros
(Anacreonte)


Albrecht Dürer (1471-1528). San Jerónimo en su celda. Aguafuerte,1514
Biblioteca Nacional de España
(gracias a Biblioteca Digital Hispánica)

La condesa continúa tomando las aguas mientras escribe sus crónicas bretonas, imaginando que es la mismísima Ana de Bretaña paseando por su castillo de Nantes mientras enarbola la bandera blanca y negra de su país. Fasolt y Fafner (o Fermí y Ferran, como prefieran) hace tiempo que se han retirado a dormir y, por fin, en la bitácora reina la tranquilidad perdida hace muchísimo tiempo. Se está bien. Como siempre, me siento al ordenador a horas intempestivas pero muy a gusto. A mi lado, entre el portátil y la impresora una copa de Burmester de un precioso color miel tirando a cognac. Fuera, la temperatura da un respiro después de tres días y a través de los auriculares suena en el lector de discos una música por la que siento debilidad. Se respira serenidad a lo largo de toda la casa.

Ha sido un día curioso, plagado de sensaciones muy diversas. Mañana atareada con asuntos sin importancia pero que había que solucionar y un paseo por calles que no suelo pisar prácticamente nunca. Calles oscuras y no muy limpias, detrás de ese enorme decorado teatral que es la Gran Vía. Calles malolientes incluso, pero que forman parte del Madrid más real y puede que menos agradable. Un Madrid distinto a los museos y las grandes avenidas. Un Ribera que saluda desde la Puerta del Hospicio a pesar de que los años han respetado cada vez menos su grupo central. Calle San Vicente Ferrer, Corredera Baja de San Pablo, calle del Barco o de la Puebla, en la que San Antonio de los Portugueses o de los Alemanes se deja ver insualmente una mañana de agosto, para enseñar con total impudor su vorágine de trazos de Luca Giordano de pies a cabeza. Calle Valverde, cruzando Desengaño. Todo un proscenio de barrio bajo como una herida oculta en la ciudad ilustre que visitan los turistas italianos y japoneses. Música portuguesa, es decir, nostálgica y bellísima, ha acompañado todo el recorrido




Luca Giordano (1634-1705). Frescos de San Antonio de los Alemanes o de los Portugueses o del Refugio. Vía EnriqueLuis Picasa
(Anímense a dar al click y ampliar desmesuradamente)


Maria Luisa Baptista fado menor (dr) Voz do Vento. Katia Guerreiro - Nas Mãos do Fado. Ocarina, 2003



Mientras escribo esto y al calor del recuerdo de la voz profunda y perfectamente modulada, una segunda copa de ese oporto amable y lo suficiente envejecido para oler y saber a madera oscura y perfumada y para haber devenido de rojo cereza en tostado frágil, me ayuda a hilvanar lo sentido en la segunda parte de este día curioso y mezclado.

A la vuelta a casa, el regalo en el Facebook de los Durero de la Biblioteca Nacional, gracias a un enlace necesario e imprescindible. Bucear en la Biblioteca digital mientras el rinoceronte o el Adán y Eva nos engullen literalmente por la capacidad de agrandarse y hasta de emitir sonidos. Y a partir de ahí un bombardeo de imágenes y notas para hacer de la tarde algo peculiarmente ecléctico y hermoso. Los grabados de Durero y alguien muy querido llevan a la Melancolía y ésta a la música de Rachmaninov, vistas y escuchadas ahora con ojos y oídos tan distintos a los de hace ocho meses. El pequeño de los Capuçon hace que la habitación se llene de sonidos de cello y de claves de fa.

Sergei Rachmannov (1873-1943). Vocalise.Op. 34, nº 14. Gautier Capuçon, cello y Gabriela Montero, piano. Virgin classics (Emi), 2008



Y después y acto seguido, la lectura detenida de una traducción, trabajada, muy trabajada y hecha por mi querida Aracne Anarkasis, que teje y desteje la urdimbre de un Plinio que desgrana con lucidez, sentido de lo público y de la justicia que para sí quisieran muchos políticos actuales, una serie exhaustiva de esculturas, templos, pirámides, obeliscos o remedios pétreos para curar las enfermedades oculares, evitar el peligro de aborto o las afecciones gástricas. Mientras, el Op. 10 de las sonatas de Beethoven se despereza de la mano de Glenn Gould antes de cederle el paso a esa delicia que es
El Niño y los Sortilegios o Mi madre la Oca, de un Ravel en estado de gracia y afortunadamente en el otro extremo del bolero insufrible

L.Beethoven (1770-1827)Sonata n7 en Do mayor, op. 10 n3 - III Menuetto. Allegro. Glenn Gould, piano.Columbia, 1964. Sony Classic, 2007


M.Ravel (1875-1937) - Ma mère l'Oie (mi madre la Oca) - (Apothéose) Le jardin féerique (el jardín de las hadas) Orquesta Filarmónica de Berlín. Dir.: Simon Rattle. Emi, 2009



Justo antes de cenar, una carta amiga inunda el móvil de catedrales, de humildes pero preciosas lantanas, juegos de pelota y agua. Agua de mar, de pequeña cascada, de piscina musical con nombres sonoros: Beethoven, Mozart.
..

Y después de la cena, la lectura de una entrada de la blogosfera me lleva directamente a un libro por el que guardo querencias literarias y afectivas muy personales. Su autora y yo solo tenemos en común haber sido alumnas del mismo profesor. De ese mismo profesor que a mí me enseñó griego en 5º de bachiller con poemas de Safo y Kavafis que él mismo traducía o con música de Teodorakis que iluminaron como él mis atónitos 14 años, recién salida del barrio para zambullirme en los colores de un instituto que me marcó en los mejores sentidos que uno pueda imaginar.


Los dados de Eros Antología de poesía erótica griega.
Introducción, traducción y notas de Aurora Luque. Ed. bilingüe
Poesía Hiperión. Ediciones Hiperión. Madrid, 2000.






Jugaba, diosa Pafia, con Hermíone
la seductora; llevaba un cinturón bordado en flores
con dorada leyenda: Ámame -se leía- con pasión
pero no te entristezcas si otro me posee.
(Asclepíades)



Y de la poesía de Ibico, Solón o Anacreonte a la música desempolvada de un disco especial, duro y extraño, pero de un curioso valor musicológico.


Autor anónimo ateniense. circa 168 a.C. Primer himno délfico a Apolo. Músique de la Grèce Antique. Atrium Musicae de Madrid. Dir.: Gregorio Paniagua. Musique d'abord. Harmonia Mundi, 1979 y 2000.





El recorrido ha terminado. Los sonidos y las imágenes han ido desfilando, pero nunca mezclados porque sí. Ahora, la noche permite organizar y dar sentido a todo lo que el día aportó sin orden ni concierto. O con más concierto y más orden del que pudiera parecer en un principio. La copa está vacía entre la impresora y el portátil y llega el momento de ir pensando en dormir algo antes de un día preñado de citas que espero con alegría. Un amigo de hace más de treinta años y otro más reciente. Café con uno, quizá un Negroni o un Manhattan con el otro. Y hablaremos de libros y de vacaciones o de ópera y tarea política por venir. Y el afecto asomará detrás de cada uno de ellos con su rostro suave y cómplice, para llenar un pedazo más de este verano perezoso y tranquilo. La serenidad hace tiempo que decidió arroparme junto con el lujo de poder compartir a los que quiero.

Ojalá el otoño pueda llegar con la misma carga lenta y enriquecedora. Pero antes vendrá el mar y el descanso. Y el privilegio de saber que la vida toma café contigo de tanto en tanto. Y sabe tan bien...

Buenos recién estrenados días.


jueves, 19 de agosto de 2010

Crónica de Bretaña. Prólogo a cargo del secretario borde.






No se me queden mirando de esa manera que no soy un bicho raro. Bueno, un poco rarito sí, tengo que reconocerlo. Y encima soy puñetero, borde, seco y con mala uva... dosis ingentes de mala uva. No crean que me hace ni pizca de gracia estar aquí y ahora de presentaciones, pero soy un mandado (cobro por ello) de modo que cumpliré una por una las normas de quien me paga, la condesa. Más que nada porque no quiero verme de patitas en la calle a estas alturas de la película.

Primera norma de la jefa de todo esto: no tutear nunca a los visitantes de la bitácora. Pues vale. Como si me importara mucho una cosa u otra y, al fin y al cabo, soy de buena familia. Porque a algún miembro de mi familia sí que conocen. ¡Ah ya!.. Que Fermí nunca les dijo que tenía un hermano gemelo, ¿verdad?.. No me extraña. Él siempre tan servicial, tan educado, tan puesto, tan limpio, tan comm'il faut. Siempre se avergonzó de mí pero mal que le pese, existo. Y además él trabaja al servicio de la condesa gracias a mí y (debo reconocerlo), también lo hago yo gracias a él.

Segunda norma: ser educado y dar explicaciones al respetable de por qué aparezco por aquí y quién soy. Ya saben que la condesa es rarita rarita en ocasiones. Y para satisfacer su ego solo consintió en tener a su servicio dos varones y condición indispensable es que fueran gemelos idénticos. Nos contrató al tiempo. A Fermí lo llamó Fasolt y a mí, qué remedio, Fafner. Pero como habrán podido deducir no es ése mi nombre.

Me llamo Ferran. Ferran Parxet i Torelló. Nacido en Sant Sadurni d'Anoia... Pero yo creo que podemos abreviar que la historia familiar ya se la saben. Y si no la saben, se leen el enlace que les he puesto en el párrafo anterior con comentarios y todo que no voy a estar yo trabajando de balde

Y ahora vienen dos preguntas del millón. ¿Por qué la condesa se empeñó en tener a su servicio a dos gemelos? Pues la solución es fácil. Es que doña Nobilitas, dado su hipertrofiado y excesivo narcisismo, se cree de tanto en tanto la mismísima Freia y en el palacio todo rezuma a deidad germana. Puede que no todos entiendan de qué va la cosa pero si tiran de wikipedia y se leen el argumento de El Oro del Rhin, seguro que empiezan a entender muchas cosas. No deja de tener gracia que con tanto rollo operístico para arriba y para abajo todavía no les haya hecho una entrada digna sobre la primera parte de la Tetralogía. Y eso que a nosotros nos hace escucharla de cabo a rabo una vez al trimestre. Pues a lo que iba, que se cree la diosa de la juventud rediviva y exclusivamente porque sus padres le pusieron ese bobo y altisonante nombre. Y como además se precia de geminiana, tenía que ser la señora de un gemelo bueno y uno malo. Adivinen cuál de los dos soy yo.

Porque señores míos, Vds. estaban acostumbrados a Fermí. Y no me extraña que no les haya hablado de mí hasta ahora. Él es tan buena persona, tan mayordomo (aunque él pomposamente se otorgue el título de valet de chambre), que no le agrada reconocer que existe una segunda cara de la moneda aunque sea el perfecto reverso. Y encima es un magnífico profesional, hasta en el chafardeo (aunque creo que esto ya lo saben Vds.). Y con la porquería de salario que cobra, que la catalana parece la condesa y no nosotros.

Y hablando de caras, seguramente se pregunten también (y ahí viene la segunda pregunta del millón) por qué razón dos hermanos gemelos idénticos no se parecen en absoluto. Pero eso también tiene su razón de ser. Si se leen el argumento de La Valquiria (Venga, no me sean vagos. Si mucho miedo a Wagner y la Tetralogía es como un culebrón con puntuales dosis de "vodevil trágico", lo que tiene bemoles... y sostenidos), descubrirán que yo soy como un Mortadelo extra-muros del Walhalla. Fafner, gracias al yelmo mágico se transforma en un dragón violento y peligroso, al igual que el ogro del Gato con Botas cambiaba a voluntad de forma y naturaleza. Si quieren que les diga la verdad, ambos dos se parecen también en que terminaron francamente mal, llevados de su codicia extrema.

De modo que todo lo que en Fasolt es positivo y políticamente correcto, se convierte en mí en la imagen invertida del espejo. Como a partir de ahora vamos a tener que coincidir en no pocas entradas y durante un período nada breve de tiempo, vamos a dejar las cosas muy claras. Yo estoy aquí porque soy un mandado. Pero no me caracterizo precisamente por el aguante. De modo que procuren no tomarse ninguna de las confianzas que se traen con mi hermano porque tampoco soy lo que se suele decir paciente. Me tengo por buen profesional, secretario personal de la señora y a eso me limito. Ténganlo en cuenta y mantengan las distancias conmigo como yo, por rango y obligación, debo hacerlo con Vds. No nos llamemos pues a engaño, que si no fuera por lo que es iba a estar yo aquí dando explicaciones y haciendo mi propio padrón.

¿Que piensan que exagero y no soy tan feroz e intratable? Pues para muestra vale un botón. Si no se lo creen, tómense una mínima molestia y lean, lean:

R.Wagner (1813-1883). Das Rheingold (El Oro del Rhin). Acto I, Escena Segunda. Schweig dein faules Schwatzen. Orquesta de la Radiotelevisión Bávara. Dir.: Bernard Haitink. Kurt Rydl, como Fafner, bajo. Emi, 1989

 


FAFNER
Schweig' dein faules Schwatzen,
Gewinn werben wir nicht:
Freias Haft
hilft wenig,
doch viel gilt's
den Göttern sie zu entreißen.

(leise)

Goldene Äpfel
wachsen in ihrem Garten;
sie allein
weiß die Äpfel zu pflegen!
Der Frucht Genuß
frommt ihren Sippen
zu ewig nie
alternder Jugend:
siech und bleich
doch sinkt ihre Blüte,
alt und schwach
schwinden sie hin,
müssen Freia sie missen.
Ihrer Mitte drum sei sie entführt!


FAFNER
¡Deja ya de decir tonterías!
Así no iremos a ninguna parte
¡La custodia de Freia
tiene algún valor,
pero más tiene
apartarla de los dioses!

(en voz baja)

Manzanas doradas
crecen en su jardín,
y sólo ella
sabe cómo cuidarlas.
El comerse la fruta
bendice a los de su raza
con eterna e inmutable juventud.
Pero esa juventud floreciente,
empezará a decaer,
enferma y pálida,
y débiles y ancianos desaparecerán,
si no tienen a Freia.
Por ese motivo,
no deja que sea secuestrada.
(texto original y traducción sacadas de este enlace)





Pero vamos a lo que vamos que esto se está haciendo más largo que la obra de El Escorial. Verán Vds., dado que la señora condesa está "tomando las aguas" pero no quiere dejar sola la bitácora, me ha encargado que tome el relevo y, de paso, les explique,la tarea que me ha encomendado para todos estos meses.

Porque Madame Fggggaaaaaaiiiiiiiiiiiiaaaaaaaa es tan elegaaaaaaaaannnnnnnnnntttttttttteeeeeee y tan exquisiiiiiitaaa, que solo se ocupa del aaaaaaarrrrrrttttttteeeee, la múuuuusiiiicaaaaaa, las exposicioooooonnnnnneeeeees y los conciiiieeeeeeeeeeeerrrrtttooooooooooooossss. Así la maten no será capaz de reconocer que su poderoso narcisismo la lleva a tener que hablar necesaria y extensamente de su maravillloooooooooooooooooosssssssssssooooooooooooo viaje a la Bretaaaaaaaaaaaaañññññññaaaaaaaaa y, por supuesto, el tema es lo suficiente pequeño como para que, aparentemente, ella no se digne tocarlo. Así pues, lo que me ha encargado a las claras es que, como secretario suyo, le haga de negro a la inversa y haga pasar por mías unas crónicas de viaje que están siendo escritas por ella. No sé a quién pretende engañar, desde luego. Abreviando, que soy el encargado de hacer una entradilla a los textos "disfrazados" de la señora y a un sinfín de fotografías (los dioses les guarden) y unas cancioncillas del país, para crear larguísimos y aburridísimos batiburrillos, a los que ella delicaadaaaaameeeeeeeeeeennnnteeeeee llama sinesteeeeeeeeeeeesias.Y en este momento es cuando tengo que soltar un encarguito que doña Fggggggaaaaaaaiiiiiiaaaaaaaaaaaaaa me ha dado y que me va a enemistar ya con alguna lectora de este blog, que además es de la tierra. Vamos allá. Para Frau Zauberina: "Meine Dame, que de parte de la señora, es tut mir leid. Que de la Bartoli nada de nada porque no pega con las magníiiiiiiifiiiiiicaaaaaaaaasssss entraaaaaadassssss de la Bretaña. Que otra vez será y que se resigne a escuchar música de gaitas, salterios galaicos y laúdes varios.

Como conocen Vds. de sobra a la jefa y no se caracteriza por la regularidad (si yo les contara lo poco regular que ha sido siempre en todo y los sustos que nos ha dado), tampoco tengo ni idea de cuándo apareceré delante de Vds. Ya que voy de entremés de sus espleeeendidaaaas cróoooonicas, imagino que me dejará huecos aquí y allá de vez en cuando. Así pues, cuando se encuentren con las fauces malolientes y fogosas de este más que harto empleado, podrán decir tranquilamente: "¡Ah, sorpresa, otra vez toca el tío este insufrible y malencarado!" Pues sí señor y se aguantarán, que a mí me hace menos gracia aún y encima me pagan una birria por cargar con el marrón.

Y dicho esto, me despido ya no sin antes dejarles con una imagen y un par de cancioncillas pegadizas, con enlace al texto original, de las que saldrán hasta el mismísimo moño y que serán características de los diversos capítulos (jornadas, los va a llamar la muy cursi) de que consta el folletón que se/nos viene encima.

Queden Vds. con quien les de la gana, sea Dios o el diablo, que a mí me trae sin cuidado y por hoy ya está bien. ¡Hala, que a partir de este momento, la Bretaña les sea breve!

Se despide, suuuuuuyooooooo nada afeeeeeeccccctiiiiiiiisiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiimoooooooooooo

Faaaaaaaaaafffffffffffffffffffffffnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnneeeeeeeeeeeeeeeeeeeeerrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr.




Pont-Croix, en el estuario de Goyen. Acuarela de Marie-Madeleine Flambard. En el libro Petites cités de caractère en Bretagne, con texto de David Raynal. Edit. Ouest-France. Rennes, 2006.
(hagan clic, para agrandar)



VV.AA. Les titres essentiels: Bretagne. I C'est un pays, de Soldat Louis. II Me'zo ganet e kreiz ar mor, de Y.F. Kenemer y Didier Squiban. Aztec Musique. Sin fecha.



PS: Encuentren Vds. la salida o llamen a Fermí, que para eso está, digo yo.

jueves, 5 de agosto de 2010

El "trienio literal"... y con música







Me van a perdonar Vds. que haya parafresado a la Historia (así, con mayúscula) por el frívolo objetivo de celebrar un cumpleaños. Eso sí, líbreme San Cucufato de compararme con el añorado Riego ante tanto republicanote como visita esta bitácora. Fíjense en que la de los chistes y juegos de palabras bobos es siempre la condesa pero esta vez la tontuna la ha parido una servidora, que la aristócrata ya no está en Madrid. Madame la Comtesse ha decidido este año que las localidades del norte de la península ya no se llenan de glamour y Vips y que han perdido por tanto la calificación de exclusivo. Que ni Santander ni San Sebastián son lo que eran, vamos. De forma y manera que se ha marchado a Bath a tomar las aguas. ¡Ahí es nada! Al fin y al cabo se lo encontrará más o menos todo igual que cuando Jane Austen lo describía en sus novelas y no tendrá nada que objetar al respecto puesto que ambas dos son casi de la misma quinta. Jejejeje, a lo mejor hasta se topa con su fantasma en el Pomp Room, tomando a cup of tea o un vasito de agua milagrosa.

Pero bueno, vamos a lo que vamos y dejemos descansar a y descansemos de la condesa. O como lo decía mi abuela: "que tanto descanso encuentre (sea o no en Bath) como descanso deja".

Ya tres añazos. Sí señor. Y esta blogautora, que cuando escribió el primer y tontísimo post (no pienso ponerles el enlace, que todavía me avergüenza) mucho se temía que abrir un blog, por culpa y gracias a Bolche, no iba a pasar de ser un capricho temporal y bastante efímero como acostumbran a ser los gustos de quien esto escribe, ha terminado por rendirse a la evidencia. Lo que era un proyecto pasajero y para dejar que el verano aquel del 2007 se deslizase suavemente, se ha convertido en una bitácora más o menos mayor de edad.  De acuerdo que no soy muy constante en la publicación de entradas y que no me estiro mucho al respecto, pero les aseguro que el período en que más tiempo he estado sin publicar ha sido  de 37 días y porque las circunstancias eran dificilillas. Y les aseguro también que, por lo general, me curro las entradas. Eso sí, disfruto preparándolas tanto como creo que Vds. leyéndolas, aprendo yo también, escucho música (pasión a la que me entrego harto voluntariamente) y, sobre todo, soy capaz de relacionarme con los demás y de comunicar algo más o menos válido.

Y los cumpleaños suelen ser tiempo de celebración pero también de balances. Y este año les aseguro que la balanza se decanta ostensiblemente (o era ostentóreamente) hacia el lado bueno, el mejor. En el lado triste, la pérdida de contacto con Dardo, Pablo J. Vayón  o el barón Cósimo, a los que echo de menos. Manuel no. Manuel no está en el lado negativo sino en el otro. Nos sigue acompañando a todos y lo seguimos queriendo como entonces. Jamás estará en el platillo desfavorable de la balanza. Y es que el positivo este año está cargado, pero que bien cargado, de personas nuevas. 

Voy a hacer recuento, si me lo permiten. Desde agosto pasado son unos cuantos a los que aprecio y en algunos casos quiero, los que se han incorporado como lectores  recíprocos a Variaciones Goldberg. A veces sólo he podido tratarlos a través del correo, el blog o el teléfono aunque el proyecto de vernos sigue con todos ellos vivo. Pero he tenido la suerte de conocer a otros personalmente y no son pocos. Entre los primeros, Mammamia, alias Sor Bizqueo, de Flamenco y cultura; Sergio Astorga, de Antojos; Izaskun, de Librería de Mujeres y Siempreconhistorias; Oscar, de Nire Sofatik. Desde mi sofá; Ramiro, de Cuaderno de Fulgores. Entre los segundos, Carmen, de Ciberculturalia; Ana, de Tirando del hilo; Judith, de Devaneos de un moderno Peter Pan; Ybris, de Vacío; Txema de Noeraixò y de Una forma de presentarse; Óscar, de MMMGRRHHH!!!!!; Sue y Gemma, de Delirio; Carlos, de Días del futuro pasado.

Pero también he tenido la suerte de ver a y charlar personalmente con viejos amigos blogueros: Isabel, de Mujeres de Roma; Charles de Batz, de Tornavientos; Anarkasis, de Mamarracho; Laura, de Donna Angelicata;  Daniel y Victoria, de Mundo Frito. Y he experimentado el enorme placer de escuchar tocar, aunque no pude hablar con él porque la ocasión no lo permitió, a Diego Fernández Magdaleno, de Las palabras del agua.

Y por supuesto, he seguido manteniendo contacto y, en muchos casos viéndonos con frecuencia, con Gemma (cómo siento no haber podido veros este año), y Martine (ma petite Nomade),  Fernando, Aída , Alucinao, Curro, JosebaAntonio, Rafa y Lola, Javier, AF, Nano, Tanhäuser, Fra Miquel, María, Mita, Isabel, Luisa, Jose el cordobeission.

En algunas ocasiones de este último año ha habido momentos malos en que no conseguía encontrarme a mí misma, en que no levantaba cabeza. E incluso en esos momentos, algunos estuvieron ahí empujando para  que subiera el pozo. Y el pozo se cegó y todo ha vuelto a la normalidad y la comunicación se ha mantenido. Hubo quienes incluso fueron molestados por teléfono a horas intempestivas y aguantaron el chaparrón de los llantos sin saber a veces muy bien qué hacer o decir pero sabiendo consolar;  otros mandaban señales de humo aunque yo no sabía salir de mi encierro, para decir que todo pasaría y que ahí estaban por si acaso. Algunos más permanecieron ahí, al pie del cañón y como siempre desde el principio y de toda la vida, dándome todo el afecto y el apoyo con la generosidad de los viejos y profundos amigos. Por eso los aprecio y los valoro y los quiero. A los amigos no se los juzga. Simplemente, se los aprecia, se los estima, se los quiere.

Algunos opinan que este mundo blogosférico es de papel, que está lleno de gente pero que te asomas y realmente no hay nadie. Algunas veces lo he llegado a pensar fervientemente. Pero después me he dado cuenta de mi error. He conocido gente que me ha demostrado un afecto, una alegría y un cariño que no viene de una relación virtual. Y rectifico públicamente. Y no cambiaría por nada esa sensación de seguir en contacto con la gente y aprendiendo de ellos y relacionándome. Pienso que un blog es algo más que un libro de anotaciones aunque respeto escrupulosamente a casi todos los que no opinan así. Para mí significa una ventana para abrirme a la realidad. Porque, aunque me invente personajes en cuanto los otros se descuidan, tengo los pies bien en tierra. Desayuno bocanadas de realidad todos los días. No me creo ninguna condesa. Nunca lo hice. Sé bien que he trabajado desde los 18 años en algo que no me gustaba pero eso me ha permitido estudiar, viajar, alimentarme, acceder a una tempranísima y privilegiada prejubilación y, sobre todo, vivir. Disfruto lo que puedo porque creo que quien comparte conmigo casa y vida y yo nos lo hemos ganado honradamente y con esfuerzo. Nunca he estafado, manipulado, especulado o engañado como podría hacer seguramente una noble. Siempre he vivido de lo que gané y nunca de las rentas de una aristócrata inexistente. Ya ven que la condesa se mueve en otro plano: el puramente ficticio.  He sido una simple empleada toda mi vida. Vivo en un barrio obrero. Mi casa es vieja aunque tengo la tremenda suerte de que sea ya casi propia. Tengo amigos y familia a los que adoro aunque nunca pude tener hijos y bien que me hubiera gustado. Soy normal y hasta vulgar y sé bien lo que digo. Me queda solo un tercio de vida y seguramente el peor, pero aquí estoy y aquí sigo. Consciente de los privilegios de que disfruto en los tiempos que corren. A través de algunas entradas publicadas este año me he dado cuenta de que puedo ser muy débil pero también muy fuerte. Y quiero que, aunque me invente condesas o mayordomos o chicas malas o delicados personajes de ópera, la blogosfera siga siendo exactamente  para mí lo que es ahora: esa ventana a la realidad a la que me gusta asomarme a diario para tener relación con todos y, en especial, para posibilitar que ese conocimiento virtual se convierta en muchos casos, por fortuna, en real y palpable, saludable (sensu lato y sensu stricto) y abrazable. Hasta achuchable si me apuran.

De modo que espero que este trienio lleno de palabras, imágenes y música continúe hasta convertirse en un quinquenio y en una década y... Y por supuesto, que Vds. lo lean y escuchen. (Si después de esta  larguísima declaración de principios voy y lo cierro, comprenderán que es para matarme).

Les dejo pues la tarta y el cava aquí al ladito para cuando despierten. Por un día no les hará mal no tomar café en el desayuno. Y, por descontado y como siempre, algo de música. Esta vez de celebración, naturalmente. Eso sí, los presentes ofrecidos son un tanto interesados porque quiero pedirles el favor de que brinden por una larga vida a las Variaciones. Sé que lo harán, de modo que... gracias de antemano.

Buenas noches a todos.


G. Verdi (1840-1901) con libreto de Francesco Maria Piave. La Traviatta, Brindisi. Orquesta y Coros de la Royal Opera. Dir. Edward Downes. Plácido Domingo y Lucia Popp interpretan a Alfredo y Violeta en el Queen Elizabeth de Londres, en 1986
(via Youtube, a través de LaVioletaValery)

domingo, 1 de agosto de 2010

Un cuento de plata y oro



Esta noche  voy a contarles una historia.

La chica de nuestro relato pasea con sus hermanas y  amigas por la plaza del pueblo en fiestas mientras el chico la contempla desde una posición algo más alta, quizá un balcón. Chico conoce a chica en definitiva. El de siempre hace de las suyas y chico se enamora de chica. Chica también se enamora de chico. Nuestro muchacho le sale al encuentro no sin antes atusarse convenientemente, aunque se sabe guapo, y le pide permiso para salir con ella. Pasean cogidos de la mano mientras las amigas y hermanas los siguen cuchicheando. El cortejo llega a la casa de los padres de la chica.
Al poco tiempo, chico intenta entrar en casa de chica para ver a chica, pero la hermana (de la chica), en plan defensora (a que lo han adivinado..., de la chica) y no poquito celosa le impide el paso. Pero con el ruido sale el padre que entre otras cosas es el rico del pueblo. Lo cierto es que, para llevar la contraria a la mayoría de los relatos de esta naturaleza, el pater familias ve con buen ojos al chico  como yerno y lo acoge en su casa. Es más, llama a su mujer y le dice que prepare algo rápido pero suculento porque acaba de invitarlo a comer.
A la mesa se sientan pues la chica, el chico, los padres y hermanas de ella. Tan solo la madre se da cuenta de que hay alguien más no invitado: la envidia que se dibuja en la hermana de la chica contra la susodicha chica. ¡Ay, que el panorama empieza a adquirir tintes de West Side Story!
Tras la comida, y contando con el beneplácito de los progenitores chico y chica bailan despreocupadamente. Por la noche y aprovechando un descuido de los padres de ella chico y chica caen muy gustosamente uno en brazos del otro y se empiltran.
Mientras, todos duermen contentos menos la cuñada. ¡Ay, la cuñada! La cuñada voyeuse espía y es testigo del encuentro sexual  Además, la envidia, que siempre fue mala consejera, le magnifica la escena. Los celos se la comen y piensa seriamente en hablar con su padre y decírselo todo. Finalmente, decide salir al encuentro del chico y prohibirle de nuevo entrar en casa.
Pero hete aquí que el chico ya está harto de tanta historia y tantas contemplaciones. Le suelta a la cuñada cuatro frescas que la dejan de piedra y, acto seguido, se larga a la francesa; esto es, sin despedirse. Fin de la historia.

¿Les ha gustado? Este cuento que parece tan de hoy  sin embargo es viejo como el mundo. Tan viejo, tan viejo que, en buena parte, fue escrito por un señor famoso justamente por ello hace muchísimos años. Y lo incluyó en uno de sus libros. Y luego, en el siglo XVI a otro señor muy rico le gustó tanto la historia que encargó que se la pusieran en dibujos; en varias escenas y a tamaño king-size. Y el artesano a quien le hizo el encargo decidió que ya que tenía tiempo, en vez de limitarse a dibujarlos, los adornaría un poco. El cómic finalmente quedó de vicio y durante años y años y años permaneció en casa de quien tuve el capricho. Y se transmitió de generación en generación hasta que a principios del siglo pasado un miembro de la citada familia, más listillo o con menos dinero, decidió partir el tebeo y venderlo a otros señores que andaban por aquí y por allá. Durante más de cien años la historieta permaneció separada hasta hace unos pocos meses...

Pero ya es hora de ponerse un poquito serios. Volvamos pues y pongámosle nombre a personajes, personas y hechos.

El chico es el dios Mercurio. La chica, Herse. Es hija de Cécrope el fundador y rey de Atenas. Sus hermanas son Pandroso y Aglauro. El pueblo es la propia Atenas y las fiestas, las Panatinaicas. La envidia, como siempre, es la envidia. Mercurio se enamora de Herse, Aglauro se muere de los celos y le impide el paso al palacio. Cécrope invita al dios de alas en los pies a compartir mesa y, sin pretenderlo, la cama de su hija. Finalmente, Mercurio se harta de la cuñada fastidiosa. Se enfada, la convierte en estatua de piedra y se marcha ligerito y volando y, de paso, abandonando a Herse. ¡Ah, los dioses, tan caprichosos y volubles en amores..!

Y quien escribió la mayor parte de la historia, como ya habrán deducido, es Ovidio. Más concretamente, para el Libro II de las Metamorfosis, por aquello de dejar a la cuñada de piedra. Eso sí, en el siglo XVI, el autor del programa iconográfico, demostrando poco respeto por el autor latino y haciendo gala de una imaginación desbordante y algo calenturienta,  amplió un poquito la historia dándole no poco intríngulis erótico-festivo. Para terminar les diré que quien ordenó plasmar en imágenes los textos fue don Francisco Gómez de Sandoval y Rojas, Duque de Lerma y valido de Felipe III y que se lo encargó al mejor tejedor que existía en ese momento y que vivía en Bélgica. 

Porque, señores míos, de lo que llevo hablando toda la entrada es de una colección de tapices que el flamenco Willen de Pannemaken tejió con hilos de lana, seda, oro y plata en pleno siglo XVI y guiado de influencias holandesas, italianas, francesas y, por supuesto, clásicas tanto en los textos de inspiración como en buena parte de las formas. En 1909 la serie fue dividida y dispersada por medio mundo, hasta que hace pocos meses el Estado Español a través del Museo del Prado la ha vuelto a reunir por primera vez en un siglo y restaurada en su mayor parte para ofrecerla hasta septiembre en una de sus salas de exposiciones. Después, cada tapiz volverá a su lugar habitual.

Si andan o viven por Madrid les aconsejo la visita. Porque es una ocasión, probablemente única, de ver la serie de tapices completa. Porque es de un tamaño y una calidad de materiales y artística que dejan impresionado. Porque están muy bien restaurados. Porque Hermes (o Mercurio) solía limitarse a ser consejero, correveidile y celestina de otros habitantes del Olimpo pero rara vez el prota y eso lo hace aún más interesante... Y, qué narices, porque sí. Porque es hermoso, independientemente de la historia que cuente y de cómo empiece o termine.

Y para hacerles más llevadera la visualización de las obras, les dejo con una musiquilla que he pensado podría gustarles escuchar en el interín. De un lado, composiciones españolas de corte galante justamente de la época. De otro,  una serie de canciones compuestas también en el período  en el que los tapices fueron tejidos y exactamente en el mismo país. Hermanas pues de nacionalidad y estilo andan esta vez la melodía y la obra de arte. Espero que las disfruten.

Perdonen Vds. que últimamente me dedique tanto a las exposiciones. Les prometo que ésta es la última entrada hasta el próximo otoño. Pero no puedo ni quiero evitarlo. Es que me tienen fascinada en un verano rico en ellas y de un carácter excepcional la mayoría.

En tres o cuatro días pasaré a despedirme. Los aristócratas también veraneamos y... nobleza obliga.

Como siempre, buenas noches y que descansen. 
  
VV.AA. Música de Corte y Canciones de la Era de los Descubrimientos. Romances del Cancionero de Palacio (1490-1530): I Si d'amor pena sentis anon.  II O voy Roman. Juan del Enzina 1468-1529): III ¿Qu'es de ti, desconsolado?  España Antigua. Hesperión XX. Jordi Savall, dir. EMI, 1976, 1986, 2001


 VV.AA. Libro de canciones de HIERONYMUS LAUWERYN van Watervliet (Brujas, ca. 1505). I Eij laes aij mij II Mijns liefkens bruun ooghen III Lessiez parler - Si j'ayme mon amy IV  J'ayme bien mon amy. Egidius Kwartet y Egidius Consort. ET'CETERA, 2006




Los amores de Mercurio y Herse
Una tapicería rica de Willem de Pannemaker
© Museo del Prado - 2010
(clic para ver ampliado en la web)