Un regalo de Sergio Astorga

jueves, 2 de septiembre de 2010

Girona: temps de vent, salnitre i blau

Per a Selma Nomada.
Perquè cada setembre respir
el seu mateix aire.




(Raoul Dufy - Cérès au bord de la mer, 1928. Colección particular)



Cuando los más madrugadores de la blogosfera comiencen a leer estas líneas, yo estaré ya saliendo de Madrid camino de la Costa Brava. Este año, por fortuna, no ha habido tropiezos ni ansiedades de ningún tipo. El dichoso cáncer parece que ha optado por dejarnos en paz esta vez y el verano ha transcurrido plácido y perezoso, también largo y desde luego muy cálido. Agosto hace a Madrid más soportable y se ha deslizado entre cenas en casas amigas o en la propia, lecturas, audiciones y citas con gente muy querida para charlar, tomar algo y, sobre todo, compartir.

Y ahora, cuando la ciudad retoma la rutina, MegaMaga suspira feliz por la llegada de septiembre y Sergio cuelga una nueva hoja del calendario nosotros nos vamos de vacaciones.

Que sí, que lo sé. Que es cierto que no nos son tan imprescindibles, que no estamos sometidos al estrés del trabajo o de los niños o de las enfermedades, que hay otros que las necesitan mucho más que nosotros y no pueden, que podríamos pasar perfectamente sin ellas... Pero tenemos tantas ganas de volver...

Vds. saben que yo  pasaba un cuarto y en ocasiones hasta un tercio de mi vida en una ciudad con mar. Crecí al sol, al aire, al salitre, el iodo, las algas y el agua azul del Mediterráneo. Hasta los 18 años fue uno de mis refugios más seguros. Saben también que no tengo ningún tipo de ínfulas patriotas o nacionalistas. Ni me siento española, ni madrileña, ni de la calle de Alcalá aunque allí naciera. Pero les aseguro que siempre me sentí profundamente mediterránea. Heredera y deudora de una cultura que reconozco como propia y en la que asimismo me reconozco profundamente. Idioma, raíces, arte, literatura, historia. Todo en mí y supongo que también en la mayoría de Vds. viene de un tronco común, de un punto de anclaje y referencia. De un lugar reconocible y reconocido al que nos gusta volver para seguir creciendo con y alimentarnos de él.
Y desde hace ya unos cuantos años, mi referente, mi asidero está en un pequeño enclave al norte de la ciudad de Roses, en la cala de las Canyelles Grosses o de la Almadrava

Este año quizá no haya visitas a las ruines d'Ampuries o al pueblito de San Martí. Seguramente tampoco subamos a Sant Pere de Rodas ni vayamos a Perelada buscando música, románico o vino. Probablemente no bajemos más que un par de veces a Rosas a visitar a viejos conocidos y amigos madrileños. Pero tengo tantas ganas de llegar... Me espera la ventana abierta al Golfo de Roses, desde la más pequeña de las Medas y l'Estartit hasta el faro de la villa sobre el promontorio, pasando por L'Escala, Sant Pere Pescador y esas heridas abiertas en lo profundo de la marisma que son Empuria Brava y Santa Margarida. Me espera la tramontana que allí sopla revirada respetando lo que en Ampuries no respeta. Y el agua y la sal y los paseos cortitos por la cala y las bromas, la conversación tranquila a dos, la lectura, la música enlatada. 

Y habrá dos cosas que no dejaremos de hacer.

Volveremos a subir un año más y por última vez a la Montjoi para compartir cena con Lluis, Pol, Luis, Oriol, Juli, Ferran; con todos. Y de camino, veremos cómo los últimos y oblicuos amarillos del día se estrellan contra el Cap Norfeu (uno de los más hermosos que conozco), intentando escabullirse de la rutina inapelable de desaparecer allá por el oeste, quemando sus últimos cartuchos rojos y violáceos. Cuando esto sucede, el Parc del Cap de Creus se queda silencioso, sereno, azul grisáceo y el resto del viaje permanecemos callados hasta que las olas discretas pero impertinentes de la cala nos dicen que estamos allí de nuevo para recibir el regalo de los viejos amigos de hace tantos años. Cuando apenas eran conocidos, cuando no había esa aureola de fama presionando, cuando todavía estaban por venir los aires o las esferificaciones y el nitrógeno líquido y  la sobremesa perezosa permitía alargar el mediodía en charlas y bromas hasta las seis y media de la tarde.

Pero también volveremos a embarcar, si la mar lo permite, hasta donde el viento gira en la punta del Cap de Creus y se divisa Francia, fondeando despacito en Port Lligat para acercarnos después a Cadaquès regateando antiguas barcas catalanas. De regreso, la punta del Gat me reafirmará en el conocimiento adquirido de que el tiempo nunca pasa en balde, de que hasta de las ruinas y la ruindad se aprende. Recuperaré con ello a mi gato real, el anclado firmemente al Cap Norfeu desde el fondo del agua. Y cuando pase con la barca por su lado, casi rozándolo, estoy segura de que me dirá como al desgaire: "Toldrà es mucho más que una promesa no cumplida. Las vistas al mar te las regalo yo cuando vienes a verme".

E.Toldrà (1895-1962) Cançó de Grumet. Victòria del Àngels. Orchestre de la Societé des Concerts du Conservatoire. Dir. R. Frühbeck de Burgos.
(via tenorisimo1975)



Antes les dije que no sentía ningún tipo de orgullo, sea de patria grande o chica. Y me reafirmo. Pero permítanme que les diga que siento un profundo amor por Cataluña y por Girona en especial. Que la llevo continuamente en mi corazón y mi ánimo. Que comencé a balbucear su lengua a los 11 años con la base del valenciano aprendido en la infancia y gracias a las canciones de Els Setze Jutges. Sí, de acuerdo, les admito que caeré con toda seguridad en el tópico porque no se puede generalizar, pero me gusta su gente. Su honestidad, seriedad, su seny. Pero de forma especialísima me gustan los altoampurdaneses: tan pegados a la tierra, a la tramuntana, tan directos en el habla,  renecs incluídos, que diría nuestro Fritus.



Hay un hermosísimo himno oficial de Cataluña

Els Segadors (versión actual). Orfeó Català (via iluro)



y uno oficioso, del que les traigo dos versiones. La de quien lo adaptó y lo hizo famoso y la de quien probablamente sea, al menos para mí, la voz más hermosa y con mejor técnica que haya dado Cataluña. En esta segunda versión, otro catalán da el contrapunto a la soprano.

P.Casals (1876-1973). El cant dels ocells (armonizada por P.Casals y orquestada por E. Casals). Orquesta del Festival de Prades. Pau Casals, dirección y cello. 1954. Recopilado por Sony en 1992



Victòria dels Àngels y Lluis Claret. El cant dels ocells (canción popular catalana). Concierto para recaudar fondos para la reconstrucción del Grand Teatre del Liceu. Orquesta del Grand Teatre del Liceu (¿?). Escenario del Palau Sant Jordi, 1994.
(via tonixerez)




Y continuando con señas de identidad musicales catalanas, otro ejemplo bellísimo también del que se han hecho casi tantas versiones como grupos o cantantes catalanes existen. Esta preciosidad bien lo vale. Escojo una tan solo. Seguramente no es la mejor ni la más sentida (hay otras que me gustan más), pero destaco de ella su personalidad propia, acompañada además de uno de mis instrumentos favoritos:

La Cançó del Lladre (canción popular catalana). Ferran Savall, voz y tiorba. En el álbum, Du temps & de l'instant. Jordi, Ferran y Arianna Savall, Montserrat Figueras y Pedro Estevan. Alia Vox, 2005



Les dejo también sendos regalitos de otros tres excelsos compositores (gerundense el primero, barceloneses los otros dos) que no necesitan presentación pues son más que de sobra conocidos:

I.Albéniz(1860-1909). Tango, op. 165 n2. Alicia de Larrocha, piano. Decca, 1975


F.Mompou (1893-1987). Cançó i dansa VI. Alicia de Larrocha, piano. Decca, 1970.


E.Toldrà (1895-1962). Six sonets: I Sonetí de la rosada (sobre un poema de Trinitat Catasús). En Música Española para violín y piano. Jesús Ángel León, violín y Miguel Ángel Muñoz, piano. Verso, 2004.




Y cuando en pleno invierno llueve, hace frío, estoy bloqueada en un atasco, tengo que sentarme en el sillón del dentista o sencillamente las cosas no van del todo bien, imagino estar andando descalza por esos 200 metros de cala de arena suave. Y la Almadrava se convierte entonces en refugio, que antes lo fue de griegos y fenicios o de corsarios más tarde, pero que ahora me pertenece solo a mí. Todos necesitamos lugares en los que sentir que hacemos pie, que la orilla está cerca, que el agua no está turbia, sino tranquila y de un topacio tan transparente que hiere a los ojos si se la mira desde el camino. Y a ese refugio me anclo para descansar o lamer heridas, pero también para recomponerme, reir, oler y amar. Y cuando consigo sentir el pelo húmedo y me llega el olor del salitre y el iodo a pesar de los 800 kms. de distancia, sé que volveré al año que viene, con esa certeza que da la fe ciega de un niño y la experiencia de 3.000 años sobre la piel mojada.


J.M:Serrat (1943). Mediterráneo. En álbum Mediterráneo. Arreglos: J.C.Calderón y G.P.Reverberi. Zafiro, 1971


¡Hasta la vuelta!

12 comentarios:

Martine dijo...

La ventaja de madrugar...me ha permitido la enorme emoción de leer tu dedicatoría... bufff ..
¡No sabes la álegría que me has dado Paz!
GRACIAS, por esta Entrada, por ser y por Estar ..y Por TODO.. Aquí volveré esta tarde, para deleítarme con la lectura, la música y sobre todo tu gratísima compañia...
Me falta un segundo o tercer café ;) para tener los ojos en su sitio..

Mille bisous, ma Chérie, à cet après-midi!! Sans faute!!

Txema dijo...

Jo ja soc aquí, des de dilliuns i precisament a Empuribrava.

Un petó.

NáN dijo...

Pues también soy mediterráneo, de la zona del mar y los desiertos sin arena.

También los catalanes me abrieron muchos ojos, o los dos ojos mucho, que hay gente mal pensada que a ver lo que se habían imaginado.

Pero lo que no puedo hacer, Condesa, es ver lo que me deja en mi muro porque he olvidado la contraseña para entrar. (Y además, je, jé, no tengo demasiado interés en pedir otra).

Así que nos veremos en los blogs, en los bares y en la calle. Si a usted le parece bien.

Disfruta de tanta belleza.

Por cierto, ¿ha peinado el blog, lo ha llevado a un gimnasio o le da a ber vino quinado? Lo digo porque se ha abierto en un plis plás.

Nameit dijo...

Condesa, soy la seguidora tímida de hace unos días. Como sabe, desde hace un tiempo sigo su blog. Por los comentarios elgiosos de sus amigos y otros seguidores me abstengo se hacer los míos pues sería redundante. Sin embargo, que conste que amo la música y el arte al que nos invita en su diario. Poco a poco y en silencio la siento cercana y, en cierto modo, amiga.
Pero hoy no he podido resistir la tentación de escribir esto. Querida condesa, yo nací en Cadaqués, aunque mi madre no es catalana y por ello prefiero el castellano. Adoro l'Empordà y cuando pasee por mi pueblo, como suelo hacer, los fines de semana, la sabré cerquita. Si nos conocemos algún día mi hija y yo le tocaremos con el cello "El cant dels ocells". Una abraçada.

Martine dijo...

Vuelvo con todos los sentidos para gozar de tu Entrada, Paz,tiene colores, olores, tacto,de todo!! Y cariño, este cariño que sientes por este rincón privilegiado de nuestra mar ... leyendo y escuchando lo que nos brindas, es palpable que lo vives intensamente... Tienes razón, es una maravilla y nos lo brindas tanto a los que lo conocemos como a los que no han tenido la suerte, aún, de visitarlo...
Volveré, silente, quiero volver a gozar de todas y cada una de las piezas musicales que nos regalas, una de ellas
Con tu oído priveliado no te costará reconocer en esta antigua canción Sefardi, el origen dels Segadors--

Un pequeño regalo de esta Nómada que te está muy muy agradecida...
I et deixa milers de petonets..

Martine dijo...

Privilegiado.. grrr es la emoción...;)

Isabel Barceló Chico dijo...

Una entrada deliciosa, llena de amor y de sensibilidad no solo hacia la costa gerundense, sino hacia la vida. Leyéndote he recordado la única vez que visité esa zona, la impresión que me causó San Pere de Rodes, Ampuries, el cabo de Creus, una impresión intensa y marina que excitaba mi imaginación. Envidio a Selma que quizá comparta contigo las vivencias de los próximos días, y a tí por compartirlas con Selma o con otros amigos. Disfruta y cuéntanos. Sobre todo, cuéntanos... Un abrazo muy fuerte.

Isabel dijo...

Cómo he disfrutado con tu entrada, y cuántos recuerdos y sentimientos me has traído. He sido tan feliz en esa tierra que jamás la olvidaré, mis mejores amigos están allí.
Gracias querida, y que vuelvas llena de todo lo que me has ofrecido.
Un montón de besos.

fra miquel dijo...

Quedo emocionado al leer su entrada, mi querida Freia.
Escribo mientras escucho el cant dels ocells con esa voz angelical de Victoria dels Àngels.
Tengo amigos en Cadaqués, Figueres, Girona. Soy de Barcelona pero con gusto viviría en algún pueblo gerundense.
Y permítame que le tenga un poco de envidia por esos paseos que ya debe estar dando, por la playa. Por las sobremesas con esos amigos que tal vez experimentan con nitrógeno líquido y esferifican lo primero que se les pone por delante, los paseos en barca hasta el Cap de Creus, Port Lligat...Ai!
Disfrútelo usted en buena compañía y cuéntenos, cuéntenos con esa hermosa prosa suya y las músicas que la acompañan, para que los que estamos al otro lado de las “Variaciones” podamos respirar, a través de sus palabras, la tramontana ampurdanesa.
Que los que no conocen esa pequeña porción de tierra y mar, imaginaran un paraíso, pero los que la conocemos sabemos que lo es.

Un petó i una forta abraçada

Anónimo dijo...

Me lo he pasado genial leyéndote.
Vielen Dank!
Estuve viviendo en Girona dos meses hace ya algunos años, antes de venir a Alemania.
Me quedo un buen rato en esta tu casa, para disfrutar de la música que nos has dejado.
Besotes

Vicente Fisac dijo...

¿CUANDO FUE LA ULTIMA VEZ QUE...?
¿Con quien si no, con Vd. querida condesa, podría compartir el último post a mi blog, y que -por cierto- lleva por título "¿Cuándo fue la última vez que...?".
Nadie mejor que Vd. puede apreciarlo y ningún comentario será más apropiado que el suyo.

Freia dijo...

Muchísimas, muchísimas gracias a todos.
María, prométeme que te vas a cuidar mucho, mucho, mucho. Un beso muy fuerte y otro para Manuel.

Nanuit, por favor, escríbeme al correo del blog, daría algo porque algún día me tocaráis las dos El Cant del Ocells.

Nano, el mediterráneo nos unirá siempre.

Daniel, tienes razón. A mí también me gusta más la Santa Espina y pensé ponerlo, pero luego pensé que era más apropiado el himno oficial de Cataluña. No me preguntes por qué. La música de éste me parece hermosa; la letra, no tanto. Pero es que los catalanes sois raritos y celebráis derrotas y cosas parecidas.

Fra Miquel, es Vd. de una tierra muy muy hermosa, que lo sepa. Durante este mes largo he visto tantas flores de las que no sabía el nombre, que me habría gustado tenerle cerca y preguntar y que me contara cosas sobre ellas. Que tenga un buen otoño de poda y siembra. Espero que los narcisos de febrero salgan realmente hermosos. Un petó ben fort.

Mita, Isabel, Isabel. Gracias por vuestras palabras. Me alegra compartir gustos y querencias con vosotras.

Mi querido Txema, que sepas que fue un enorme, enorme placer compartir café, caña, mar y paisaje con los dos.
Un beso muy, muy fuerte.

Selma, mi adorada Selma, ma chérie. Mil gracias a ti por la canción, por las palabras por tener el enorme placer de haberte conocido en carne y hueso y de haber descubierto una nueva Girona hermosa y judía de tu mano. Por favor, cuídate mucho, mucho. Ojalá el próximo septiembre volvamos a respirar el mismo aire juntas.
Mille bisous pour toi, ma petite. À bientôt