Un regalo de Sergio Astorga

domingo, 13 de julio de 2008

Fasolt, el valet de chambre

Comprendo sus rostros de extrañeza porque Vds. esperaban ver aparecer, como siempre, a la rutilante condesa. ¡Ah, la condesita!.. no sé si por desgracia o por fortuna, no hay dos como ella. La razón de su ausencia es que se ha retirado, como todos los veranos y junto con el señor conde (naturalmente), al palacete de recreo propiedad de la familia. Pero ya la conocen Vds., ni en época vacacional deja de ser una excelente anfitriona, razón por la cual he sido designado para hacerles los honores mientras dure el período estival. Me presentaré pues.

Mi nombre es Fasolt. Bueno, en realidad me llamo Fermín, como todo buen mayordomo que se precie. Bueno, en realidad tampoco soy un mayordomo, sino más bien un ayuda de cámara. Bueno, tampoco lo soy del señor sino de la señora. Ya ven que nada es lo que parece. ¿Por qué la condesa se empeña en llamarme así? En confianza, yo tampoco lo he sabido nunca, pero aquí me tienen soportando exclusivamente por lealtad a ella el nombre de un gigantón tudesco, enamoradizo en grado sumo y poco perspicaz, todo hay que decirlo. ¿Que por qué la señora eligió un valet de chambre y no una doncella?... ¡Ah, señores!, esa es otra historia. Permítanme que por pudor y respeto no conteste a esa pregunta (en todo caso debería hacerlo ella). De todos modos, ya la conocen Vds.: es bonita, joven, casquivana, algo frívola y, entre nosotros, un tanto extravagante.

Y ahora es cuando debo realizar mi declaración de intenciones.

Cuando la condesa está en Madrid me tengo por su más fiel servidor, me pliego a sus gustos de decoración, gastronómicos e incluso musicales. La dejo hacer y deshacer, ir y venir, cambiar de opinión continuamente. Lo cierto es que la adoro. A pesar de que es superficial e incluso en ocasiones hasta atolondrada, no cambiaría por nada del mundo sus prisas y carreras por toda la casa y el jardín, su cabello despeinado, el rubor que siempre asoma a sus mejillas (por mor de las prisas y la energía, no del recato) y, sobre todo, su risa constante y franca a la que siempre acompaña el frusfrús de su polisón deslizándose por el parqué. Cuando pasa como una exhalación de una cámara a otra, va dejando un especialísimo olor a gengibre, mandarina o espliego. Debo confesarles finalmente que, a pesar de los años que llevo en esta casa, no consigo acostumbrarme al enjambre de admiradores que la sigue a todas partes. Francamente, no sé cómo el señor es capaz de soportarlo.

Pero nada de eso impide que cuando mi señora abandona la casa condal, este humilde valet pueda campar a sus anchas. Mientras dure el verano y aun en los momentos en que por diversas razones ella se desplace fuera de Madrid, yo les enseñaré la cara oculta de la petite comtesse en bleu; su lado oscuro. Lo que por prudencia y educación no se atreve a decir jamás, las cosas que realmente le gusta hacer, la música que nunca recomendaría en público. Contra lo que pudiera parecer, no es una deslealtad. En absoluto. Sólo pretendo que la conozcan un poco más para que la entiendan como yo, que la conozco bien, la entiendo.

Apreciarla o no es cosa de Vds.



Richard Wagner. Freia, die Schöne. El oro del Rhin, primera parte de la tetralogía de "El Anillo del Nibelungo". Orquesta Sinfónica de la Radiotelevisión Bávara, dirigida por Bernard Haitink. Solistas: J.Morris, M.Lipovsek, H.Zednik, A. Schmidt, P.Seiffert, E.Johansson, H.Taschammer. K.Rydl. EMI, 1988

Fasolt: Ya no puedo ver a la hermosa Freia.¿Está rescatada? ¿Debo entregársela? ¡Ah!Todavía puedo ver el brillo de sus ojos. Las estrellas de sus ojos aún me deslumbran; puedo verlos a través de una rendija. Mientras vea estos bellos ojos, no entregaré a la mujer.
Fafner: ¡Eh! Os aconsejo que tapéis el hueco.
Loge: ¡Insaciables! ¿No veis que ya no queda más oro?
Fafner: ¡Todavía no, amigo! En el dedo de Wotan reluce un Anillo de oro. ¡Tapad el hueco con él!
Wotan: ¿Cómo? ¿Este Anillo?
Loge: Premitidme un consejo: este oro pertenece a las Hijas del Rhin y Wotan va a devolvéroslo.
Wotan: ¿Qué dices? Lo que logré conseguir, sin reparo alguno me guardaré.
Loge: Mal hice, entonces, al prometer ayuda a las que gemían.
Wotan: Tu palabra no me obliga: conservaré el Anillo como botín.
Fafner: Pero debes echarlo ahí, como rescate.
Wotan: ¡Reclamad cuanto queráis, y yo accederé a todo pero, por nada del mundo, os daré el Anillo!
Fasolt (mirando a Freia): De acuerdo, entonces todo queda como antes: Freia será nuestra para siempre.
Freia: ¡Ayudadme!
Fricka: ¡Oh, dios cruel...!
Freia: ¡Socorredme!
Fricka: ¡Dáselo!
Froh: ¡No escatimes el oro!
Donner: ¡Entrégale el anillo!
Wotan: ¡Dejadme en paz! ¡No daré el Anillo!
Fasolt intenta llevarse a Freia.
(Lo siento pero no dispongo de datos del traductor- Sólo puedo deciros que he tomado el texto del libreto que Decca publicó en 1966 para la versión de Solti con la Filarmónica de Viena)


[En el fondo, la condesa, aun en la distancia, sigue haciendo de las suyas y les ha vuelto a colar a Vds. otra de don Ricardo]

18 comentarios:

Angel Adanero dijo...

Que quiere que le diga. A mi de Ricardito lo que más me sigue poniendo son sus pasodobles.

Un abrazo.

Freia dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Freia dijo...

Mucho rollo, mucho rollo, pero las partituras siguen sin aparecer por mucho que lo diga la Frau de las narices.

Martine dijo...

No sé si dirigirme al "valet de chambre", más sugerente este cometido en francés ;-), o a mi petite Comtesse a través de él, pero no dudo ni por un momento que los dulces besos que le mando a ella se los dará él con mucho gusto y en privado... ¡Ay como está el servicio!
¡Entregadísimo ;-)!

RGAlmazán dijo...

Vaya, vaya. Cuando ví que a altas horas de la noche la condesita escribía una entrada me alarmé, menos mal que era su valet de chambre.
Freia, Fasolt, esta bitácora está wagnerizada.
Mi querido Fermín, se me ocurren tantas preguntas. Pero podría usted empezar a decirnos por qué la condesita eligió varón y no dama de compañía. Lo deja usted en el aire como si hubiera detrás algo inconfesable, que le da pudor. Por cierto le veo a usted más celoso que al conde, cuando habla de los admiradores ¿no estará enamorado de la Condesa Freia? Espero que no, porque entonces se las tendría que ver conmigo y querido amigo, vencerle en un duelo a usted, simple mortal, sería como acabar con una pesada mosca.
Lo único que me lleva a no desafiarle inmediatamente es que preciso conocer datos, que usted seguro que nos va a proporcionara de la condesita.
Y dígame ¿es verdad que esa residencia de verano, como dicen por ahí, está en Castel Gandolfo o es un simple rumor? ¿Le ha hablado alguna vez de mí? ¿Es verdad que es tan casquivana como aparenta? ¿Acaso mi Freia tiene un lado oscuro?
Cuente, cuente que me tiene usted en vilo. Y aliémosnos y le llamaré Fermín en vez de ese diabólico nombre tudesco.
Espero impaciente más datos. Y no sabe usted la suerte que tiene de estar tan cerca de esa peligrosa pero deliciosa mujer.

Antonio Rodriguez dijo...

Mi querido Fermín
Nos esta Vd. decepcionando. Esperabamos que nos contara los secretos más intimos de la condesa y solo no pone la misma buena musica que hacía ella.
Esperemos que próximas entregas sean más sugerentes.
Salud, República y Socialismo

Vicente Fisac dijo...

Agradable sorpresa encontrar tras mi primera parte de vacaciones esta sorprendente escena musical. Enhorabuena por sorprendernos y alegrarnos la vida y los oidos.

Fasolt dijo...

Discúlpenme Vds. que no los haya recibido comm'il faut, pero llevo todo el día paseando por la blogosfera y me lo he pasado tan bien que he desatendido sin querer mis obligaciones de anfitrión.

Adanero

Monsieur Adanero, supongo. La señora me dijo que era Vd. conde... También que tiene por norma y costumbre llevarle la contraria. Si me permite la confianza, hasta le entiendo. A veces no resulta fácil lidiar con la señora.
¿Pasodobles wagnerianos? ¡No me tire de la lengua...! Si yo le contara...
Confío en que nos llevemos bien.
PS Juraría que lo he visto a Vd. antes de ahora... Su cara me suena pero no acierto a ubicarlo.

Selma

Mi distinguida señora. La condesa me ha hablado a menudo de sa chère Selma de la Catalogne. Tenga por seguro que le transmitiré su regalo.
Tiene Vd. razón. Me considero un valet ciertamente entregado

Rafael

Bonjour Monsieur. Tiene Vd. toda la razón del mundo. Aquí huele a muerto teutón. Va a haber que darle la vuelta a la bitácora y ponerla patas arriba, para que se vaya todo ese aroma un tanto rancio a germanos. ¿Qué le parecen los italianos?... Desde el siglo XVI en adelante, con especial atención a Rossini o Verdi?
Estoy seguro de que Vd. y yo vamos a llevarnos a las mil maravillas.
PS ¿Me creería si le digo que una de las razones por las que la condesa no tiene doncellas es porque éstas, casi siempre demasiado jóvenes e impulsivas, desatienden sus obligaciones y van enredándose por ahí con visitantes nocturnos? ¿Sabía Vd. que las doncellas de la casa son dadas a otorgar sus favores con demasiada alegría al primer chiquilicuatre que se presenta por la puerta trasera? ¡Ah si yo pudiese hablar...!

Antonio

Estimado don Antonio. Le ruego que conceda el beneficio que a todo bisoño en estas lides se le otorga. Ésta ha sido simplemente una presentación. Esperemos que las siguientes entregas le parezcan sugerentes. La condesa, refiriéndose a Vd. lo ha definido como un excelente daguerrotipista, aunque algo republicanote...(No se crea que andamos tan distantes. Recuerde que yo no soy de clase alta, más bien al contrario).
S.R. y S.

Palabras

Don Vicente, n'est-ce pas?. Bievenido a casa después de sus vacaciones por países fríos, educados y no exentos de exotismo. ¿Encontró Vd. por ahí a Monsieur Verne, debajo de alguna lava volcánica quizá?
Confío en ser merecedor de la confianza que me otorga.

Unknown dijo...

Es una lástima, don Fermín, que no nos hable más de las intimidades de su señora, como reclama, y bien que está su reclamo, don Antonio. Entiendo que la admire, pero ya que está usted ahora como dueño y señor de la mansión podría, por ejemplo, describirnos otros aspectos quizá más íntimos de su ama. ¡Atrévase, buen hombre, que se lo agradeceremos!

Angel Adanero dijo...

Fermín, no dude que nos llevaremos bien. Ahorrese lo de Conde, es un título ficticio que usé para colarme en el palacete de su señora. Un asunto de urgencia con una de sus cocineras hacía necesaria mi presencia allí. Tal vez de eso le suene mi cara, aunque también pudiera ser que alguna vez usted me haya traido algún recado de parte de su señora.
Lo de llevarla la contraria más que gusto mío creo que es necesidad de la condesa. Ella se alimenta espiritualmente de esas discusiones y acaba fagocitando a sus rivales (dialecticamente hablando). Digamos que en cierta manera ejerce el canibalismo intelectual. Bueno, que le voy a contar que usted no sepa.
Dígale a su señora que por ahora me es imposible facilitarle más información sobre esas partituras. La doctora Hans Eiche-Waldung se fue de vacaciones al Tirol austriaco a pasar unos días en la mansión de los señores Trapp. He perdido el contacto con ella.

Un saludo.

Angel Adanero dijo...

Olvidé comentarle una cosa. Por mucho que rajemos estos días aquí de su señora, me quedo con la frase que dice su homónimo wagneriano: De acuerdo, entonces todo queda como antes: Freia será nuestra para siempre.

fritus dijo...

Fermín, amigo...permitame que me presente, soy Daniel Lucas, alias frito de Eivissa. Ahora que la patrona no nos oye, le voy a hacer un par de consideraciones que son las siguientes:

1.- La condesita es un encanto, en eso todos estamos de acuerdo...pero hagame usted el favor de pasarse un día de estos por las oficinas del INEM y del INSS para asegurarse de si tiene ud. el correspondiente contrato de trabajo y está de alta en la seg. social, y la madame abona las correspondientes cotizaciones, que luego la vejez es muy dura y si te he visto i don´t remember. Si las cosas no son como han de ser no dude en ponerse en contacto conmigo que pondremos en vereda a esta aristocráta de la vieja escuela.

2.- Ya que estamos, y ahora que madame Freia no nos oye, le diré que respecto de Richard Wagner le diré que , como decía Woody Allen en "delitos y faltas", ...."después de oír a Wagner me entran ganas de invadir Polonia". Eso que seguramente era un genio, y un gran artista....pero es que a mí que los siegfrieds, los wotans y las walkirias a mí me dan un miedo que pa qué...Yo soy mas de Zeus disfrazandose y perdiendo los papeles para camelarse a las mortales macizas. Mediterraneo que es uno.

Un abrazo

Fasolt dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Fasolt dijo...

Don Manuel

El insigne y certero periodista tras el que se agazapa un vate fértil y algo desesperanzado... Bienvenido. Es un placer conocerlo (como verá la condesa me puso al tanto de los datos de todos y cada uno de sus ilustres invitados).
Su impaciencia se verá recompensada en breve. Mi segunda entrada está ya en el horno. Vaya tomando asiento; ésta es su casa.

Adanero

Con razón me sonaban sus rasgos...
Por lo que respecta al canibalismo intelectual de mi señora no se crea todo lo que ella dice; tiende a ser muy aparente y algo tramposa, yo creo que a menudo de forma inconsciente. Le gusta utilizar la táctica de que no hay mejor defensa que un buen ataque, lo que es signo evidente de esconder inseguridades. No sea duro con ella, a pesar de las apariencias es más vulnerable de lo que parece.
Por lo que respecta a su segundo comentario, pierda Vd. cuidado. Siempre he sido y soy muy consciente de mi condición y siempre también me mantendré en los estrictos límites que me corresponden.

Fritus

Bienvenido don Fritus a este salón de la condesa ausente. Por lo que sé es hombre de ley donde los haya. Creo recordar además que venera una cierta diosa mediterránea. Casi se diría que incluso la adora.

En lo relativo al primer punto, le agradezco la preocupación y el ofrecimiento de ayuda. Pero puede estar tranquilo. Lo tengo atado y bien atado. Le confesaré que sóc de la seva terra (i a més a més del Barça) y sabe Vd. también como yo que la pela es la pela. Nací en Sant Sadurní d'Anoia (aunque enseguida me vine para Madrid). Mi nombre completo es Fermí Parxet i Torelló. Buena parte de mi familia todavía reside allí, trabajando unas pequeñas viñas que posee y elaborando uno de esos espumosos que, entre nosotros, hace las delicias de la señora... pero no adelantemos acontecimientos que eso podria dar para una entrada.
Por lo que respecta a su segunda observación, compruebo que a la única que le gusta Wagner es a la señora condesa y que están Vds. hasta las partes nobles de escuchar rugir walkirias.
Disfraces y metamorfosis... puede que también los haya... la condesa puede tener muchas caras aunque quizá no tan divertidas como las de Zeus (claro que es una ventaja no tener tampoco un cónyuge airado y espía como doña Hera)
Bien, bien, bien... eso amigo mío tiene fácil solución... en el próximo capítulo.

Gemma dijo...

Benvolgut Fermí Parxet i Torelló, Sóc la senyora Mega, visitant devota d'aquesta casa, en realitat, casa bona, jaja.

Estic al corrent que vostè és l'administrador de la torre de la Comtessa, i de ses preciades possessions, jeje; així que de ben segur ens entendrem molt rebé, jiji.

Es preguntarà de què ric, jojo, i tot i que no li sabria respondre, deu ser perquè intueixo que pròximament m'ho passaré pipa, jaja.

Li asseguro que el meu marit aprecia com cal el senyor Wagner, bastant més que jo, si vol que li sigui franca.

Estigui segur que el visitaré ben sovint. Ara bé, que potser prefereix que li parli en alemany, mein lieber Herr Fasolt?

Rebi les meves salutacions ben cordials.

Fasolt dijo...

Le ruego me disculpe mi distinguida Mega. Creo que por mi evidente bisoñez blogocosera le he contestado en otra entrada. Espero que sepa disculparme. Corro a solucionarlo.

Fasolt dijo...

La meva distingida senyora Mega (encara que potser tingui la poca edat suficient per diur-la senyoreta). Benvinguda al saló de la comtessa. Aquesta bitàcola no era el mateix sense vostè.
La meva senyora em va dir que Hermes, el seu déu regent, la va dotar amb els preats béns del domini de llengües i la facultat d'esculpir i donar forma el llenguatge, jugant amb les paraules mínimes i justes.
Vaig marxar molt aviat de Barcelona per recalar aquí i em temo que els "devaneos" lingüístic-germànics són producte del caprici de la comtessa i no del meu saber a l'esmentada llengua.
Si no li resulta gaire molest i ja que domina la llengua castellana, preferiria que les nostres converses es desenvolupessin gràcies a aquesta.
Fora d'això, la comtessa s'alegrarà de saber que hi ha algú més a qui li agrada Wagner (la seva costella sap el que es fa).
Però mentrestant ella no torni, crec que ens dedicarem a la xafarderia insana i a la música lleugera i espurnejant.
És un plaer senyora.

[Mi distinguida doña Mega (aunque quizá tenga la poca edad suficiente para llamarla señorita). Bienvenida al salón de la condesa. Esta bitácora no era lo mismo sin Vd.
Mi señora me dijo que Hermes, su dios regente, la dotó con los preciados bienes del dominio de lenguas y la facultad de esculpir y dar forma al lenguaje, jugando con las palabras mínimas y justas.
Me marché muy pronto de Barcelona para recalar aquí y me temo que los devaneos lingüístico-germánicos son producto del capricho de la condesa y no de mi saber en dicha lengua.
Si no le resulta muy molesto y dado que Vd. domina la lengua castellana, preferiría que nuestras conversaciones se desarrollaran gracias a ésta.
Por lo demás, la condesa se alegrará de saber que hay alguien más a quien le gusta Wagner (su costilla sabe lo que se hace).
Pero mientras tanto ella no regrese, creo que vamos a dedicarnos al cotilleo insano y a la música ligera y chispeante.
Es un placer señora].

Fasolt dijo...

¡Ay, no! Su costilla, no. Que es al revés