Un regalo de Sergio Astorga

lunes, 29 de septiembre de 2008

VIDA


Hoy el cuerpo y el ánimo me piden compartir con Vds. esta música.


No me pregunten por qué. No sabría ni podría responderles...





sábado, 27 de septiembre de 2008

Carta de amor ya imposible



Querido Paul:

¿Cómo has podido hacerme esto?

Estaba trabajando en una entrada para la bitácora cuando me ha sorprendido como un trallazo la noticia de tu muerte. Sabes que siempre fuiste, desde mis ya lejanos 12 años y junto con Cary, mi favorito. Y cuando él desapareció, nunca, nunca ningún otro pudo ni ha podido hacerte sombra.

Te podría decir que fuiste uno de los grandes, que no sólo eras una cara bonita en un mundo que fagocitaba con extraordinaria facilidad a sus actores, fabricando con ellos ídolos caídos y muñecas rotas. Te mantuviste ahí, en la cima, brillante, espléndido, poderoso, con luz propia. Te podría decir que me enamoré de ti y de todos los "" que fuiste. Me enamoré de tu altivez, tu indolencia, tu ambigüedad sexual, o tu apostura, a ratos cínica y a ratos tierna.

Y todo eso sería tan sólo una verdad a medias. Porque lo que realmente me dejaba casi sin aliento desde que apenas era una cría era tu inmensa mirada azul. Para mí, la mirada más hermosa de todo el celuloide, la que me conmovía desde la oscuridad del patio de butacas y en la que podía sumergirme y perderme cuando las cosas no iban todo lo bien que yo quería.

Y hoy se ha apagado para siempre y yo no he tenido tiempo de decirte que mi mundo será a partir de hoy un poquito menos luminoso y una pizca más triste.

¡Hasta siempre ojos azules!




Ella Fitzgerald - Always. Best of the Song Books 3. Verve, 1996

texto

domingo, 21 de septiembre de 2008

Regreso y cambio de planes con premio

Buenos días a todos

No siempre es fácil regresar cuando uno tiene previsto y quiere. A veces las circunstancias mandan y el largo y cálido verano también. Discúlpenme Vds. por haber alargado mis vacaciones más de lo conveniente pero el sol de septiembre y yo siempre hemos sido buenos amigos y este año se ha resistido a dejar paso a su colega otoñal. No iba yo por mi parte a fallarle.

Lo cierto es que desde que Fasolt se retiró no debería dejar el salón tan abandonado, que luego pululan por aquí musiquillas de catalanes, castellano-leoneses y mafiosos de ojos azules. Pero tendré que irme acostumbrando a que, de tanto en tanto, mi sitio se vea ocupado por advenedizos... Pero, en fin, no lo haré más largo para entrar en materia cuanto antes y recuperar el tono habitual de esta bitácora.

Supongo que me creerán si les digo que pensaba regresar en plan muy, pero que muy, guerrero y por supuesto con Herr Richard al frente pero de un lado temía el rechazo de una parte no desdeñable de los lectores de este blog y, de otro, la concesión de un premio ha venido a dar al traste con el primer proyecto. Yo estoy encantada del cambio de planes, ya saben todos Vds. de mi natural narcisista, de modo que un premio siempre es bienvenido aquí. Imagino que la facción italo-reivindicativa estará más contenta todavía.

El caso es que doña Augusta II, dueña y señora de Aídarte me ha otorgado un Premio al Esfuerzo Personal 2008 y yo estoy que no quepo en mí de gozo. Lo coloco en lugar bien preeminente:



y, de paso, cumplo con el resto de los requisitos:

Requisitos exigidos en el Premio al Esfuerzo Personal 2008:

a) Colocar la imagen del premio.
b)Mencionar el blog que otorga el premio y vincularlo con un enlace.
c)Proponer, como mínimo, otros cinco premiados.

Las dos primeras condiciones están cumplidas. Ya sólo me queda la parte más difícil: realizar mi propia elección. Me dejaré a propósito en el tintero a todos los ya premiados para no repetirnos en exceso, de modo que mis cinco galardones van para:

Kabila. Porque aunque su hija se ha visto obligada a apearlo de las nominaciones para evitar caer en el nepotismo, esta condesa le otorga el premio con todos los honores ya que es y será siempre mi preferido. Y les aseguro que, aunque la aristocracia ya no es lo que era, me importa poco que me acusen de favoritismos. Su blog, de esfuerzo diario, es un termómetro de la actualidad desde la perspectiva de la ecuanimidad, la diversidad de opinión y el respeto por todo y todos siempre que ellos respondan de la misma manera.

Bolche. Porque sus análisis políticos, trufados de un sentido especialísimo del humor, lo hacen bitácora imprescindible en este país cada vez más marrullero y adocenado. Y además porque es uno de mis mejores amigos y me apetece y quiero que así sea.

Cerezas en la nieve. Porque mi querido elefante azul tiene un blog de poesía, dibujo, relato, caricatura y mucho más, para quitarse directamente el sombrero. Y además, a título personal, porque sus palabras a veces han sostenido el mundo en las patas minúsculas de un gato.

Ángeles sobre Berlín. Uno de esos escasísimos blog-refugio, en el que van de la mano buena literatura, buenos consejos sobre literatura y un espíritu solidario cada vez más rara avis en los tiempos que corren. Y porque todo ello sale de la mano y el aliento de un "individuo comm'il faut" y él sabe que no le falto al respeto al llamarlo individuo sino todo lo contrario.

Cosimo el baron rampante. Porque visitar su jardín es una delicia comparable a las mejores audiciones musicales. Porque sabe de música (siempre lo he dicho y lo mantendré) mucho más que yo y por la delicada elección de sus vídeos, piezas musicales o reseñas literarias o de pensamiento. Siempre he pensado que el barón y su bitácora son un lujo en los tiempos que corren.

Y como desde hace mucho tiempo cualquier entrada de este blog lleva siempre un bonus track, les dejo con un señor que es y será siempre conocido por la misma obra, lo que no deja de ser una desgracia como otra cualquiera teniendo en cuenta que compuso, por ejemplo, algún concierto para cello de los de disfrutar despacio y con mucha atención.



Volveré en breve. Lo prometo.

domingo, 14 de septiembre de 2008

Días de vino y Roses

[Para Alucinao, al que últimamente le he robado el título de un post de forma involuntaria, y alguna que otra música de Bach, con total alevosía, y de cuyo último comentario en mi blog volví a robar buena parte de la idea de esta entrada y, desde luego, literalmente el título (excelente comentario y consecuentemente excelente título, de ésos que podría haber firmado don Manuel Ortiz) . La música elegida hoy, casi con seguridad no es la que el de Valladolid pondría en una entrada como ésta, pero como la ignorancia es atrevida valga al menos como desagravio por tanto "expolio" para alguien que, además, tiene el privilegio de vivir en una provincia con cuatro denominaciones de origen diferentes, cuatro y seguramente se ha criado oliendo Riberas de Duero y Ruedas]

Porque verdaderamente han sido días de vino y Roses, pero bebidos a sorbos pequeños, acompañados, sin prisas. Nunca se dio la resaca.

Fermín (porque yo no soy la condesa así que usaré el nombre original) tenía, como casi siempre, muchísima razón. El cava de su primo Agustí y el de algunos otros familiares de Sant Sadurni d'Anoia siguen siendo un lujo que marcó el inicio, con su correspondiente estancia y fin de unas cortas y bien aprovechadas vacaciones. No es por poner los dientes largos, pero la lista llegó a tener su enjundia: Gramona 2005, Gramona Imperial, Agustí Torelló Gran Reserva 2004, Gran Claustro de Perelada 2004 y Juvé i Camps Milenium. ¡Ahí es nada! Suaves, afrutados, sin exagerar su sequedad, con olores a melocotón, pera o manzana, a frutas blancas en general, con la acidez y la glicerina justas; algún regaliz perdido y aroma a nueces y almendras verdes. Colores pajizos o más ambarinos, burbujas muy finas y rápidas. Cavas que entran con una suavidad inaudita y alegran el ánimo lo justo para disfrutar de la cena y la compañía y el entorno.

Y después el reencuentro con los vinos del Ampurdán. Recios, astringentes, poderosos como la propia tierra. "Els renecs" asoman en los taninos ásperos del Terres Negres de Vilajuïga, y se dulcifican lo estrictamente necesario en esa pequeña joya que es el Finca Malaveïna, para suavizarse definitivamente en los Oliver Conti de Capmany, tinto o blanco, afrutados pero enérgicos y culminar en el gran descubrimiento de este verano. Tomad nota: se llama S'Alou, de Cantallops, digno, dignísimo hermano del Blanc dels Aspres, uno de los vinos que me enamoró ya hace años y con quien sigo manteniendo todavía mis especialísimos escarceos veraniegos.

Como broche de oro, nos dimos el gustazo y el capricho de un borgoña, Puligny-Montrachet Les Champs Canet 2000 (1er cru), que yo creo que tiene el nombre tan largo sólo porque los franceses son así. De color dorado, profundo, untuoso, monovarietal en el que asoma el perfume de pera y melocotón de la Chardonnay, unido a la madera de la fermentación en barrica. Redondo, graso, con toques minerales y lechosos, con toques de pimienta blanca y rosa y avellanas. Delicado, perfumado como los aromas que desprenden los arbustos y retamas del Cabo Norfeu cuando lo bordeas y sobrepasas camino del cabo de Creus.

Brindo por todos vosotros. Por un feliz y esperanzado otoño. ¡Que Baco nos sea propicio!



[al menos, si el vídeo no gusta, ella es un auténtico regalo]



viernes, 12 de septiembre de 2008

El final del verano...



[Antes de que la condesa con su "natural encanto" y su delicadeza me robe, como siempre,
MI espacio en MI bitácora, quiero aprovechar para hacer un par de entradas a mi aire, libre de ese poder que ella ejerce sobre buena parte de Vds. y que, con frecuencia, los tiene un pelín subyugados

Hoy Freia va a campar a
SUS anchas por SU blog, libre por unos días del alemán de la boina o de ingleses que juegan a soldaditos y tocan el laúd o la viola]


El final del verano...

Vacaciones cortas, pero disfrutadas con una intensidad rayana en el descaro, siendo conscientes del privilegio que representaba poder escapar.

Y lo cierto es que he hecho casi todos los deberes: descansar, leer, escuchar muuuuucha, pero que muuuucha música, pasear al sol tibio de septiembre, nadar, navegar hasta el cabo de Creus, dejar perder la vista por todo el golfo de Rosas hasta las Islas Medas, subir a Sant Pere de Rodes, colgado entre el monte y el Port de la Selva, fotografiar el tímpano de la catedral de Castelló d'Empúries, subir a cenar a la Montjoi, visitar a mis amigos, antes de Madrid y ahora ya casi, casi ampurdaneses y consentir, un día tras otro, que los gorriones, con todo el descaro del mundo, se apropiasen de la tostada de mi desayuno.

Sólo falté a mi cita con fenicios, griegos y romanos que, como bien dice Fritus, al dar nombre al enclave de Emporion, dieron también nombre al Ampurdán y marcaron de forma premonitoria el carácter de "la gente de aquí, de la gente como yo". Al año que viene las ruinas de Empúries seguirán allí y será un placer revisitarlas cuando la tramontana pega de frente. Os aseguro que vale la pena.

A partir de ahora toca enfrentarse a Madrid, al tráfico, el ruido y, sobre todo y como todos, a la diaria lucha por la vida. Siempre he estado convencida, cuando regreso cada final de verano, de que el Ampurdán es capaz de contagiarme año tras año el coraje necesario para afrontar el invierno y esperar y desear un nuevo verano, limpio y recién estrenado.

Y como pieza musical de hoy... pues efectivamente... el final del verano, semejante a una triste canción, con esa tormenta intempestiva e impetuosa como la que descargó anteanoche sobre Madrid y que nos anuncia que el ritmo es imparable y que el otoño asomará la nariz de un momento a otro.