Un regalo de Sergio Astorga

jueves, 26 de febrero de 2009

Relanzamiento y milagro: Compás de compasillo


Después de dos entradas duras y plomíferas (seguramente se aburrieron hasta las ovejas), hoy toca análisis, recapitulación y relanzamiento. He decidido retomar algo que no se quedó en el dique seco por mi gusto sino porque boomp3, el servidor de música que utilizaba y el único que se ajustaba a la columna de esta bitácora, pasó a mejor vida.

Después de probar unos cuantos reproductores de música nuevos, por fin creo que he conseguido adaptar uno a las dimensiones de su ubicación y a lo que quería obtener de él para ofrecérselo a Vds.

Vuelve por tanto a partir de hoy la sección fija de este blog que en su momento se llamó "La oferta del día". Con nuevo nombre y nuevos colores pero la misma filosofía y planteamiento. A partir de hoy se llamará "Compás de compasillo". Porque intento que sea ameno y asequible para todo el mundo. Que no se me aburran los escasos lectores y oyentes, vamos.

Cada dos o tres días aparecerá en la columna del blog una nueva pieza musical. Trataré de que que sea lo más agradable y ligera posible para que disfruten de ella y les alegre el ánimo, aunque no será una conditio sine qua non. Me conocen lo suficiente para saber que pocas condiciones hay en este blog. Tampoco habrá comentarios sobre la música. Me limitaré a adjuntar la ficha discográfica. En el espacio físico que ocupará habrá cabida para cuatro audiciones. Irán descendiendo conforme una nueva pieza se incorpore a la sección, hasta desaparecer. Cada trozo musical permanecerá disponible pues de 10 a 12 días, para quien llegue tarde o esté de vacaciones o simplemente para quien quiera escucharlo cuantas veces le apetezca.

Y como sé que la música nunca deja indiferente, el blogroll (esa pantallita verde situada justo debajo y que tiene por epígrafe Scherzando) estará a dsposición de todos Vds. para que dejen su opinión acerca de la obra publicada. Y allí podrán expresar lo que les apetezca. Tanto la sensación o la impresión que la obra les ha producido, como algún dato que quieran aportar sobre ella que pueda resultar de interés. Si lo prefieren, podrán usarlo también para saludar a los colegas, dialogar con ellos y, de paso y si se tercia, felicitarles las pascuas. Para eso está. Sé de sobra que todos Vds. son amables, correctos y educados con lo que no tiene que haber ningún tipo de norma o cortapisa sobre su utilización.

Hoy, como cosa excepcional, el extracto musical que siempre acompaña todas y cada una de mis entradas se traslada a la columna de la derecha para reiniciar lo que nunca debí haber dejado en barbecho.

Queda reinaugurado pues este modesto pantano musical, del que todos podremos volver a beber para saciar nuestras ansias musicales... (¡toma ya, Castelara!).

Mientras tanto, háganme el favor de intentar ser felices y convénzanse de que los milagros existen.

lunes, 23 de febrero de 2009

Concierto dominical, matinal y muy germano



Ayer pude finalmente descansar de tanto trajín, de tantas idas y venidas que me están atosigando en las últimas semanas. Me escapé al Auditorio. La ONE, dirigida por su maestro titular Josep Pons, interpretaba el Concierto nº5 para piano y orquesta en mi bemol mayor, op. 73 de Ludwig van Beethoven, "Emperador" y la Sinfonía nº5 en do sostenido menor de Gustav Mahler. Con ella y para la primera parte, un pianista de excepción Joaquín Achúcarro.

Hoy la entrada no va sobre la crítica del concierto. Doctores tiene la iglesia, eruditos todos ellos que sacarán su opinión en la sección Madrid de los periódicos de tirada nacional. De todas formas y haciendo un pequeño inciso, si alguna vez tienen oportunidad de escuchar a Joaquín Achúcarro tocar en directo, no se lo pierdan. El sonido que sabe sacar al piano es transparente y hermosísimo.

No. Hoy, simplemente voy a decirles que necesitaba ese concierto, que necesitaba escuchar música en directo. Podía haberme quedado en casa tranquilamente descansando y escuchar idéntico programa, pero no era lo mismo. Por esa razón me acerqué al Auditorio. A pesar de la mala educación del público, el directo te permite apreciar muchos matices que en el disco se empastan y confunden. El hecho de que se tratase de la obra de dos alemanes fue pura casualidad (aunque bien es cierto que ello sí pesó a la hora de comprar la entrada en septiembre pasado).

Esta vez no voy a cansarles con datos técnicos o biográficos. La condesa no anda últimamente para muchas florituras (no tiene tiempo), de modo que me limitaré a exponer las razones que me han llevado a hacer esta entrada. Sencillamente quisiera que compartieran Vds. conmigo la música que ayer escuché. Nada más. Resulta imposible retroceder en el tiempo y llevármelos a todos Vds. conmigo a la sala sinfónica, de manera que (esta vez sí) tendremos que conformarnos con grabaciones discográficas. Pero, como yo sí estuve en la sala de conciertos intentaré describirles el inicio musical de las dos obras para que, a continuación, sean Vds. solitos los que oigan y escuchen el resto.

Inicialmente escucharán el Primer movimiento (también el más largo) del concierto para piano nº5 en Mi bemol de Ludwig van Beethoven, el Allegro, aunque no en la versión del pianista bilbaíno, sino en la de un grande, grande que apareció hace bien poco en este blog: Wilhelm Backhaus. A la batuta, otro monstruo, Hans Knappertsbusch, dirigiendo a la Bayerisches Staatsorchester (orquesta del Estado de Baviera). Se trata de una grabación antológica tomada en directo en la Kongresssaal de la Musikalische Akademie de Munich, el 14 de diciembre de 1959. Orfeo, 1996




El concierto se inicia con una intervención muy temprana del piano (apenas tras las primeras notas), en una cadencia inusual, con puntuales intervenciones de la orquesta como contrapunto y que afirman rotundamente la melodía que interpreta el piano. Sin embargo, una vez acabado este primer pasaje, el piano desaparece para dejar paso a la primera intervención "solista" de la orquesta. Primero, las cuerdas. Después van apareciendo instrumentos de viento: en un primer momento flautas y oboes. Dialogan cuerda y viento. Inmediatamente se incorporan los otros instrumentos: percusión, resto de vientos, tanto metales como maderas. Surge así el primer tema del concierto, escueto, conciso, muy beethoveniano que después se abrirá en múltiples variaciones y con evocaciones evidentes de corte militar. Enseguida surge el segundo tema, con las mismas características del primero, pero musicalmente completamente distinto y mucho más suave. Después, la melodía va in crescendo y cuando parece que va a desembocar en un desenlace brillante y pomposo, se interrumpe para dar de nuevo entrada al instrumento solista. Éste retoma ahora el primer tema muy suavemente y se enreda en variaciones del segundo tema. Y hasta aquí puedo leer... A partir de este preciso momento continúan Vds. Pero sí quisiera hacerles notar que es muy fácil dejarse llevar en este movimiento de la "euforia" del tema militar. De hecho, es la opción que toman bastantes directores. Pero Knappertsbusch "mantiene a raya" a la orquesta, que se muestra bastante comedida a lo largo de toda la interpretación. Hay momentos de extraordinaria belleza, muy beethovenianos, que en ocasiones evocan clarísimamente ciertos pasajes de la Pastoral. Déjense llevar por la cadencia del piano y su bellísimo diálogo con la orquesta. Quizá les resulte un poco difícil la primera vez pero estoy segura de que, poco a poco, conseguirán distinguir los dos temas centrales. Si no lo consiguen, olvídense directamente de todo lo leído hasta aquí y disfruten de la música sin más.



Para ilustrar la 5ª de Mahler y como seguramente estarán hartos de oir en esta bitácora el cuarto movimiento Adagietto (siempre como un triste homenaje), les voy a regalar los oídos con el V movimiento: Rondó Finale: Allegro, de la Parte Tercera. La interpretación corre a cargo de la Orquesta Filarmónica Checa, bajo la dirección de Václav Neumann, grabada en la Sala Dvorak de Rudolfinum, Praga, en marzo de 1977 para SUPRAPHON. 1978.




Acomódense en sus asientos. La trompa inicia el movimiento; le responde el clarinete(si la memoria y el oído no me fallan). De nuevo trompa; ahora es el el fagot el que inmediatamente responde. A continuación entran oboes y flautas. Enseguida, el clarinete. Una vez más la trompa con oboes y flautas. Ahora vienen trompeta, trombones y tuba. Todo el viento, tanto madera como metal, inicia y desarrolla un tema alegre y fácil de memorizar. El viento calla y deja paso a la cuerda que repite el tema iniciado por el viento. A modo de un canon, primero cellos, con el apoyo de contrabajos, que se mantienen a lo largo de todo el pasaje. A continuación entran las violas y, por último los violines. Arpa. Toda la cuerda, en conjunto, repite el pasaje. A continuación, se alternarám el viento y la cuerda. Dialogan, se responden, oponiéndose o reforzándose. Se suma la percusión.

Todo este movimiento guarda referencias con otra canción del autor. Lob des hohen Verstandes (Elogio del alto entendimiento) de Des Knaben Wunderhorn (El muchacho del cuerno maravilloso). La canción habla del duelo canoro entre un ruiseñor y un cuco. El asno, encargado de juzgar, elegirá a este último por ser su canto más simple y fácil de comprender que el elaborado por aquel.
Se trata pues de una fábula alegre. El tema, falsamente sencillo y con aire de canción popular se desarrolla a lo largo de todo el movimiento hasta transformarse en el tema que marca el segundo movimiento de la sinfonía, atormentado y angustioso.
La quinta de Mahler es una sinfonía larga, más de una hora. Si alguna vez tienen tiempo y ganas, yo les recomiendo fervientemente su audición (si es que muchos de Vds. no lo han hecho ya). Lo primero que les llamará la atención es que una obra que se inicia de forma dramática, angustiada y angustiosa, desgarrada en sus dos primeros movimientos (Primera parte), enlace con una segunda parte en scherzo, para terminar con un Adagietto y este Rondó en allegro que conforman la tercera parte. Algunos críticos y musicólogos han acusado a Mahler de que esta obra carece de unidad y su estructura falla como obra única. Para el compositor alemán una sinfonía era "un mundo". No se extrañen pues de que su ideal sinfónico se cumpla aquí a la perfección.

La audición musical de hoy es larga, pero creo que merece la pena. Para compensar, les prometo que la próxima irá sobre algún italiano o francés. Mientras tanto, les dejo en buena compañía. Disfrútenla.

[No quisiera despedirme sin citar que para confirmar algunos datos de esta (me temo que como siempre), larguísima entrada he contado con la documentación que aparece en el programa de mano del citado concierto, escrito por el compositor Víctor Estapé. ¡Qué le voy a hacer! Esta condesa también se pierde a veces con el desarrollo de los temas y sus múltiples variaciones].


lunes, 16 de febrero de 2009

Premios Limonada





Hay un chico casi casi nuevo en la oficina de la blogocosa, que se ha ido ganando poquito a poco y más pronto que tarde el aprecio de un montón de gente. Se llama Jose (así, sin acento) y su bitácora, Nueva Era. Se la recomiendo a todos Vds. Porque los 21 añitos de aquél le han otorgado a ésta la frescura, el humor y la necesidad imperiosa de contar todo aquello por lo que siente debilidad o interés, todo lo mal hecho y denunciable o, a veces, nada más y nada menos, lo que hace daño o se añora.

Y Jose me ha dado un premio. Y a mí me siguen gustando los premios. Lo acepto con gusto y sigo ronda... y el que no se haya escondido, que se esconda.

Éstas son las normas:

1. Poner el logo en el post o en el blog.
2. Nominar al menos a otros 10 blogs que muestren gran Actitud y/o Gratitud.
3. Asegurarse de enlazar bien a los nominados en el post.
4. Hacérles saber que han recibido este premio mediante un comentario en su blog.
5. Esparcir el amor y no olvidarse de enlazar a quien te premió.


Mi premio Limonada va pues para:

Acero bolchevique

Aidarte

Amanece que no es poco

Coffee and cigarettes

El costurero

El martillo sin dueño

Forsì altro canterà con miglior plectio

La Corrala

Llibre primer

Pablo, la música en Siana


Ni que decir tiene que si alguien quiere apuntarse, por mí encantada de añadirlo a la lista.

He seguido al pie de la letra las tres primera normas. Al igual que Jose, creo que voy a saltarme la cuarta. Lo siento, pero no me va eso de dejar mensajes, diciendo: "Te he dado un premio..." o algo parecido. Por lo que respecta a la quinta... he cumplido escrupulosamente la segunda parte, pero me temo que eso de "esparcir amor" me va a resultar más difícil dada mi edad provecta... A cambio, les regalo algo de música; en este caso, la más apropiada que he encontrado para tales eventos. Con ella les dejo. Que la disfruten.