Un regalo de Sergio Astorga

martes, 14 de octubre de 2008

Sinestesias V - III - Nocturn (De atardecida y lunas)



Allà en les llunyanies de la mar

Allà en les llunyanies de la mar
s’aixecava la lluna solitària.
Un himne sense mots, acompassat,
li cantaven les ones en la platja.
El cel, tot llis i tot descolorit,
s’escoltava el cantar de les onades;
i la terra enfosquint-se a poc a poc,
sense veu, sense vent i sense gales,
semblava submergir-se en el no-res,
davant del cel i el mar il·luminant-se
al bes de la lluna, a cada instant més clar,
i la remor creixent de les onades.



Allá en las lejanías de la mar

Allá en las lejanías de la mar
se alzaba la luna solitaria.
Un himno sin palabras, a compás,
le cantaban las olas de la playa.
Todo el cielo, liso y descolorido,
escuchaba el canto de las olas;
y la tierra oscureciendo, poco a poco,
sin voz, sin viento, sin encanto alguno,
parecía en la nada sumergirse,
ante el cielo y el mar, iluminándose
al beso de la luna, cada vez más claro
y el rumor creciente de las olas.


Nocturno (De atardecida y lunas)



En la Costa Brava que pertenece al Alto Ampurdán, el mar cambia de color en cada pequeña cala o enclave y, por supuesto, según la hora del día. Está atardeciendo... Toda la orquesta inicia al unísono el movimiento Lento...

Cuando la luminosidad decae y los perfiles de la costa se van diluyendo por la falta de luz o la bruma de tarde, cada lugar del Ampurdán refleja la luz en el agua de una forma bien distinta... bien empastada con una música nostálgica e intimista.

Desde la terraza, el golfo de Rosas va perdiendo color y matices de atardecida. El conjunto de la cuerda baja de intensidad y a tonos más graves. Las nubes bajas arañan restos de luz en el bajísimo horizonte, dejando que el arco acaricie las cuerdas, cada vez más despacio, cada vez con mayor lentitud.

Pero si nos alejamos en el espacio y subimos por la pendiente que desde Port de la Selva asciende a Sant Pere de Rodas, la bruma se contrapone a la oscuridad que va venciendo en un diálogo sordo y bellísimo. Violines y cellos se suceden. Conforme la claridad desciende se despliega el tema principal, la canción que acompaña y acuna. Los violines susurran, se alternan en un delicadísimo sottovoce. La noche va abriéndose paso, cercenando la luminosidad. Al menos por lo que queda de día, vencedora definitiva del sol.

Volemos ahora en dirección sur. Al volver de Cadaquès y según se dobla el cabo Norfeu la luz se difumina, ¡qué contradicción! en un contraluz sutil y matizado. La punta del Cat parece disolverse en la luces últimas y todo se iguala. La claridad difusa y por momentos más escasa se asemeja a una viola y un cello que se contraponen y el diálogo se hace más suave e íntimo. El mar se va volviendo de un gris de azogue y plata oscura, marcando, como si de cellos y contrabajo se tratase, el bajo continuo. Las rocas que dan paso a la entrada en la Montjoi enmarcan de sombras el agua, mientras violines y violas cuchichean en voz baja.

Pero si decidimos contemplar la puesta de sol desde la Almadrava en dirección al parque de Aiguamolls, el sol se mostrará rotundo en su caída. Colores rojos y amarillos intensos como ese cello que ataca con rotundidad el acorde. Pronto, todo el enorme marco que es capaz de abarcar el paisaje se torna en un cuadro de conjunto. Esta vez no predomina un solo instrumento. El sol va descendiendo muy despacio mientras toda la orquesta conversa entre sí, con suavidad y nostalgia. Algún rayo aislado intenta apenas un segundo de especial protagonismo en tanto los violines, por un brevísimo instante, intentan escaparse. La orquesta los neutraliza y se funde en un juego de naranjas y malvas mientras retoma la melodía principal lánguidamente.

La luz casi ha desaparecido por completo. Los cellos, tímidos, asoman.

Ha salido la luna. Por fin la ausencia de luz y de color. Un tímido cuarto creciente que se levanta desde el agua, justo en la playa de la ya tranquila y recuperada Rosas, en septiembre. El violín inicia un tímido solo que es repetido por la viola y el cello, en un apenas esbozado y agonizante canon. La palidez vence. El agua se disuelve en el vacío hasta que a éste lo releve un día nuevo.







8 comentarios:

RGAlmazán dijo...

Oiga Condesita. Sobresaliente la conjunción del triángulo fotos-texto-música.
No conocía a Toldra, pero me ha gustado. Me lo he puesto dos veces. Con las fotos de fondo y saboreando su lectura.

Y ahora vamos a lo importante. Y de lo nuestro qué. Es que va a estar usted esquivándome constantemente. ¡Qué duro pero qué dulce si la espera es productiva!

En fin, sigo eternamente besando su mano izquierda (es la malita ¿no?) mientras recito: Cura sana... ...curarás mañana.

Salud y República

fritus dijo...

My dear Countess, está ud hecha la aristocrata mas currante que conozco,

Por lo que respecta a la cosa de la sinestesia, no tengo palabras...se me quedan cortas para describir al alma sensible que habita en Ud....las fotos son preciosas, y Toldrà un precioso descumbrimiento, al menos, para un servidor zote donde los haya( siento en el alma haberlo confundidó con torrons-artesans-Tardà")...por lo que respecta a mi amigo Joan ,el de la perilla engomada y la americana de tres botones .... ya he dicho bastante, pobre.

En la senda de sus admiradores veo que no crece la hierba, de tan concurrida que está...me queda el consuelo de que mi Tanit es demasiado pequeña para aparecer por aquí amenazando con que "a mamá vas..." , aunque me sentiría muy orgulloso, mucho, si en el futuro se parece , ni que sea un poquito, a Aída Almazana.

un abrazo

Freia dijo...

Rafa

¿Está Vd. seguro de que su niña ya está durmiendo? Es que le aseguro que no gano para sobresaltos...
(muá, ondina)
La música de hoy es muy melancólica y suave. Ya verá como la de mañana le encanta. Casi, casi se ve saltar a los peces en el agua...
La izquierda va bastante mejor... Gracias no obstante por sus buenas intenciones y su salmodia curandera. Lo de las contracturas realmente es debido, según dijo el fisio, a vicios posturales, pero no lo vaya diciendo por ahí que queda fatal.
Yo no le esquivo mi querido Rafael. Todo forma parte de un especial y atávico juego de seducción, porque a esta condesa trasnochada le encanta descubrir a su oponente muy poco a poco.
Permítame un casto ósculo en la mejilla... más que nada por si aparece la Ninia
Buenas noches

Freia dijo...

Fritus

Mi querido Fritus. Su comentario se ha cruzado con mi respuesta a don Rafael...
Ni le cuento lo que me ha emocionado lo de la "senda pelada".
De todas mis múltiples personalidades, adoro a la condesa porque es la que más satisfacciones me da (y de lejos) con el sexo contrario).
Coincido plenamente en sus apreciaciones sobre nuestra especialísima ondina ondeante Almazanita...
En cuanto a lo de curranta, es verdad que sí lo he trabajado, pero estaba terminado cuando vio la luz la primera entrega y repetiré siempre que he disfrutado como una enana haciéndolo. Ha sido como volver a navegar por aquella costa que me tiene sorbidito el seso desde hace tantos años.
Si alguna vez tengo un golpe de suerte monetario, tenga por seguro que compraré un velero pequeñito para perderme por allí. Por supuesto, sería un orgullo y un lujo contar con Vd. de contramaestre y con su chica y su niña de marinero y grumetillo.
Un abrazo

Gemma dijo...

Meine Grafin, en primer lugar, reconocerle que este "Allà en les llunyanies de la mar" me ha gustado mucho más que la anterior composición, jeje.

Y sin embargo, si tuviera que quedarme con un solo verso, escogería sin dudarlo el siguiente:
"La palidez vence.
El agua se disuelve en el vacío
hasta que a éste lo releve un día nuevo". ;-PPPP

Y qué bonitas brumas, y perfiles rocosos. Y, por encima de todo, ¡qué reflejos, luces y sombras, más salados nos trae hoy! Dan ganas de echarse a nadar desde el mismo Wansee hasta Cadaquès. ;-D

Hablando ya en serio, si se trata de escoger unas cuantas fotos, me quedo con la serie compuesta por perfiles de roca a contraluz, como si fueran enormes mamíferos marinos, y también con las del sol espejeando entre aguas del cielo.

Aufwiedersehen!!!

Freia dijo...

Meine liebe Zaubererin, no creo que se deshaga en halagos sobre la composición "maragallesca" (en especial el último verso es un poco jevi que diría nuestro Daniel).
Con todo, seguramente la música de hoy le gustará. Puede que hasta la transporte a la niñez...
Bueno, bueno, eso de que me compare con don Joan y salir ganadora hace que no quepa en mí (de gozo) ni en el vestido azul turquesa.
La sensación que se siente al navegar por allí para mí es y será siempre muy, muy especial.
Viele Küsse aus Madrid

Freia dijo...

Mega, me refería a la composición "maragallesca" de hoy, la última.

Augusta II dijo...

No estoy dormida, que conste. Os vigilo...

Acabo de comentar en la entrada anterior. No sabía que ya habías colgado tantas sinestesias en tan poco tiempo.

Todavía estoy con el regustillo a retama. Ya sabes que yo digiero despacito porque me gusta disfrutar de las sinestesias a sorbitos.

Volveré.

Pero Fritus, ¿también tú?

¡¡¡Taaaaniiiiit, llama a tu madre, correeeee!!!

:P