Un regalo de Sergio Astorga

domingo, 28 de noviembre de 2010

¡NO al maltrato y la violencia de sexo!

.

Hoy finaliza la semana dedicada a la lucha contra el maltrato a la mujer. Y una vez más tengo que subir esta vieja entrada a la palestra. Daría algo por no tener que repetirla año tras año y, además, cada vez con mayor urgencia y motivos. Ojalá esta semana y este 25 de noviembre sirvan para que  recordemos que no es trabajo de una semana o un día y solo de las afectadas, sino diario y de todos. Que al maltrato se le va ganando terreno con la educación, el apoyo y el afecto, la solidaridad, el considerarlo un asunto común y no de algunas mujeres... Y también con la firmeza, la denuncia, la intolerancia, el parar los pies...

... Y salir a la calle a gritar cuantas veces haga falta: 


 ¡BASTA YA!







 ¿Otello?.. No, gracias



Porque esto no es una lucha de mujeres contra hombres, sino de hombres y mujeres contra la barbarie y la violencia.
Porque el hecho de que existan Iagos no justifica a ningún Otello.
Porque todos tenemos que arrimar el hombro para que las mujeres dejen de ser asesinadas a manos de sus parejas.
Porque es nuestra responsabilidad educar a nuestros hijos en el respeto al otro y en la no violencia.
Porque tenemos que salir a la calle a gritarlo cuantas veces sea necesario.
Porque no podemos mantenernos al margen del "problema" de nuestras vecinas, hermanas, compañeras.
Porque de nada nos valen los Otellos arrepentidos.
Porque es una sinrazón.
Porque es responsabilidad de todos.

Ponedle todos los "porque" que queráis, necesitéis o se os ocurran.

¡BASTA YA!



Otello

Niun mi tema
se ancor armato mi vede. Ecco la fine del mio
cammin... Oh! Gloria! Otello fu

E tu... come sei pallida! e stanca!, e muta!,
e bella!,
pia creatura nata sotto maligna stella.
Fredda come la casta tua vita, e in cielo assorta.

Desdemona! Desdemona!... Ah! morta!
... morta! ...morta!...

Ho un arma ancor!

Cassio

Ah! Ferma!

Ludovico, Montano

Sciagurato!

Otello

Prima d'ucciderti... sposa ... ti baciai.
Or morendo... nell'ombra in cui mi giacio...
Un bacio... un bacio ancora... ah!...
un altro bacio...


::::::::::::::::::::::::::::

Otello

Que ninguno me tema
aunque aún me vea armado. He llegado al final
de mi camino... ¡Oh, Gloria! Se acabó Otello.

Y tú... ¡qué palida estás!, ¡qué cansada!, ¡qué callada!
¡qué bella!
criatura piadosa nacida bajo una estrella maligna.
Fría como tu casta vida, y ascendida al cielo...

¡Desdémona! ... ¡Desdémona!... ¡muerta!...
¡muerta! ... ¡muerta!...

¡Todavía tengo un arma!

Cassio

¡Detente!

Ludovico, Montano

¡Desgraciado!

Otello

Antes de matarte... esposa... te besé.
Ahora, muriendo.. en medio de la sombra en que me hielo...
Un beso... un beso más... ah! ... otro beso

miércoles, 24 de noviembre de 2010

¡Felicidades, Diego!

.



Hay días en que esta condesa se enfrenta al cuadro en blanco del blogger con especial alegría. Y hoy es precisamente uno de ellos. No por el afán de dar una noticia que ya todos conocen, sino justamente por la bondad de esta. Cuando a última hora de ayer leí en El País Digital la concesión del Premio Nacional de Música en interpretación 2010 a Diego Fernández Magdaleno, me alegré de corazón por este pianista inmenso y por el mundo de la música en general. Y ¡qué narices!, también por mí, que me enorgullezco de conocerlo virtualmente desde hace tres años largos, personalmente desde hace menos y de haberlo oído en directo en un par de ocasiones y va para los doce meses ya.

Pero todavía me alegró más leer que se le había concedido por:

"...su excelencia como pianista, su constante labor de promoción de la música española, en especial la contemporánea, en su amplitud y diversidad estética; su permanente estímulo para la creación de nuevas obras, tanto de compositores consagrados como emergentes, destacando el estreno de 22 obras de creadores españoles en un solo concierto celebrado en Madrid, en el Auditorio Nacional de Música, el 14 de diciembre de 2009".

... Y es que, egoístamente, yo participé en uno de esos motivos escuchando y aprendiendo y en otro, aprendiendo y escuchando.

Sé que estas loas a Diego le ponen nervioso. No puede remediarlo, se siente incómodo con las alabanzas. Y para muestra, les invito a que lean la entrada que ayer publicó en su blog: Hoy. Ella les dirá mucho de esa gran persona que es Fernández Magdaleno y de con qué espíritu recibió la noticia del premio. Pero lo quiera reconocer o no, ahora mismo es un pianista de referencia absoluta en la música contemporánea española y, además, su sonido es bellísimo.

El programa de mano de aquel 14 de diciembre de 2009 redactado por Luis García Vegas, decía: "No es frecuente encontrar un programa tan ambicioso, denso y variado, como este recorrido que nos propone hoy el pianista Diego Fernández Magdaleno. Un intérpete que a sus 37 años se ha convertido en una referencia fundamental de la interpretación contemporánea para piano, y así lo atestiguan sus más de doscientos estrenos absolutos." (excuso decirles que lo guardo, junto con la entrada, en uno de los sitios predilectos de mi librería)

Durante aquella velada fueron desfilando por las teclas del Steinway, las piezas emocionadas de 22 compañeros de Ramón Barce. 22 elegías de muy diferente estilo y estructura pero con el nexo común de haber sido compuestas como homenaje al compositor madrileño en el primer aniversario de su muerte. Allí había pequeños y sentidos homenajes de Marco, Sardá, García Álvarez, Calandin, García Demestres, Cartalán, Legido, García Abril, Soler... Y danzaron en torno al pianista, Impromptus, Lamentos, Epifafios, Límites, Elegías, y títulos de composiciones tan hermosas como "Susúrrame al oído", "La vereda del cuco", "Sons de dol per Barce"...

Pero escucharlas en toda su delicadeza, tristeza, añoranza y admiración de y por el maestro y colega fallecido fue posible gracias a que otro gran amigo suyo las iba desgranando con una técnica depuradísima, un sonido realmente bello y singular y un sentimiento que casi se notaba bajar desde el diafragma a los dedos. Y quien interpretaba era Diego Fernández Magdaleno, con hondura y serenidad. Con el afecto de la amistad aplicado a la maestría interpretativa. Y les aseguro que no son palabras huecas ni adulaciones vacías.

Aquel día lo vi llegar a la sala de Cámara y me impuso un poco de respeto el saludarle. Me dije que lo haría después del concierto. Pero les aseguro que el final de este fue tan emotivo que hubiera sido una falta total de educación y delicadeza por mi parte intentar interrumpirlo. Y es que al acabar la velada con las "Pequeñas Variaciones" de Ramón Barce, el público estalló en aplausos y Diego pidió a todos los compositores que allí se encontraban -que eran todos o casi todos- que subieran al escenario. Y si no me equivoqué en mis deducciones, también lo hizo la compañera de Barce. Y la madera de la Sala de Cámara acogió abrazos emocionados hacia ella y a ese autor cuyo recuerdo estaba bien presente en los ojos y las manos de los que allí salieron. Les aseguro que fue emocionante. Y yo no era quién para meterme por medio de algo tan hermoso.

Pero todos los santos tienen octava y hace poco, después de la oportunidad perdida de Guadalajara, tuve la suerte de asistir a una conferencia-concierto de Diego. Y si me gusta escuchar sus interpretaciones, les aseguro que no es menos delicioso oír sus explicaciones didácticas. Con un sentido pedagógico basado en un uso claro de la sencillez y el humor fue hilvanando auténticas joyas de conocimiento relativos a Ramón Carnicer, Enrique Barrera o a la influencia de Wagner o Chopin en nuestro territorio durante el XIX. Y a continuación desfilaron por su voz Jacinto Ruiz Llamazares y Félix-Antonio padre. Y saltaban bailarines los nombres de Aurelio González, José María Aparicio, mezclados con los de Jorge Guillén, Eslava o Marcelino Villalba. Y, como broche, Aizpurua, Legido, Agustín González Acilu...

Y todas estas explicaciones y enseñanzas iban trufadas con interpretaciones. A pesar de lo pequeño de la sala y de la "incómoda" acústica, el Schimmel sonó bien, muy bien, rematadamente bien. Y créanme que es una auténtica gozada ver a Diego interpretar, cómo sus labios de mueven divertidos vocalizando compases, entregado y concentrado en lo que interpreta. Una detrás de otra, desfilaron encantadas una "Sonatina" de Barrera, un fragmento de una sonata para piano de Llamazares; otra obra de juventud de éste: un "Nocturno", lleno de delicadeza. Y una "Fantasía española" de Villalba, con elementos populares y bien distinta al romanticismo de anteriores piezas. Más tarde llegaron dos bellísimas obritas de Félix Antonio, basadas en poemas de Jorge Guillén tituladas "Canción de cuna" y "Figuras de barro" (si no me fallan las notas tomadas al vuelo).

Terminó el recital con "Klasteriana Didacus" de Pedro Aizpurua, que el compositor creó para Diego amigo y que a mí me recordó los lienzos de Rothko o Kandinsky. Arte en continua búsqueda. Liberada de cualquier adorno que no diga algo nuevo. Y con "Fúrfulas"  (o "Fúrculas", que no sé si entendí bien), de Jesús Legido, equilibrada y sutil como un cuadro de Cézanne.

Les repito que fue una delicia de principio a fin. Pero les puedo asegurar que muy por encima de sus interpretaciones, investigaciones, conocimientos, está el Diego persona. A pesar de que interrumpí miserablemente su ensayo y nuestro conocimiento fue un tanto abrupto por mi culpa, les aseguro que es grande, entrañable, cálido, de sonrisa abierta. Todo él acogedor. Y eso es lo que más arraiga en el ánimo, aun por encima de su precisa técnica y todo lo que ha hecho en favor de la investigación musical y por la música contemporánea de este país. Les prometo solemnemente que no he exagerado en absoluto la descripción que de él hago en esta entrada. Ni en lo personal, ni en lo profesional. Es bueno, muy bueno y es todavía mejor persona.

Y como seguramente Vds. saben, el señor Fernández Magdaleno, amén de escritor, tiene discografía hermosa y especializada. No puedo hablarles, por desgracia, de sus libros pues no he leído todavía ninguno, pero sí  puedo hablarles de los dos discos que he escuchado:





Me he planteado si poner o no alguna pieza de los mismos. Me resistía un poco a hacerlo ya que prefiero que lo escuchen Vds. en el lector de CDs con uno original. Pero dado que se puede escuchar libremente su música en el youtube, me he decidido a traerles una pequeña (por tiempo, no por calidad) obra de Josep Soler para que degusten su interpretación y su sonido espléndido. Pero no me sean tramposos, prométanme que si les gusta, adquirirán los discos, que les he puesto muy fácil el enlace. Y eso sí, me apuesto los lazos del corpiño a que seguramente no tienen todavía, como yo, uno dedicado... ¡Envidia cochina, ¿a qué esperan?!

J.Soler (1935). Polifonías (1990). Diego Fernández Magdaleno, piano. Fundació Musica Contemporània, 2002.



Me van a permitir que este último párrafo vaya todito para el intérprete de Medina de Rioseco...

Que sí, Diego, que lo sé. Que te hace sentir fatal eso de oír alabanzas en boca o tecla de otros. Que darías algo porque, aun con toda la alegría que supone, pasaran estos días de loas, parabienes y entrevistas. Pero lo que no podrás reprocharme nunca es que en esta entrada haya una pizca de mentira o desmesura. Y quisiera decirte que me alegra especialmente ese Premio Nacional (te lo dije ayer) por justo y merecido para el pianista pero, sobre todo, porque todo lo que tienes de grande, lo tienes de bellísima persona.

Un beso muy, muy fuerte y ¡Felicidades!
 
.

lunes, 22 de noviembre de 2010

Parnaso y santoral

.


¿Qué pensaban, que no iba a llegar? Pues casi, casi aciertan Vds... que para una cosa que hace la condesa y de tanto en tanto, siempre la pilla el toro.

Pero una vez aquí y recompuesto el polisón, les diré que no podía dejar pasar el día sin subir una entrada. Eso sí, para su solaz, les adelanto que va a ser bien cortita: solo música con bichos (es lo que tiene el youtube, que como en los vídeos salen instrumentistas, cantantes y director la cosa se hace más amena y llevadera) y alguna que otra "foto" de las homenajeadas de hoy.

Dice la leyenda que Cecilia era romana, casada con Valeriano, cuñada de Tiburcio, virgen y mártir. Si les interesa su vida, sus avatares y, sobre todo, su martirio decapitada, les dejo este enlace y se empapan Vds. de sabiduria, que yo ando hoy volada de tiempo.

A mí me habría encantado que también hoy se celebrase el día de Euterpe pero como la pobre era morita, se quedó sin onomástica ni celebración. También es verdad que contaba en su haber con la ventaja de no  pasar por sufrimientos, torturas o retorcimientos carnales de variada índole y entre sus múltiples gracias poseía la de no tener que entregar la cuchara a San Pedro. Es más, algún vate insigne dice que "las musas son inmortales porque rejuvenecen aspirando el aura de la paz" (¡ahí es nada, la frase!). Nuestra musa de la música y la poesía vivía pues tranquila en el Parnaso con su medio hermano Apolo y el resto de sus hermanas; se dedicaba a tocar la doble flauta, comía, descansaba y llevaba una vida regalada en grado sumo. Nada que ver con nuestra noble de la familia de los senadores Metelos, que terminó sus días perdiendo irremediablemente la cabeza. Yo de Santa Cecilia, desde luego, me habría cambiado por la musa sin dudarlo... aunque no tuviera un día en el Santoral ni un huequecito en la Leyenda Dorada.

Y bueno, que no me enrollo. Disfruten Vds. de algunas imágenes de la pagana semideidad y la santa cristiana y escuchen esta pequeña maravilla que es  la Oda al día de Santa Cecilia de ese alemán reconducido en británico que fue don Jorge Federico.


Euterpe y Santa Cecilia en el arte




G.F. HAENDEL (1685-1759). Oda para el día de Santa Cecilia. HWV 76. Orquesta y Coro de Les Arts Florissants. Dir.: Paul Agnew. Sophie Daneman, soprano. Grabado en el Festival de Beaune, 2008.



Y no se piensen que esta entrada corta va a sentar precedente. En cuanto tenga un ratito de insomnio vendré a darles la tabarra con la magnanimidad que se merecen.

Tengan Vds. un fin de jornada musical y algo más sereno que el mío. Y, sobre todo, disfruten de la joie de vivre del Barroco.

Buenas tardes.

domingo, 14 de noviembre de 2010

Sinestesia delirante

.


A todo el equipo de Delirio



Dēlirãtio- onis f.: delirio, extravagancia, demencia.
Dēliro 1 intr.: delirar, decir o hacer extravagancias o locuras. Desatinar.
Dēlirus-a-um : delirante, extravagante
(Diccionario Spes Latino-Español /Español Latino. Madrid, 1965)



"Nunca es tarde si la dicha es buena", "Todos los santos tienen octava", "Bien está lo que bien acaba", "Más vale tarde que nunca..." "No hubo que esperar ad kalendas graecas"...

De todas esas frases anteriores, les dejo que elijan la que más les guste. Que sí, que esta entrada llega con muchísimo retraso, que ya todo el mundo está preparando el siguiente número pero es que es más de lo de siempre y estoy cansada de repetirme.. La condesa suele llegar tarde, mal y nunca... pero llega.

No es la primera vez, ni será la última, que en este blog se habla de Delirio.  Primero y por encima de todo porque la revista es increíblemente buena. Pero además, porque  la directora, los editores, redactores, maquetadores, los cazatalentos, el equipo entero vamos, hace su labor maravillosamente y por ende a todos los conozco personalmente (salvo a Paco), los admiro, tengo afecto o directamente los quiero muchísimo. Y porque en ella colaboran personas a las que también conozco, admiro y quiero. Les podría dar todavía muchísimas más razones pero creo que con estas (me va a costar acostumbrarme a no acentuar los pronombres) hay más que de sobra. En resumen, calidad, profesionalidad, muchas horas de trabajo y cariño (el de ellos hacia su trabajo y el mío por ellos) son motivos más que suficientes para traerla aquí en cada ocasión en que un nuevo ejemplar ve la luz.

Y esta vez tocaba el número 7 y el tema era "Los 7 pecados capitales". Ahí es nada. Como el movimiento se demuestra andando, de momento, aquí les dejo el  ejemplar completo:


Open publication - Free publishing - More plastic
(doble clic y ojéenla y hojéenla en grande, que lo merece)

¿Le han echado un vistazo? ¿Les ha gustado? Me apuesto los lazos del corpiño turquesa y marfil a que sí. Pero permítanme que sea tan poco objetiva como siempre y les insinúe relatos o ilustraciones en los que descansar más detenidamente. En la página 16 se encontrarán con un texto  pequeño pero precioso de Izaskun Legarza.  Una pizca más allá, en la 20 y luego en la 74 y 75, varias colaboraciones de Sue D. Marin (perdóname Susi, pero no tengo tu dirección de blog. Se admiten soplos). Y siguiendo el hilo, en la 55, la primeriza pero no por ello menos espléndida colaboración de Rafael García Almazán. Un poquito después, el poema de alguien especialísimo: Manuel Ortiz (no puedo facilitar enlace porque sus dos blogs están cerrados y bien que lo siento), en la página 77. Nuestra  MegaMaga Gemma Pellicer disecciona uno a uno los pecados con siete breves, precisos e inquitantes textos entre la 102 y la 103. Por último Óscar Varona nos deja un excelente ensayo entre la 123 y la 125.

Y si después de todo eso les apetece pasarse por mi colaboración, en la 96, no hace falta que busquen, que para facilitarles la tarea y por aquello del autobombo se la traigo por aquí enterita y con las ilustraciones que la  aclaran, completan y complementan.

Vean primero las cuatro fotografías. A continuación pueden meterse el relatillo entre pecho y espalda. Si después se entretienen con la música y las diapositivas les puedo asegurar que disfrutarán de lo lindo.

Algunas precisiones previas. El texto es algo tremebundo, pero a mi modesto entender y creencia, totalmente exacto. Los barroquismos del estilo y el retorcimiento del asunto son achacables exclusivamente a la condesa, que ya saben que es rarita y extravagente.

Las fotos fueron hechas por ella a lo largo de varios meses y en una época en  la que en el Museo del Prado no privaba tanto el interés crematístico ni el afán mercantilista, muy por encima de cuestiones artísticas y de calidad, como sucede ahora y se podía fotografiar tranquilamente siempre que no se usase flash ni trípode. Les aseguro que en ocasiones y con la poca luz de la sala no era fácil sacar instantáneas medianamente decentes y eso lo notarán en el pase de diapositivas. Pero les servirán para hacerse una idea bastante aproximada de cómo colocar las imágenes en el texto. Si les dan a ampliar, disfrutarán los detalles casi tanto como yo me lo pasé haciéndolas.

El segundo apunte es relativo a la música. He intentado buscar piezas contemporáneas y en ocasiones, hasta estrictamente coetáneas de los dos maestros flamencos. No sé si será de su agrado, pero también eso les ayudará a situarse en un tiempo y un lugar en  los que el amor, la vida, la religión, la muerte se entremezclaban, interponían, se estorbaban y adquirían razón de ser las unas al lado de las otras, en todas las manifestaciones artísticas.

Me dejo ya de historias y doy paso a imágenes, textos y música en una sinestesia delirante y pecaminosa.







LA TABLA FLAMENCA


- “Cave cave Deus videt”...




Puedo escucharme a mí mismo repetir esa frase como una letanía, pero no consigo apenas ver aunque hay luz suficiente... Me irrita este azul sucio, translúcido y profundo en que me estoy formando...

- “Cuidado, cuidado. Dios te ve” continúa la salmodia mientas me crecen brazos, piernas, tronco y cabeza incorpóreos... No alcanzo a recrearme. Soy éter difuminado, estúpidamente amorfo e inconcluso. Al menos ya no siento dolor aunque sí frío... Empiezo a ver con claridad una sala vacía. Quizá es de noche.

Ahora puedo moverme, caminar bajo mi aspecto de humo líquido... Y al girar en redondo y bruscamente, he palpado mi obra... Esta habitación hasta podría pertenecerme... El Jardín de las Delicias... La Tentación de Antonio... El Carro de Heno...

Y claro... está también la tabla... La tabla en actitud y posición de mesa... Como me la encargaron, como la imaginé, como me obligaron a darle vida, como la sentí antes de pintarla... La Mesa de los Siete Pecados Capitales de Jeroen van Aken... de El Bosco... La mía.





No escuchéis a quien diga que tenía un ayudante efectivo, esclavo del pincel en mi nombre y por mí. Esta tabla de principio a fin fue mía. Yo la concebí, la gesté y la parí dibujando y pintando. Giro en torno a ella y vuelvo a verme como entonces sumergido en su pupila feroz y dilatada. Yo dividí el iris, los pecados en compartimentos permeables. Forjé con óleo las Postrimerías en sus ojos externos... Yo la sufrí, la vomité... La hice.

Paso a paso representé la envidia en las críticas ociosas que asoman en la plaza a la sombra de los perros... la ira en las violentas armas del campesino y el monje estultos... la soberbia agazapada tras el espejo y el lobo ignorante de puertas y ventanas abiertas. Y perfilé, corregí, dí color a la lujuria pálida, intrigante entre perfumes, música y árboles encubridores... Pero también a la pereza y a la gula, pecados de interior propagadores de nuevos desórdenes al amor de la desidia y una mal entendida tolerancia. Si continúo mi vuelta en torno a ella, como entonces, recuerdo con nitidez la última y la peor de todas... la avaricia con su carga mezquina de cortedad de miras, de acaparar honor y posesiones. Inasequible, turbia y manchándolo todo...

Giro y giro alrededor de la tabla y su maraña abyecta, como el mundo lleva haciendo sin mi desde hace cinco siglos... Y no ha cambiado nada. Ahi sigue el estigma de esta tabla flamenca. La enseñanza en la que yo creí, la que traspasé a la madera con pigmentos y aceite no ha valido de nada. Es atroz el vacío que produce la esterilidad de lo enseñado y de su empeño inútil. ¿De qué sirvió mi creencia en un Dios que todo lo vigila? No sirvió de nada... porque me equivoqué al crear ese inmenso ojo incrustado en la tabla. Solo es real el iris. Las Postrimerias que envuelven la mirada crítica de ese globo ocular sempiterno de iconos no son más que imposturas... ¿El paso hacia la verdadera vida, el infierno, el juicio final, la gloria?.. No me hagáis reir. La falsedad comienza en la primera de ellas al amor de la cama inerte, al filo del umbral. Cuando la imaginé y la describí puse mi fe ciega en lo que hacía. Pero me engañaron... me engañé... y quizá os engañé a vosotros sin quererlo.




Detrás del moribundo no hay ángel ni demonio disputándose el alma para un juicio final inexistente.. porque no hay fuego eterno, limbo o paraíso. Miradla bien... Detrás de la cortina, tras la cabecera del que va a emprender viaje solo hay un esqueleto desdentado y rabioso, expectante y abstruso... Y si según estáis mirando el rostro procaz que os mira levantarais la vista, encontraríais la clave...

Mirad al frente, en la pared de enfrente. Ahí está la respuesta...



... en el cuadro espectral que hace sombra a los míos. El de quien me siguió y desarrolló mi obra... ¿Os suena el viejo Brueghel? Pasead por la superficie de marfil de los huesos que guían barcas, carros... Que desuellan, siegan, empujan y seducen... Que arrastran al fuego y la condena... Que provocan tormento en ruedas quebradizas y en lo alto, en horcas... Que saquean, torturan, violan, despedazan.

Él y no yo tenía razón. Detrás del lecho mortuorario donde quiera que éste nos sorprenda y nos tome, no hay nada más que un ser sin el menor asomo de piedad... Él no... Ella... Solo ella triunfa. Después de ella no hay más que oscuridad, vacío... Nada

Yo mismo ni siquiera existo. Soy solo el esperpento reflejado en la mente de un loco, el aspaviento de la mediocridad, el último coletazo del dolo y del engaño, apenas un espectro desvaído... Me diluyo... Me deshago... Ya casi no soy si acaso fui.

Cuando el camino acabe razón tendréis para temerla. Porque ella será la única que os espere al borde del silencio... Fea, odiosa, vieja, delgada, negra. Dispuesta a cercenar, romper, quebrar, acabar con... No hay nada más... Nadie más... Nada

Cuando crucéis al otro lado del espejo solo la muerte os abrazará con sus dedos helados y sonoros..."





VV.AA. The Songbook of Hieronymus Lauweryn (el Cancionero de Hieronymus Lauweryn. Egidius Kwartet & Consort. Et'Cetera, 2006.



Jeroen van Acken (El Bosco) - La Mesa de los Siete Pecados Capitales




VV.AA. Music in the Age of El Greco (Música en tiempos de El Greco). Museum Music. The Metropolitan Museum of Art. The National Gallery. London, 2003.




Brueghel el Viejo - El Triunfo de la Muerte



No se me quejen, que tienen texto, música e ilustraciones para hartarse. Disfrútenlas mientras puedan que la vida es breve y está llena de baches.

.