Un regalo de Sergio Astorga

jueves, 22 de abril de 2010

Reapertura segunda Levantino cartaginesa.


(Fotógrafo: Marcus Miranda, de Canadá. Vía 123rf

Variaciones Goldberg vuelve a abrir hoy sus puertas por un motivo tan importante como el de la semana pasada. Así pues, nueva rotura de candado porque nuevas razones lo merecen.

Mañana, día del Libro, en la Librería Aviraneta de la calle San Bernardo 128 de Madrid, tendrá lugar un acto especialísimo. Y lo es, en primer lugar porque se trata de la presentación de un libro y eso ya de por sí es meritorio en los tiempos que corren. Pero es que además su autora es también muy especial. Por lo cercana, por lo querida y porque forma parte del mundo bloguero en general y de ese grupo dentro de él que ha publicado obra, en particular. Como ya la precedieron Nano, de Ángeles sobre Berlín; Ramiro, de Cuaderno de Fulgores; Aroa de el viaje de las pléyades; María, de María y su vestido a rayas; Lara, de Guarda tu amor humano; Diego, de Las palabras del agua ; Fernando, de La nave de los locos (seguro que me olvido de alguien. Ruego encarecidamente que me perdone). Y como inmediatamente después la ha seguido Charles de Batz, de Tornavientos. Y como, a no mucho tardar y con seguridad, lo harán Gemma Pellicer de Sueños en la Memoria, Izaskun Legarza de Siempre con historias o Joseba Molina de Cerezas en la nieve. Para mí, personalmente, existe una tercera razón. Nació en Sax y ese pueblito de la provincia de Alicante significó para mí muchas cosas cuando era pequeña y lo veía un par de veces al año, al borde de la carretera, camino de Alicante. Su castillo con su tortuga y su Virgen recortadas sobre un cielo limpio que olía ya a iodo y brea, era anuncio de proyectos e ilusiones veraniegas o promesa de un recuerdo vivo hasta el año siguiente.



Compré Dido, reina de Cartago cuando salió y literalmente lo devoré. Y me gustó tanto y me lo pasé tan bien al leerlo que fue regalo de Reyes para tres de mis amigos más queridos.

He seguido de cerca las críticas sobre la obra, las entrevistas realizadas a su autora, la reseña de Mita en Corrientes de Agua y azahar. Este libro además me ha ayudado a recordar La Eneida de Virgilio, leído en primer curso de carrera y olvidado ya en muchos detalles.

Y sin embargo, esta Dido es tan distinta a la que aparece en los clásicos y a la de las múltiples versiones literarias o musicales que de ellos bebieron...

No quiero destriparles lo más mínimo la obra de Isabel. La novela, Dido y la propia autora se merecen ser leídas por Vds. Ni se imaginan hasta qué punto van a divertirse con ella. Pero sí les diré que se opone a los textos latinos en algo fundamental: la forma de narración y la visión que Barceló da del personaje.

Su estilo narrativo es limpio, que no simple; conciso y claro, que no simplista. Poliédrico y lleno de matices, que no árido ni farragoso. Y con una capacidad de cautivar tal que Vds. también lo devorarán.

Y les aseguro que se enamorarán de esa mujer fuerte, valiente, honesta y generosa hasta el límite que fue Dido. Aprenderán a conocerla tal y como debió de ser realmente, con independencia y a pesar de lo que digan las crónicas oficiales y la tradición.

Durante y tras su lectura, he escuchado y visto varias veces la ópera de Henry Purcell, Dido y Eneas. Es una lástima no poder hablar ahora de ella pero eso volvería esta entrada excesivamente larga y plomífera y restaría fuerza al verdadero motivo de ser de la misma y protagonismo a quien hoy lo tiene en esta casa en razón única y exclusiva de su propio mérito: Isabel Barceló.

Límitense pues a escuchar las piezas de la misma que hoy les traigo como acompañamiento al texto que pronto tendrán el placer de saborear. Oír la música del compositor británico siempre es un halago al oído.

Y, por favor, los que viven en Madrid, no dejen de ir a saludar a Isabel, nuestra Isabel Romana de Mujeres de Roma y escuchar la presentación de su novela. Habrá posterior charla y vinito. Lo pasarán bien y saldrán de la libreria con un autorregalo bajo el brazo que les proporcionará serenidad, placer y belleza durante las horas que dure su lectura y un sabor espléndido de boca en el recuerdo, una vez terminada. Yo he vuelto a leerla en estos días y no dejo de darle las gracias a Isabel por escribirla.

Acudan pues a la cita los que puedan y buenas tardes a todos.


H.Purcell (1959-1695). Dido y Eneas. English Chamber Orchestra. Dir.: Sir John Barbirolli. Dido, Victoria de los Ángeles. Belinda, Heather Harper. Coro, Ambrosian Singers. EMI, 1966 y 1995.

14 comentarios:

Librería de Mujeres Canarias dijo...

Sin duda sobran los motivos para la reapertura. Desde la isla que me vive sigo esperando la llegada del libro de Isabel ya reencargado y que seguro me gustará. Por ahora envidiar a los que mañana estarán presentes en el acto y recordar que mi pensamiento los acompañará.
De nuevo todo mi empuje para Isabel, y para todos un abrazo,

Sergio Astorga dijo...

Desde lejos, controlando mi ansia por estar, deseo a Isabel muchos lectores.
Apertura necesaria.

Abrazos desencadenados.
Sergio Astorga

RGAlmazán dijo...

Allí nos vemos, condesita.
Besos

Salud y República

Ciberculturalia dijo...

Me alegro por dos motivos. Siempre es un placer recibir a un nuevo libro máxime si este viene recomendado por firmas competentes.

Y el otro motivo es que has vuelto a abrir tus puertas. Genial. Me alegro.

Nos vemos. Un beso

Freia dijo...

Siempreconhistorias

Querida Izaskun. Sí que vamos a echaros de menos a unos cuantos. Vamos, que entre los que iremos y los que estaréis aunque no estéis, vamos a estar, afortunadamente, como en el camarote de los Hermanos Marx.
Te va a encantar esa Dido reinvindicada por Isabel y mucho más real.
Un abrazo

Sergio Astorga

Los habrá Sergio, tenlo por seguro.
Abrazos de reapertura.

RGAlmazán

Allí nos vemos don Rafael, que hace ya demasiado tiempo que no nos hemos echado la vista encima.
Un abrazo.

Ciberculturalia

Carmen, el libro se recomienda solo. Ya verás qué delicia.
He vuelto a abrir mis puertas a las personas y obras que lo merecen. Alguna más queda todavía en el tintero.
Y mientras estoy liada con motivos que lo merecen se me ha ido olvidando la pena y la tristeza. Toda una terapia ocupacional.

Un beso fuerte. Nos vemos,

Gemma dijo...

Me encanta esta insistencia tuya -inevitable, por lo que parece- de descerrajar portales y cerrojos.
;-P

(Resulta muy propio de ti, además).
Besos, Gräfinita

Freia dijo...

Jajajaja

No pensé yo que mi oficio fuera descerrajar, ni sensu stricto, ni sensu lato.
Pero puede que no andes descaminada.

Lo mío con los cierres del blog es como cuando enciendes un cigarrillo porque no llega el autobús. Es encenderlo y el bus viene. Pues yo cada vez que digo que echo el cerrojazo, resulta que es cuando más escribo. Jajaja.
No deja de ser un curioso lazo de Moebius ;-pp, meine Zaubererin.

Anónimo dijo...

Freia, todo precioso, el artículo y la música!
Además de que Dido es una novela superentretenida, Isabel es una persona encantadora.

Küsse

Freia dijo...

Mita

Para mí, conocer a Isabel ha sido una agradabilísima experiencia personal. Y te diría que los dos rasgos que destacaría en ella, así a voz de pronto, son calidez y dulzura.

Fue un placer compartir con ella y con más amigos blogueros la presentación de su libro, la charla y las cañitas de después.

Un abrazo fuerte, Mita. Te debo una visita lenta.

Isabel dijo...

Freia, siguiendo tus consejos, aunque ya sabía del libro por otros dos blogs que frecuento, vuelvo a leer tu punto de vista, guiada siempre por tu buen hacer en la escritura. Si alguien me había de convencer finalmente eres tú y volver ayer de Roma para salir a buscarlo.
Gracias por tus consejos.
He observado que has abierto del todo el candado y eso me gusta.
Abrazos

fra miquel dijo...

Bueno, buenooo! Que alegria verla posteando como en los mejores tiempos!
El libro tendré que leerlo. Tan pronto como pueda lo busco. El blog de Isabel ya mismo voy a hojearlo. La música preciosa.
Que alegria, insisto!
Espero que no me recomponga los candados!

Un sicero abrazo

anarkasis dijo...

¿verdá que sí fra miquel, que es una alegría verla dando postazos?.. ¡con esos alemanes que gasta!,
Me imagino que debe medir 2,30 y tener voz cazallera seguro..
Un día se pone las botas de montar a lo Musolini y nos da unos puntapies a tolas trolls...que no nos va a amparar la distancia virtual

Isabel Barceló Chico dijo...

Muchísimas gracias, freia, por este texto tan apasionado y hermoso. Para mí fue una alegría enorme el poder abrazarte - más todavía cuando gracias a tí había podido escuchar la maravillosa ópera de Purcell, y compartimos amores por ese castillo roquero que protege mi pueblo - . Ha sido un encuentro maravilloso, en el que me he sentido muy arropada, como en casa, rodeada de amigos y buenas vibraciones... Nadie puede darme más.
He colgado una breve crónica en mi blog, (con retraso y dificultades, porque tengo roto el ordenador y estoy de prestado, eso siempre complica las cosas). La reina Dido ha quedado tan contenta, que amenaza con volver para la Feria del Libro...
Un abrazo muy fuerte y un millón de gracias.

Freia dijo...

Queridos todos: perdón por el retraso. Esta condesa anda muy atareada desde hace unos días lo que, por otra parte, es una excelente señal.

Isabel

Jajajaja, querida. A buen árbol te has arrimado. Más vale que te fíes de los otros blogs porque te aseguro que mis conocimientos de crítica literaria son inexistentes. Me muevo como en tantas otras cosas, música incluída, por sensaciones y emociones. Y desde esas emociones te lo recomiendo vivamente.
Tengo un par de entradas tuyas pendientes de leer y comentar. Necesito algo de tiempo, pero prometo refugiarme mañana o pasado en tu costurero. No sabes hasta qué punto tus hilos me han ayudado a hacer zurcidos casi invisibles en el ánimo.
Un beso muy fuerte.

Fra Miquel

Le prometo que por el momento no recompondré los candados, pater.
La culpa de esa apertura también tengo que achacársela a la primavera. Dado que yo no padezco de alergias, por fortuna, y que este año ha venido cargada de verde, flores por todas partes, calor y sol, me ha ayudado mucho más de lo que Vd. cree a recomponerme.
Veo que desde su banco hay nuevas vistas y nuevos posts florecidos en su libro primero. Este fin de semana me paso sin falta.
Por aquí el árbol del amor y las glicineas, el espliego y el romero están pintando todo de morado. ¡Qué gusto!
Un abrazo

Anarkasis

Querida, jajaja, te voy a dar yo alemanes. Sí, sí no vas descaminada: 2,10 de estatura y voz de contralto bachiana. Caliente, caliente...
Jajajaja. Yo nunca arrojaría de mi blog a puntapiés a nadie y menos con las botas de Mussolini. Y a ti, menos que a nadie.
Un beso querida para ti y tus amantes.

Isabel Romana

Ya me lo he leído de cabo a rabo. Y me he sentido tan bien, que me dan ganas de volver a abrir tu libro y léermelo otra vez.
Un beso fuerte y cuenta con que nos veremos en el Retiro para la Feria.