Advertencia previa:
Esta entrada lleva escrita y programada casi un mes antes de que Vds. la lean y no habrá respuesta a sus comentarios si éstos se dan. No suelo recurrir a la programación y no me gusta el no poder contestarles, pero no me queda más remedio puesto que no andaré por aquí cuando se publique.
Si la huelga se desconvoca porque se han cumplido sus objetivos antes del 29S (cosa que dudo) o ha surgido alguna variación importante, quedará, obviamente, sin motivo y desfasada. Sepan tenerlo en cuenta en caso de que esto suceda.
Si es que no se puede dejar la bitácora en manos de quien no se debe. Ya deberías saberlo, condesa. Me marcho de vacaciones y un secretario sempiternamente enfurruñado y una administradora sosa, aburrida, tontorrona y sin estilo me han dejado el blog manga por hombro y lleno de topicazos y mala uva. Y encima, Fafner no es que haya trabajado precisamente mucho en mi ausencia. De la otra no hablo que, al fin y al cabo, es la que tiene la facultad de borrarme como colaboradora de un plumazo y con un solo dedito (el siniestro, natürlich).
Vamos allá, condesa. Arremángate el polisón, ponte un pañuelo a la cabeza, toma el plumero y los trastos de limpiar y dedícate a poner orden en las Variaciones. Que se note que has vuelto.
Robert Koehler - La huelga. 1886. Óleo sobre tela. 281,30 x 184,47 cms. Deutsches Historisches Museum (Berlin)
Cuando los músicos al servicio del principe Nikolaus Esterházy se quejaron amargamente a Haydn de los meses que llevaban en Esterházia, residencia de verano de aquel, y por tanto fuera de Eisenstadt y lejos de sus mujeres e hijos, quizá estuviera surgiendo un nuevo género musical: el reinvindicativo. No sé ni siquiera si no habría habido antes otras composiciones, clásicas o populares (seguramente en los Carmina Burana medievales es posible que encontremos antecedentes, si no de peticiones justas al menos de burla del poder establecido), de este tipo. La primera en el tiempo de la que yo tengo conocimiento fue precisamente ésta. Y porque Haydn, que se incluía en el grupo de servidores, consideró que las peticiones eran justas, dignas y la protesta se volvía necesaria, compuso la bellísima, muy original y archiconocida sinfonía nº 45 o sinfonía "de los Adioses". Como seguramente recuerdan todos Vds., en el último movimiento y con objeto de hacer efectiva la protesta, los músicos, aprovechando la levísima luz, fueron abandonando poco a poco sus asientos y apagando la vela de sus atriles. Finalmente quedaron solo dos violines, interpretando sottovoce el final de la pieza. Uno de ellos era el propio compositor.
En verdad, aquello fue una huelga comm'il faut. Bien que breve, que no andaban los tiempos ni los derechos laborales para mayores florituras. Y lo mejor de todo: las reinvindicaciones fueron escuchadas. El príncipe Esterházy se dio por aludido y las peticiones fueron atendidas porque consideró que sus músicos tenían razón y que había llegado el momento de regresar a Eisenstadt. Haydn fue pues, salvando las distancias y permítaseme un abuso historiográfico, un enlace sindical muy pero que muy efectivo en el gremio de los artesanos músicos.
J. Haydn (1732-1809). Sinfonía nº 45 en fa sostenido menor, Hob. I/45. 1772. Abschiedssymphonie (sinfonía de "Los Adioses"). Concierto de Año Nuevo de Viena, 2009. Orquesta Filarmónica de Viena. Director. Daniel Barenboim.
(Vía abencerraje)
(Como Deutsche Grammophon, de tanto en tanto, obliga a youtube a eliminar los vídeos con copyright DG, les dejo esta versión "solo para escuchar" con objeto de que al menos ella permanezca activa en el blog. Además, así pueden oír la obra entera si es que les apetece)
(Vía beaumarchais)
Pero las cosas no siempre son tan sencillas ni con tan fácil arreglo. No quiero hoy hablarles de la multitud de huelgas y reinvindicaciones que recoge la Historia a lo largo de los últimos tres siglos. No soy quién para ello y gente hay docta en la materia. No es ese mi propósito. La sinfonía de Haydn me sirve como preludio a una entrada bien distinta de las que Vds. están habituados a leer, ver y oír en este blog. Pero es que, en ocasiones, hay que "pringarse" (palabra feísima para una condesa) pero absolutamente necesaria en el post de hoy. Y sí, señores, la condesa hoy se "pringa" y se va a limitar a exponer por medio de imágenes, texto y piezas musicales su opinión sobre la proximísima huelga del día 29, su postura con respecto a ella y las razones en que se apoya. También saben Vds. de su más que demostrada moderación en materia de asuntos de la res publica, como en casi todo por otra parte. Soy de natural poco radical en gustos, criterios y tomas de posición. Por tanto, respeto el derecho de cada cual a exponer o no libremente opiniones contrarias a las mías. Faltaría más. Opiniones éstas siempre que se versen y basen también en actitudes de respeto hacia los otros. Eso, huelga decir (nunca conseguiré librarme de los juegos de palabra tontos) no quiere decir ni mucho menos que comulgue con ellas. Respeto el derecho de cada cual a exponerlas, pero no tengo por qué respetar la legimitidad de lo que diga, máxime además si está basado en la desfachatez, el poder que otorga el dinero, las ideas xenófobas o cualquier otra razón de parecida índole, como único argumento.
Andando pues.
Andando pues.
G.Cailleboute- Raboteurs de parquet (Los acuchilladores). 1876. Óleo sobre tela. Musée d'Orsay, Paris.
D.Viglietti . Me matan si no trabajo.
(Vía javier_dhc)
Efectivamente, me matan si no trabajo y si trabajo me matan. No, no se crean que el lenguaje está tan obsoleto como llevan meses y años diciéndonos los "liberales" (¡qué manera de pisotear una palabra tan hermosa y que tanto significa!). Las cosas no han cambiado en algunos puntos tanto.
¿Y qué sabe de todo esto una condesa desocupada, ociosa y frívola? Pues miren, no mucho. Pero esta "condesa", a su manera, se mojó lo que pudo. No voy a aburrirles ahora con mi historial porque, entre otras cosas, sería un insulto para buena parte de los visitantes de esta bitácora en el sentido de que ellos hicieron y se movieron mucho más que yo. Pero algo de derecho moral me da el haber estado suspendida de empleo y sueldo alguna vez que otra por hacer huelga, allá cuando todavía eran ilegales y se hacían en el trabajo y los grises venían a echarnos de él, llamados para más inri por los empresarios. Y el haber pasado tres años en un Comité de Empresa, en una época en que aún existían listas abiertas (¡qué tiempos!) intentando hacer mi trabajo lo mejor que supe. Y el haber participado durante 32 años de vida laboral activa en todas las huelgas que se convocaron fueran del sector, laborales o generales. Todas, seré sincera, excepto dos. La primera porque la convocaron los empresarios y los sindicatos amarillos (manda güevos con el sector de Banca) y la otra, porque acudir a la huelga general del 20 de junio de 2003 representaba que todas las ventajas y permisos que mi jefe me estaba dando off the record para cuidar de mi madre, ya en estado terminal, se me iban al garete como represalia si acudía a la huelga convocada. No me siento orgullosa de aquello, pero tampoco me avergüenzo excesivamente. A veces las prioridades mandan. Las cosas fueron así y punto. Acudí a la manifestación posterior y procuré currar lo menos posible aquel día. Eso por no hablar de reuniones de célula clandestinas, aunque nunca milité en el PCE (soy vaga, anárquica y poco dada a acatar normas en general) o preparación de "festivales pro" de todo tipo (era pardilla y me enganchaban siempre). Como casi todos Vds. hace tiempo que perdí la cuenta de las manifestaciones a las que acudí y acudo. (Al final, les soltaste el historial para darte ringorrango de "progre"... ¡ay, condesa, condesa, que el orgullo y la vanidad te pierden!). Ya sé que todo esto no significa mucho (por fortuna otros trabajan mucho más que yo y eso hace avanzar) pero sí me sirve para decirles a los que todavía no lo tienen nada claro, que la huelga del 29S es necesaria, digna, justa.
Las razones que me llevan a estar de acuerdo con ella son múltiples y están en la mente de los que van a hacerla. No se tratá solo de decirle al gobierno socialista que ya está bien, que hasta aquí hemos llegado, que ya vale. Que también. Se trata de muchas más cosas.
Miren Vds., soy muy simplista en materia de política debido a la ignorancia. Procuro aprender día a día y algunos de los lectores de las Variaciones me han influído más de lo que piensan. Y como soy simplista y no sé hacer análisis sesudos lo diré a la pata la llana, como decía mi abuelo el de Ávila. No es de recibo, ni legal, ni moral, que la crisis la tengan que pagar los de siempre. Porque la han pagado los de siempre: los asalariados y las pequeñas empresas. Y si éstos son inmigrantes y mano de obra poco cualificada, y teniendo en cuenta el estallido de la burbuja inmobiliaria, todavía más. No me valen argumentos como que las cosas están mal y hay que arrimar el hombro. No señor. Que lo arrimen los que más tienen por una vez en su vida. Si el gobierno hubiese recuperado el Impuesto sobre el Patrimonio, no hubiese subido ese impuesto tan discriminatorio que es el IVA, hubiese obligado a los empresarios a crear abundantes fondos de reserva para cuando llegaran las vacas flacas y así evitar el enriquecimiento personal y que éstos se saquen el despido de la manga cuando les viene bien y a precio harto módico. Si la creación de empleo hubiese sido para este gobierno un objetivo prioritario. Si hubiese dictado medidas para controlar a los bancos y resto de entidades financieras (fondos de inversión, etc.) y evitar desmanes, bulos, infundios, etc. obligándoles además a realizar su trabajo que es el de prestar dinero para que se posibilite la creación de empresas y puestos de trabajo. Si se hubiesen reducido los gastos en armamento y subvenciones a la Iglesia a fondo perdido y no en cultura, educación y transportes. Si se hubiese gravado a quien más posee y derrocha y dilapida con obscenidad delante de nuestras narices. Si (hay tantos síes todavía por enumerar)... Pues entonces, a lo mejor, yo habría consentido en ser solidaria. Y habría consentido yo. No que me obligaran, como les pasó a los funcionarios o a los pensionistas o a tantos y tantos que trabajan en la empresa privada.
Pero cuando todo esto no se da y encima el PSOE se dedica a congelar o rebajar las pensiones de los menos favorecidos, a suprimir subsidios que palien un poco la miseria de la falta de empleo, cuando se dedica a reducir y congelar salarios de funcionarios públicos, ejerciendo un clárisimo acto de abuso y atropello de derechos, cuando aprovechando el verano nos cuela una reforma laboral muy dura y sin que hayamos tenido posibilidad o capacidad de reacción, cuando nos van a alargar la vida laboral por el artículo 33 y por consiguiente más años de cotización y menos de disfrute de pensiones... Pues entonces, desde mi punto de vista, no queda más remedio que decir que NO, que no nos valen sus argumentos ni los de sus opositores o aliados temporales. Que no, hombre. Que las clases altas no han notado en absoluto la crisis. Y lo que es peor, en algunos casos se han enriquecido todavía más si cabe.
Para mí, no será ésta una huelga solo contra el gobierno y no aspiro solo a que tenga eco en este país. Lo es también contra quienes manejan y manipulan el dinero, los que evitan que ciudadanos en la miseria puedan vivir, alimentarse y educarse dignamente. Contra los bancos y entidades financieras. Contra el PP y los empresarios que presentan esa actitud de buitre al acecho, esperando a que la carroña les sea servida en bandeja...
Y porque ya está bien. ¡qué narices!
Que sí, que lo sé. Que seguramente algunos de Vds. pensarán que soy panfletaria, de lenguaje anticuado y vocabulario obsoleto. Pero es que no corren buenos tiempos para la lírica. Hay que ser efectivos y desenterrar viejos términos que aún son necesarios. No se crean que están tan viejos, ni mucho menos.Y porque a lo mejor resulta que hace falta volver a utilizar vocablos escondidos desde hace mucho tiempo por temor a ser tratados de sectarios, demagógicos, maniqueos. Es que todavía hay muchas cosas por reinvindicar. Todavía muchos trabajadores se ahogan en este país bajo el peso de la economía sumergida o clandestina. que permite desmanes de topo tipo por parte de una cantidad nada desdeñable de contratadores ávidos de mano de obra barata y a costa de lo que sea. No se crean que en algunos aspectos hemos mejorado tanto.
Al principio se pensaba que después de esta crisis, el capitalismo desaparecería por periclitado. Pero los expertos se equivocaron y mucho. Ha salido reforzado. Si antes vivíamos inmersos en un capitalismo basado en el trabajo obrero, ahora ha surgido un hermano, más grande aún y feroz y que no necesita el trabajo para desarrollarse. Que surge, se alimenta y se enriquece directamente del dinero en sí mismo. Un capitalismo financiero frente a un capitalismo a la clásica. La mano de obra cada vez les resulta menos necesaria. Puede enriquecer a quien se suba a su carro de forma mucho más rápida y en mayor cantidad. Y como no nos pongamos las pilas se nos van a llevar por delante.
Pues eso. Que hay razones más que suficientes para acudir a la huelga. No pensemos que por estar pre o jubilados, tener algunos ahorros o un sueldo digno procedente del esfuerzo de toda la vida o pensar que nuestras condiciones particulares de trabajo son buenas no nos va a tocar. Si actuamos como si la cosa no va con nosotros, ocurrirá como en aquel poema de Bertold Brecht en que el que narraba pensaba que a él no vendrían a llevárselo nunca. No seamos tan ingenuos. Esto no son más que los primeros coletazos y como no intentemos ponerle freno, a la siguiente embestida quizá ya no podamos.
Cada cual que actúe como crea que debe actuar, pero aquí y ahora y desde esta bitácora, yo les hago un llamamiento a la huelga en toda regla. Eso sí, con música y pinturas, que siempre se agradece algo y las notas y los pinceles no andan reñidos (como podrán comprobar si tienen algo de tiempo) con la historia (la nuestra, ahora) ni tampoco con la Historia, la importante y con mayúscula...
Cantos populares anarquistas. A la huelga.
(Vía unadelas2)
La Polla Records. Huelga general
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(Vía de Pablo)
Amparo Ochoa. Vamos juntos.
(Vía spartakku)
J. Sorolla (1863 -1923 ) - Y aún dicen que el pescado es caro. 1894. Óleo sobre lienzo. 153 x 204 cms.
Museo Nacional del Prado. Madrid.
... Y tampoco vendría mal que recordásemos eso tan manido de que quien la olvida, está condenado a revivirla. Y también, de que la fuerza para cambiar las cosas está exclusivamente en nosotros y de nada vale actuar por separado.
Quilapayun. Canción Final. Cantata de Santa María de Iquique
(Vía afinidadesselectivas)
Tienen Vds. toda la razón del mundo. Ha sido una entrada excesivamente larga. Casi, casi tremebunda. Ya saben, la "condesa" padece de incontinencia verbal oral y escrita y, cuando le da, no hay quien la pare.
Para que no obstante este post termine con una cierta serenidad, que tampoco es mala a la hora de tomar decisiones y de salir a la calle, les dejo con una de las músicas que más me ha enamorado en el cine. Y porque los movimientos sociales reinvindicativos y de lucha, que fueron tan importantes en el XIX y el XX, sigan siendo una alternativa clara de futuro en este aún ni siquiera adolescente y ya maltrecho siglo XXI
G. Pellizza da Volpedo (1868-1907) - Lo quarto Stato. 1898-1901. Óleo sobre lienzo. Galleria d'arte Moderna. Milán
Ennio Morricone. Forse basta - Romanzo. Novecento.
(Via Janapi)
Ennio Morricone. Forse basta - Romanzo. Novecento.
(Via Janapi)
¡Por el triunfo de la huelga del 29S!
Si he sido panfletaria, demagoga, vehemente, maniquea.... Pues se aguantan Vds. un poquito, vamos hombre. Que una vez al año no hace daño. Y me voy a arengar a las masas (c'est 'a dire: a Fasolt y Fafner, que es que tiene narices que tenga que ser la señora la que incite a parar a sus subordinados).
Hasta más ver.
Hasta más ver.