Hoy pintan bastos... y de los gordos.
La lluvia sucia y persistente se ha llevado esa cubierta blanca, uniforme y limpia que nos permitía el salto al vacío de un entreacto, como decía Charles de Batz.
Y la tristeza ha vuelto y no hay forma de librarse de ella. Roe despacito, con suavidad, destruyendo el sosiego. Y cuando eso ocurre, no hay más remedio que apurarla, bebérsela, masticarla hasta que pase y desaparezca...
Y escuchar a Rachmaninov.
Sergei Rachmannov (1873-1943). Vocalise. Op. 34, nº 14. Gautier Capuçon, cello y Gabriela Montero, piano. Virgin classics (Emi), 2008
Sergei Rachmannov (1873-1943). Variación nº 18. Rapsodia sobre un tema de Paganini. Op. 43. Transcripción e interpretación: Gautier Capuçon, cello y Gabriela Montero, piano. Virgin classics (Emi), 2008
PD Les pediría, abusando de su buena fe y su amistad, que hoy no hagan comentarios. No podría contestarlos. Hay días en que una no está para nada.
martes, 12 de enero de 2010
Melancolía
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11 comentarios:
Cuidadín con los saltos al vacío, ni que sean de entreactos.
Ay, la melancolía..cuidadín con ella también. Después de masticarla , aunque no sean modales adecuados para una condesa, pegue un escupitajo y láncela bien lejos...como si fuera John Wayne mascando tabaco...
En fin, que no sé que más decirle, mi adorada Comtessa. Que aquí me tiene, haga frío o calor, llueva o haga sol. Que me tiene preocupao, pero que siga usted escribiendo que la necesito.
Rachmaninov, a este ya lo había oído más,...cada vez más cerca del siglo XXI,...vamos bien.
Un abrazo muy goldo
¡Vale!, pero aproveche y me mete en cintura al fasol ese, que me está tirando los tejos aprovechando su ausencia y que me quiere ver el bikini, (eso dice),
Y lo malo es que sabe que soy fácil y claro...
Me bajará.....a la bodega....y una cosa llevará a la otra...,
¡a saber que instrumentos de tortura y goze tendrá allí guardados!, ....(¿me dejará hecha unos zorros?)
Pues eso, pero no le regañe mucho a ver si insiste.
No nos pongamos así, amiga Freia, que al final vamos a creernos todo lo que nos contamos, incluso que estamos bajando, bajando, ...
Alguien me dijo una vez que hasta de lo malo hay que procurar extraer algo de utilidad; así por lo menos no será tan malo y haremos burla al infortunio -o a lo que sea-, sacando beneficio de ello.
Dado que sólo te conozco un poquito, pero durante ya mucho tiempo, te sugiero que te des un buen paseo por uno de esos hermoso parques que alguna vez nos has fotografiado, que visites a una amiga y que disfrutes del placer de sentirse rabiosamente vivo al contacto del gélido aire invernal en tu rostro.
Salud
Pero bueno, qué os pasa con el mal tiempo. De visita por los blogs os encuentro desanimadas. Ayer me decía una amiga que se le caía la casa encima.
No hay que desesperar, sólo tener paciencia y aprovechar este tiempo para escribir calentita y mirando de vez en cuando cómo cae la lluvia.
El sol siempre vuelve a salir.
Besos
Ni siquiera a Durero se le olvidó dibujar en su grabado al sol y el arco iris que salen siempre, pese a la melancolia misma...
Y si no salen, los hacemos salir a la fuerza, descuida. ;-P
Besos y abrazos
melancolÍa, melancolÍa...
Doña Freia como te dicen los demás, es tu fuerza, tu energía y tu mirada quién te permitirá salir de esa melancolía corrosiva que debes inmediatamente abandonar.
También como los demás ya te ofrecen, aquí está una bloguera madrileña para lo que haya menester.
Me quedo oyendo a Rachmaninov.
Un beso solidario
Melancolía en la música y las letras…
Vaya una sonrisa de alegría a cambio.
Un placer leerte.
Mi psiquiatra tiene la consulta en la Calle de los Melancólicos. Un tipo tan listo puede con todo. (Yo me curé por dejar de oírle: ahora que lo pienso, el tío es un lince).
¿Te acuerdas de aquella canción de Bruno Lomas?
Melancolía, en septiembre,
eso solo, me quedó, de ti.
Canción de amor, en septiembre,
que nunca ya, olvidaré.
Pues ahora la pregunta: ¿a que olvidaste esa canción de amor?
Pues eso. En los peores momentos, la experiencia nos dice: Tú espera a mañana y ya verás.
Lo que sí no he podido olvidar es lo bueno que estaba el tío (Bruno Lomas). No es por desmerecer al Fasol, que no conozco, pero el Bruno sí que me habría bajado a la bodega en un plisplás.
Se irá, Freia. :)
Liebe Küsse
Hoy toca pasar de la música pop antigua a la poesía más moderna: el último libro de Juan Carlos Mestre.
Yo no espero otra luz que la tristeza
De quien regresa a una escuela abandonada
Donde aletean todavía en la pizarra
Las mariposas blancas de la melancolía.
Si en el otro comentario era la melancolía como falsa permanencia, aquí hay un ejercicio aceptable de la melancolía como acción.
Besos, mi Condesa
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