Un regalo de Sergio Astorga

miércoles, 4 de marzo de 2009

Pastelillos Verdi



Salió muy temprano de casa aquella mañana. Se había duchado deprisa y corriendo y apenas había desayunado. No le entraba nada a esas horas. Y le esperaba una jornada larga.

Habia decidido desde el primer momento prescindir del coche o el taxi y se movió a pie por aceras casi vacías. Consiguió llegar con tiempo suficiente a aquella reunión tan importante y programada a una hora intempestiva. Al terminar, recorrió una distancia enorme en metro para entregar la traducción de francés que ya no podía esperar más. El iPod la acompañaba como un perrillo alegre a todas partes. Más tarde, tuvo que llevar a revelar directamene al laboratorio aquel carrete de fotos en blanco y negro olvidado meses antes en la cámara analógica. Subió, bajó. Se movió durante todo el día de aquí para allá, sin parar. Apenas se detuvo un par de veces para descansar brevemente y tomar un triste descafeinado sin azúcar y un batido de proteínas. A media tarde ya notó que le dolía todo el cuerpo. Si es que hacía tiempo que había dejado atrás la adolescencia, por mucho que se empeñase en lo contrario.

Pero sólo al volver a casa se dio cuenta de que, a pesar del esfuerzo realizado y del cansancio, no había echado para nada en falta los hidratos de carbono. Ni siquiera se había acordado de tomar algo a la hora de comer. Y no había tenido la menor ansiedad. Quizá la música que durante horas había sonado en sus oídos era capaz de transmitir más energía de lo que ella imaginaba. Como si se hubiese comido una enorme tarta de nata y chantilly.



[Noi siamo zingarelle - La Traviata - Giuseppe Verdi - L'Opéra Imaginaire. Producida por la ORTF en 2001. Coordinación Pascal Roulin.]

12 comentarios:

Isabel dijo...

Si es que la música también alimenta.
!Genial video Freia!

Besos

Naveganterojo dijo...

Me ha encantado el video,(asi si puedo escuchar musica clasica sin problemas,ja,ja).
Por cierto y sin animo de....nada, hay que ver la que montan los rojos,ja,ja.
Un abrazo

fritus dijo...

Qureidísma Fgaia-Condesa...estoy en el Consell plegando, como decimos aquí...y tengo castrada la posibilidad de ver vídeos en la red...en cuanto llegue a casa lo veo con detenimiento y antes de cenar, no sea que, como al prota del relato ( por cierto me gusta usted mucho como narradora, no sé si le había dicho ya) el visionado me engorde y los azúcares de noche, como todo el mundo debería saber, casi no se metabolizan...
un abrazo y hasta ahorita

Freia dijo...

Isabel

Efectivamente, la música alimenta aunque se echen de menos los carbohidratos, jejejeje.
Yo descubrí ese vídeo hace más de un año y me pareció delicioso.

Navegante

Sabía que te gustaría. Siempre he creído que si en nuestra época hubiésemos tenido grabaciones así nos habríamos acercado a la música clásica y a la ópera en concreto, con mucho menos miedo.
Jajajaja. Tienes razón. ¡La que montan los rojos..! Y menos mal que la montan. El resultado final es mucho más alegre aunque sea menos refinado.

Fritus

Mi querido Fritus. Ese vídeo que todavía no has podido ver es el culpable de que la condesa sea un poco tramposa. Realmente lo descubrí en noviembre de 2007 e hice esta entrada. Lo que ocurre es que siempre tuve la sensación de haber desaprovechado una delicia de vídeo y no he podido resistir la tentación de volver a incluírlo para los que por aquella época todavía no conocíais las Variaciones.
Mil gracias por lo de "... me gusta Vd. mucho como narradora..." y lo digo sin ninguna broma. No sabe Vd. la ilusión que me ha hecho esa frase. Siempre me gustó inventar historias.
¡Que me va a contar Vd. de los carbohidratos que yo no sepa! Son mis más íntimos enemigos. jijijiji.
Un abrazo a Vd. los dos mayores de la basa y un beso para la diosecilla en... el remolinillo ése tan gracioso que le asoma de cuando en cuando.

RGAlmazán dijo...

Querida condesita, zwei puntem
Recuerdo perfectamente el vídeo con el que usted ya nos deleitó hace más de un año. Y ha hecho bien en reponerlo, que es un vídeo delicioso. Por éste y por otros empezó mi admiración hacia usted.

Se me ha adelantado el muchacho de la Isla Gloriosa, pero yo también estoy de acuerdo en que usted narra muy bien, y sobre todo con una naturalidad y espontaneidad más propia de carne plebeya que de su aristocrática estirpe.

Beso incesantemente sus bellas manos.

Salud y República

Anónimo dijo...

Buena imagen la del ipod como perrillo alegre :))
Qué día de estrés el del texto.
Kuss

NáN dijo...

buen texto para decir que la fuerza sale de donde no creíamos que estaba (en una misma).
Me alegro por usted que lo haya descubierto. Yo, que soy menos voluntarioso, seguro que en vez de escuchar música habría pasado el día chupeteando el iPod.

Gemma dijo...

Gräfin mía, me acuerdo perfectamente de la entrada (¿dos años ya? ¡Qué horror!) y seguro que mis sobrinos también se van a acordar cuando les ponga el vídeo de nuevo, jojojo (así se ríe el pequeño...) porque recuerdo cómo les fascinó ya entonces, cuando sólo tenían 5 y 2 años, respectivamente...

(Lo dicho: una delicia su propuesta y un horror constatar cómo pasa de rápido el maldito tiempo..)
Más besos

Freia dijo...

Don Rafael

Dos puntos. ¿Sabe que me gusta ver este víde cada cierto tiempo? Me parece una delicia y me ocurre lo que a los niños: jamás me cansa.
Lo de la carne plebeya me ha llegado al alma, sobre todo cuando se habla de carbohidratos, jajajaja.
Un abrazo
PD Así, que quede entre nosotros...¡Qué frío hemos pasado!

Mita

Jijiji. No sabría decirte por qué pero el iPod siempre lo he visto como un buen y alegre compañero y me hace gracia asimilarlo a la idea de un perro pequeño trotoncillo y moviendo el rabo. Supongo que Freud tendría mucho que decir al respecto.
Precisamente intentaba dar esa idea de estrés y encima sin haber comido para valorar más el poder de la música.
Un beso Mita

Nàn

¡Jajajajaja! Pues porque no se me ocurrió porque a última hora, justo antes de llegar a casa, creo que hasta la habría dado un mordisco.
Un abrazo fuerte, fuerte.

María
¡Ay María, qué más quisiera la prota que hincarle el diente a un buen plato de pasta! Su gordólogo se lo tiene radicalmente prohibido. Por el momento creo que va a conformarse con las verduras, que también sn "verdes" (jijiji, hacía mucho que la condesa no hacía un chiste malo).
Un beso

Mega
Meine liebe Zaubererin! ¿Qué placer tenerla de regreso! La hemos echado mucho de menos.
No ha pasado tanto tiempo desde que publiqué el vídeo por primera vez. 16 meses exactamente, pero algo ha llovido, aunque los pastelillos siguen igual de frescos y transgresores y la marquesa igual de activa.
Un besazo

Freia dijo...

Por supuesto, en el comentario de Nàn, donde dice la habría, debe decir le habria... Menos mal que iPod se considera de género masculino sino habría quedado fatal.

Angel Adanero dijo...

Querida condesa, esta vez ni si quiera me voy a meter con usted. Me ha tocado la fibra sensible.
Como le he comentado hace un ratillo (varias horas ya, pero un ratillo al fin y al cabo) en la entrada de hace año y pico orígen de ésta que nos toca hoy, tengo completito y sin Youtubes de por medio, la peliculilla. Ya sabe, compórtese y lo mismo hasta me retrato.
Que le decía que me ha tocado la fibra sensible por una cuestión que le cuento ahora y que enlaza un poco con el comentario de la Maga. Mis nenes tienen ahora cinco y dos años, los que tenían los sobrinos de la germana menor cuando usted publicó por primera vez estos pastelillos de Verdi, y les encanta cuando se los pongo. Es más, el pequeñajo me los pide así sin más y disfruta de ellos a tope. Me he inventado una historia con los personajes, y a modo de cuento, se la voy contando cuando vemos el vídeo. Decirla que en la especie de cuento hay una condesa muy gruñona. ¡JAJAJAJA! Lo siento, fue lo primero que salió. También hay un conde, pero es un tipo más enrollado y majete. (más ¡JAJAJAS!). Debería usted ver al pequeño Alberto como mueve la mano, a modo de director de orquesta, al ritmo de la música. Vamos, que se me cae la baba que da gusto. Tras un par de visionados o tres de los pastelillos verdianos y la condesa cabreada, me suelen pedir "Figáro" (ya sé que la tilde está mal pero es la pronunciación infantil) con su Largo al factotum y Hermann Prey en plan saltimbanqui y el dragón grande. Este es el dragón que se cepilla el soso de Tamino en La flauta mágica de Mozart. Por cierto, una versión de marionetas que si no conoce le recomiendo sin falta que se haga con ella. Claro, que también se la podrían regalar. Pero la verdad es que a mí no me da la gana hacerlo. Vaya, me habrá tocado la fibra sensible pero me sigo metiendo con usted. Por lo visto ambas cosas son compatibles.

Y ahora viene la parte delicada del comentario. Lo mismo va a decir usted que soy una mente enferma. No lo dude. Lo soy. Pero en su texto veo ciertos mensajes subliminales que lo mismo nos están queriendo decir otra cosa muy distinta a la historia que nos ha soltado. Me explico: "Subió, bajó. Se movió durante todo el día...sin parar" "Apenas se detuvo un par de veces..." "...ya notó que le dolía todo el cuerpo" "...el esfuerzo realizado..." "...una enorme tarta de nata y chantilly." Vamos, que con estas frases le preparo yo un relato erótico que tiembla el misterio. Ya la digo que lo mismo es que mi mente enferma ve cosas donde no las hay, pero no me negará (y pido la opinión de sus lectores) de que la cosilla tiene su aquel.

Beso su empalagosa mano de chantilly.

Por cierto, que pesadita la Mónica Pérez esa. Anda por todas partes con el mismo mensajito.

fritus dijo...

Jaal...al fin he visto esta especie de protesta contra la discriminación racial en forma de vídeo de pastelillos andantes...es fantástico, y yo no lo había visto en la prémiere de hace dos años...para mí era su estreno mundial. Muchas gracias y beso su aristocratica mano...yo tampoco he podido dejar de pensar en Vos cuando he visto la dama blanca que se pringa de rojo con el primero de los pastelillos colorados...habráse visto.

un abrazo