Un regalo de Sergio Astorga

martes, 1 de junio de 2010

Junio: Sinestesia tramposa, ajena y apropiada



Sergio Astorga - Junio. Publicado en Antojos
(doble clic para ampliar imagen y texto. Vale la pena)





Noches del mes de junio


A Luis Cernuda


Alguna vez recuerdo
ciertas noches de junio de aquel año,
casi borrosas, de mi adolescencia
(era en mil novecientos me parece
cuarenta y nueve)
porque en ese mes
sentía siempre una inquietud, una angustia pequeña
lo mismo que el calor que empezaba,
nada más
que la especial sonoridad del aire
y una disposición vagamente afectiva.


Eran las noches incurables

y la calentura.
Las altas horas de estudiante solo
y el libro intempestivo
junto al balcón abierto de par en par (la calle
recién regada desaparecía
abajo, entre el follaje iluminado)
sin un alma que llevar a la boca.


Cuántas veces me acuerdo

de vosotras, lejanas
noches del mes de junio, cuántas veces
me saltaron las lágrimas, las lágrimas
por ser más que un hombre, cuánto quise
morir
o soñé con venderme al diablo,
que nunca me escuchó.
Pero también
la vida nos sujeta porque precisamente
no es como la esperábamos.


Jaime Gil de Biedma
( vía Amediavoz. En este enlace podrán
escuchar al autor recitar su poema)





J. Haydn (1732-1809) - Die Jahreszeiten (Las estaciones) El verano (versión inglesa). Royal Philharmonic Orchestra. Dir.: Sir Thomas Beecham. Beecham Choral Society. Dir.: Denis Vaughan. Elsie Morison, Nancy; Alexander Young, Lucas; Michael Langdon, Simón. Emi, 1954.

8 comentarios:

Librería de Mujeres Canarias dijo...

Como siempre, querida Freia una entrada repleta de belleza. Me quedo hoy con la imagen del calendario de nuestro común amigo Sergio y el recuerdo de aquellas calles recién llegadas cuando estudiar era también el balcón y los libros. Demasiado calor en esta noche isleña y violenta.
Un abrazo grande.

RGAlmazán dijo...

Bella y relajante entrada. Me pregunto, qué diría Jaime Gil de Biedma de su sobrina Espe-rancita.
Besos.

Salud y República

jddm dijo...

Muy hermosa la entrada, de verdad.
Este es el primer año que no "disfruto" de esas sofocantes madrugadas estudiantiles de Madrid, con la pila de libros en la mesa y dando paseos de un lado a otro del balcón para combatir el estrés de "mañana examen", y otro café en la mano...
Siempre que se recuerda, se saltan las lágrimas, ¿no?
Un saludo.

Y sí, com dice RGAlmazán, habría que ver la cara de Gil de Biedma cuando se enterase de cómo es su sobrina...

Gemma dijo...

Al pobre -en respuesta a la pequeña maldad de Rafa- le daba un soponcio seguro...

Ya sabes de mi absoluta debilidad por Jaime Gil, uno de cuyos versos da título nada menos que a mi bitácora.

Y qué decirte de las hojas incendiadas del calendario de Sergio, que parecen todas ser del mes de junio... y hasta de agosto... ;-P
Besos, Gräfinita

Freia dijo...

Siempreconhistorias

Mi querida Izaskun. Pues para el calor africano ese que les sopla, no hay nada como un buen té frío con menta, un rato de descanso y un buen proyecto librero en ciernes.
Yo también recuerdo esas noches de junio, regadas y en la ventana pero con una cierta angustia por no poder disfrutar un mes que me gusta tanto.
Un abrazo grande también a Vd., querida.

Rafael

Mi buen Rafa. En todas las familias hay una oveja negra y, contra lo que pudiera parecer, no era precisamente Jaime.
Me alegro de que le relaje a Vd. que viene tan relajadito de los dominios de Fabra. ;-PP

Peter Pan

Estimada Peter P. Por lo que vi en su blog, algo de relación tenía que tener Vd. con Madrid.
Y sí, a veces era angustioso con esas sobredosis de café a las 3 de la mañana, que ya no sabía uno si echarse a llorar o a reir directamente. Menos mal que yo estudiaba en grupo y la cosa era más llevadera.

De doña Espe-Rancia, alias "la lideresa", alias "Aguirre, o la cólera de Dior", mejor no seguimos hablando.

Un saludo, querida.

Gemma

Meine preferida Zaubererin...
Cuando andaba a vueltas con la sinestesia, recordé que su paisano tenía un poema dedicado a junio (por eso es tramposa: no surgió de la imagen de Sergio ni de la música, sino del nombre) supe que le gustaría.
A mí me gusta oír su voz. Tiene algo de extraño oír recitar su propia obra a quién ya no está. Me pasa a menudo con Ángel González.

Viele Küsse aus Madrid, meine liebste.

jddm dijo...

Estimada Freia,
yo también solía estudiar en grupo, pero siempre era la que más tarde se acostaba. En realidad, y tras aquellos nervios compartidos que describe como "no saber si echarse a llorar o reir directamente", acabó gustándome eso de estudiar y leer obras de teatro la noche de antes de un examen... Lo que tiene el "last minute"...Pero bueno, pronto vuelvo a mi Madrid, todo un consuelo para mi, pese a estar la cosa tan "malamente"...
Y ¡por cierto! Muy bueno eso de Espe-Rancia. Creo que mis colegas de estudio estarán de acuerdo con tal denominación...
Un saludo.

Martine dijo...

Para tí y quienes te visitan, de Biedma, uno de mis poemas favoritos y que tanto dice :

Mirad:
somos nosotros.

Un destino condujo diestramente
las horas, y brotó la compañía.
Llegaban noches. Al amor de ellas
nosotros encendíamos palabras,
las palabras que luego abandonamos
para subir a más:
empezamos a ser los compañeros
que se conocen
por encima de la voz o de la seña.
Ahora sí. Pueden alzarse
las gentiles palabras
-ésas que ya no dicen cosas-,
flotar ligeramente sobre el aire;
porque estamos nosotros enzarzados
en mundo, sarmentosos
de historia acumulada,
y está la compañía que formamos plena,
frondosa de presencias.
Detrás de cada uno
vela su casa, el campo, la distancia.

Pero callad.
Quiero deciros algo.
Sólo quiero deciros que estamos todos juntos.
A veces, al hablar, alguno olvida
su brazo sobre el mío,
y yo aunque esté callado doy las gracias,
porque hay paz en los cuerpos y en nosotros.
Quiero deciros cómo trajimos
nuestras vidas aquí, para contarlas.
Largamente, los unos con los otros
en el rincón hablamos, tantos meses!
que nos sabemos bien, y en el recuerdo
el júbilo es igual a la tristeza.
Para nosotros el dolor es tierno.

Ay el tiempo! Ya todo se comprende.




Mille baisers, ma très chère AMIE.

Freia dijo...

Devaneos...

Querida Peter P. Yo no me acostaba. Me gustaba estudiar de noche (me gusta mucho la noche) y a las 7 de la mañana, ducha y marchar para el trabajo. Nunca se me ocurrió lo de leer teatro en la víspera; es una excelente idea.
Y si para ti es consuelo volver a Madrid, yo espero que nos encontremos algún día en La Fídula, el café de Ruiz o algún otro parecido, por Huertas o Malasaña.
Lo de la Espe-rancia no recuerdo de dónde lo saqué. Sé que no es mío.

Un abrazo afectuoso


Selma

Selma, mi Selma. Te doy las gracias por varios motivos. Porque sé que haces un esfuerzo especial por estar aquí (siento no haberlo sabido antes; anoche terminé tarde de trabajar y no entré en el blog) y por el hermosísimo poema de Gil de Biedma con el que vienes bajo el brazo.
El reconocerse en los viejos amigos (y no importa qué concepto abarque ese "viejos"), la no necesidad de hablar, el saber un brazo reposar cercano, sin el menor desgaire.
Bueno, hoy no tengo excesivas palabras (tendré que aprovechar para estar calladita; los demás se alegrarán te lo aseguro) pero sí me encuentro muy bien y ahora aún más por saberte tan cercana.
Cuídate mucho y ven a acurrucarte por aquí cuando te apetezca y lo necesites. La música no sabe de horarios y días festivos. Yo tampoco.

Un abrazo muy muy fuerte.