Un regalo de Sergio Astorga

miércoles, 20 de enero de 2010

Receta casi infalible para arreglar un mal día



Hay días en que por más que uno se esfuerza, parece que los hados se empeñan en ponerle la zancadilla. Y sí, tienen razón: es difícil esquivarla, pero no imposible. Acéptenme una sencilla pero eficaz receta casera.

Madrid, 19 de enero de 2010, martes. Llueve, llueve mucho y el día es gris y desagradable, estúpidamente desagradable aunque no frío.

Primero y muy importante. Péguense con Vds. mismos para conseguir apartar el nórdico y saltar de la cama. ¡Bieeeen! Ha costado un poco (o un mucho) pero lo han conseguido. ¡Bravo por sus ganas de llevarle la contraria al puñetero día! Ducha y desayuno ligero y sobrio. Lo cierto es que detrás de la ventana el cielo presenta un aspecto tan oscuro y tristón que dan ganas de arrebujarse en el sofá y pasar así la mañana o de volver a meterse directamente al sobre. Pero no, de ninguna manera. No, no, no. No se quieran tan mal. Un poquito de respeto por Vds. mismos.

En vez de castigarse de esa manera, empleen sus dosis de masoquismo en coger el coche y recorrer la calle de Alcalá a unos 12 Kms. por hora de media. Lluvia, atascos, gente enfadada y despotricando, coches que se quedan parados en medio de un cruce entorpeciendo a otros 50 que van por la perpendicular. Obras, cielo sucio. Madrid insufrible. Llueve cada vez más. El lector de CDs de su viejo coche desgrana despacio una suite de Bach.





J.S. Bach (1683-1750) I Preludio. Suite nº1 para cello solo en sol mayor BWV 1007. Jacqueline Du Pré, cello. Emi, 1989.

La música es suave y melancólica. Dan ganas de llorar. Pero no se preocupen. El autobusero lo está pasando peor que Vds. Aguanten, ya no queda mucho. Imposible meter el coche en el aparcamiento de Montalbán. 15 pacientes ciudadanos delante de Vd. lo están intentando y no hay forma. De repente, ¡Ufff!, un hueco. ¿Ven como no todo es malo? Es zona verde y Vds. saben positivamente que tardarán más de una hora en volver, pero como tampoco piensan pagar la multa...

Ahora llueve mucho y hay que atravesar cuatro calles, pasar un control de seguridad, dejar todo en la taquilla pero, por fin ha llegado Vd. donde quería y necesitaba.

Pasa primero por la sala de la base de datos y reprografía. Encuentra tres signaturas. Una sigue prestada al departamento de restauradores, otra todavía está en el viejo edificio de Villanueva, de forma que tendrá que conformarse con consultar exclusivamente uno. Pero solo por estar allí ya merece la pena el viaje.

Y entra Vd. en la Sala de Lectura de la Biblioteca del Museo del Prado. Solo hay cuatro personas además de la bibliotecaria. Se sienta, enciende el ordenador y pretende consultar el correo. Pero se encuentra Vd. justo debajo de la gran bóveda pintada por Luca Giordano. Justo donde hace años estaba el Guernica. Y entonces, enciende el iPod, se deja escurrir despacito en el asiento hasta apoyar el cuello en el borde de la silla y contempla. Suena un concierto para oboe de Vivaldi. Y por primera vez en muchos, pero que muchos días siente que la tranquilidad se apodera de Vd., que algo bueno asoma por fin después de casi un mes.



Luca Giordano (1634-1705). Fresco de la Bóveda del Casón del Buen Retiro. Madrid.





Antonio Vivaldi (1678-1741). Concierto para oboe y orquesta RV 447 en Do mayor. I Allegro non molto. Guildhall String Ensemble. Dir.: Robert Salter. Malcom Messiter, oboe, Paul Nicholson, clave. Emi, 1988.

El libro llega enseguida. Y mientras desfilan por sus páginas las iglesias múdejares, renacentistas y barrocas de Madrid, es Boccherini el que le acompaña ahora. No se oye más que la música del cello y las figuras del fresco de Giordano le miran condescendientes desde arriba. Sus tonos claros le están diciendo que ése es un buen refugio para aprender y para olvidar.





Luigi Boccherini (1743-1805) Concierto para cello y orquesta en Si bemol mayor. II Adagio. English Chamber Orchestra. Dir.: Moud Martin-Tortellier. Paul Tortellier, cello. Emi, 1974.

A la vuelta sigue lloviendo a mares y la tristeza les ataca de nuevo. Tranquilos, no se preocupen. Pítenle un par de veces a algún taxista desaprensivo. No hay nada como dejar escapar un poco de rabia que sople y se lleve los demonios.

Comida ligera y rápida, que el estómago estos días casi no admite alimentos. A las cuatro, consulta dolorosa pero necesaria con el psiquiatra. Sube un poco la medicación pero no será seguramente por mucho tiempo. Hablan durante tres cuartos de hora y Vd. sabe que alguien puede escucharle por fin toda la verdad. Eso le consuela. Y cuando sale, nota que ha soltado lastre, que se siente Vd. mejor, que su autoestima ha subido un par de enteros y que qué narices: que es doloroso dejar restos en la cuneta pero llegados a cierta edad, a veces es un peaje necesario, aunque duela. Y si Vd. está intentando aprender a aceptarse a Vd. mismo tal y como es, con sus debilidades, sus miserias pero también con su parte de nobleza y generosidad, los demás tendrán que hacer igual con ellos mismos. Será duro dejar la parte que uno entregó con honestidad a otros en el camino. Pero guardará la que recibió con ternura y seguirá adelante porque hay que seguir y porque Vd. quiere seguir. Y tratando de ser sincero y honesto consigo mismo e intentando que el mundo, aunque solo sea un poquito, vuelva a ser suyo.

Ahora que se encuentra Vd. mejor, hágame caso. Váyase andando al Auditorio. Un buen paseo. En la sala de cámara le está esperando uno de los mejores conjuntos de cuerda que existen actualmente y el que para Vd., con toda seguridad, es el mejor cuarteto del mundo jamás escrito, aunque los expertos opinen que el anterior tiene mayor transgresión temática y técnica más revolucionaria. Siéntese en su localidad. Escuche al Cuarteto Takács desgranar el op. 18, los 4 y 5. La segunda parte le regalará esa joya de la que lleva Vd. enamorado muchos, pero que muchos años, desde que la oyó en la sala de música de su casa.





L.van Beethoven (1770-1827). Cuarteto op. 132 en la menor. Alban Berg Quartett. Emi, 1983.

Cierre los ojos y recuerde la bóveda del Giordano que vio esta mañana o traiga a su memoria la iglesia de San Ivo alla Sapienza del Borromini en Roma.

Durante 45 minutos desaparecerán la angustia, la melancolía, la tristeza, el desasiego y el dolor. La mente se relajará. Durante ese tiempo todo será posible. La calma le permitirá meterse dentro de la cabeza y el oído de aquel borrachuzo, sucio, misántropo y genial sordo que escribió la música más maravillosa que existe.

A la salida, el poco tráfico, la crisis y la hora harán que su viejo R5 "Manolo" le devuelva al refugio de su casa en poco tiempo. No hay necesidad de cena. El tercer movimiento del op. 132 todavía suena en sus oídos.

¿Lo ve? Ha conseguido ir sorteando un día muy, pero que muy dificilillo. Hoy ha habido fuerzas.

A la hora en que esto se publique será ya día 20, festividad de San Sebastián, el santo más sufrido y doliente que exista, con toda probabilidad, en el imaginario cristiano. También uno de los más hermosos.

Guido Reni (1575-1642). San Sebastián. Museo del Prado de Madrid. Foto obtenida del boletín Perspectivas, nº 36, del Museo Thyssen Bornemisza, sobre la exposición "Las lágrimas de Eros". Madrid, Otoño/Invierno 2009/2010
(merece la pena el doble click para ver la ampliación).


Y si se sienten como él, asaeteado sin remedio por el desasosiego o la tristeza, quizá sea día de dejarse llevar y de pensar, como dice Alucinao, que a veces uno se levanta con la melancolía puesta y debe dejarse arrastrar por ella y acudir a las canciones de Hilario Camacho, un músico muy, muy especial a quien, según palabras del propio Alucinao, "... vuelvo siempre que tengo necesidad de comprobar que las flores marchitas siguen atesorando mucha belleza".

Esfuércense y salgan a la calle o déjense arrastrar, a su gusto. Que hay días para todo.

Yo no sé cómo amaneceré hoy (lo cierto es que ya casi es de día). Tampoco me lo planteo. Actuaré según sople el viento. Si toca bueno, lo aprovecharé. Si malo, a aguantarse tocan. Al final del día, por fortuna, hoy también me esperan Beethoven y el cuarteto Takács en la sala de cámara.

Buenas noches (o días) e intenten ser un poquito felices.

20 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué precioso paseo nos has regalado!
Ves? Es que pasear es muy bueno :)))
Küsse

RGAlmazán dijo...

Querida condesa, vaya entradaza que se ha marcado usted.
Acabo de recorrerme el día entero y he sentido cada uno de sus recovecos, y he vivido un día pleno. Ha sido un verdadero placer recorrer de su mano, incluido el follón del tráfico, ese Madrid artístico.
Querida, ha sido una maravilla esta entrada que me ha hecho comenzar el día con sosiego y Paz.
Un besazo.

Salud y República

NáN dijo...

Con toda la alegría que me da verla así, grito ¡Bravo, bis, bis, bis!

Con todos mis respetos, mi baja cultura y mi incorrección maniática: lo suyo, cuando tiene fuerzas para levantarse, ducharse, desayunar y salir, es lo que llamo una "vidorra".

fritus dijo...

Nuevo post con un tono razonablemente optimista, me alegro, y mucho.
Si me permite un consejo lo que habría de hacer es usar el transporte público...hasta en un villorrio como Eivissa circular en coche por la ciudad es una pesadilla y aparcar sin arruinarse una quimera. En Madrid con ese peazo de metro que tienen, vamos...que yo dejaba descansar al pobre Manolo Renault.
Sant Sebastià... fiesta patronal en Mallorca, aquí en la vecina isla de Eivissa como si ná, no nos afecta, seguimos currando. El Santo más sufrido, doliente....y el Santo más icono gay del imaginario cristiano, siempre en calzoncillos, marcando costillar y con esa pose de ahí me las den todas ( las flechas, digo...)

Un abrazo y a seguir bien, estimada comtessa.

J. G Centeno dijo...

Como te estás portando bien voy a regalarte un poema. Ya sabes que me encanta regalar poemas que otros escriben, describiendo lo que yo siento y pienso. Si adivinas el autor, y de pista te doy que alguien lo canta, igual te regalo otro:

Rien n'est jamais acquis à l'homme. Ni sa force

Ni sa faiblesse ni son cœur. Et quand il croit

Ouvrir ses bras son ombre est celle d'une croix

Et quand il croit serrer son bonheur il le broie

Sa vie est un étrange et douloureux divorce

Il n'y a pas d'amour heureux

Sa vie elle ressemble à ces soldats sans armes

Qu'on avait habillés pour un autre destin

A quoi peut leur servir de se lever matin

Eux qu'on retrouve au soir désarmés incertains

Dites ces mots ma vie et retenez vos larmes

Il n'y a pas d'amour heureux

Mon bel amour mon cher amour ma déchirure

Je te porte dans moi comme un oiseau blessé

Et ceux-là sans savoir nous regardent passer

Répétant après moi les mots que j'ai tressés

Et qui pour tes grands yeux tout aussitôt moururent

Il n'y a pas d'amour heureux

Le temps d'apprendre à vivre il est déjà trop tard

Que pleurent dans la nuit nos cœurs à l'unisson

Ce qu'il faut de malheur pour la moindre chanson

Ce qu'il faut de regrets pour payer un frisson

Ce qu'il faut de sanglots pour un air de guitare

Il n'y a pas d'amour heureux


Ni que decir tiene que la traducción te la dejo a tí, no es demasiado difícil, que para eso tuviste lectrice

Freia dijo...

Mita

Tienes toda la razón, querida. Viajar y pasear es bueno, especialmente cuando consigue hacerlo hacia su propio interior.
Independientemente de ello, todo lo narrado en el post, es C por B mi paseo de ayer por Madrid, una ciudad imposible y enojosa capaz, sin embargo, de esconder los mayores tesoros musicales, arquitectónicos o de pintura.

Liebe Küsse.

Rafa

Mi querido don Rafael. Me alegra que el viaje le haya traído sosiego y mucha Paz. Lo del embotellamiento, tiene mucha razón de ser. Lo entenderá si sigue leyendo el siguiente comentario para don Fritus.

Yo también me alegro de que los ojos del Guadiana funcionen de tanto en tanto.

Beso su mano respetuosamente. Dele un beso muy especialmente a sus maravillosas féminas y un abrazo gordo a su vástago don Curro.

Fritus

Mi muy querido Fritus. Tiene Vd. razón con lo del transporte público. Aquí donde la ve y aunque no lo parezca, esta condesa es la reina del transporte público, ya sea en metro, autobús o tranvía rápido. No vea lo engorroso que es sacar la calesa.
Pero para ir a dos sitios en concreto, Museo del Prado y Auditorio, (amén de cuando se dedica a pasear a blogueros de otras tierras por la Villa y Corte incluso a los del extrarradio) el transporte público incluye transbordos farragosos y caminar un buen rato. Cuando llueve y se tiene algo de prisa y sabiendo que hay un parking cerca, el automóvil le libera a uno de fríos, mojarse y no perder tiempo excesivo. Además, en circunstancias normales (esto es, cuando no llueve), se llega pronto y se aparca sin esperas.
Vuelve a tener Vd. razón con lo de San Sebastián. No tienen mal gusto los chicos. Un santo doloroso, doliente, de formas suaves y elegantes y tan vulnerable... Vamos, que a mí tampoco me importaría quitarle alguna flecha.

Un beso fuerte a toda la familia frita.

Freia dijo...

JGCenteno

MI querido Bolche. No sabe Vd. lo que me gusta que siga Vd. apropiándose de poemas ajenos como propios y regalándomelos.
Y me parece que va a tener que seguir haciéndolo porque este difícil y hermosos poema es de don Louis Aragon, aunque yo tengo que reconocer que lo conocí a través de la canción de nuestro común y querido don Jorge.

Y creo que el texto tiene mucha razón. La vida del hombre es un extraño y doloroso divorcio. Y el amor, en un sentido muy, muy amplio del término tal y como Aragon lo entiende, no es dichoso nunca. Porque nos pasamos la vida entre amores de muchos tiempos, los que tenemos cerca, los que nos cuidan, los que queremos y nos quieren. Y a veces el desencuentro con algún amigo o compañero o colega, aunque sea querido o viejo, puede crear tanta infelicidad como el de una pareja, en sentido estricto. Pero afortunadamente, hay otros amores que se mantienen en el espacio y el tiempo, sin flaquear a través del tiempo. Y no sabe cuánto tengo que agradecerle que el suyo siga ahí, imperturbable.
Espero con ansiedad "su" próximo poema.

Mil gracias por estar siempre ahí.
Y te dejo unos regalos musicados del tuyo.

Te quiero mucho.

Georges Brassens

Françoise Hardy

Elodie Frégé

Catherine Sauvage

Freia dijo...

Nano

Mi querido, mi queridísimo Nano. Otro de mis incondicionales, de los que ha estado al quite durante todos estos largos meses, con quien he compartido manifestaciones, charla, presentaciones de libros, sentadas y alcohol (de forma modernada y con buenas dosis de conversación agradable).

Me emociona su bravo por lo sincero y lo incondicional.

Y sí, tiene Vd. razón. Ya el hecho de no tener que hacer un trabajo que no me gusta es un privilegio. Lo cierto es que me pego la vida padre.

Y mil perdones. Sabe que aunque me lo haya saltado, lo llevo escondidito, junto a su querida L en lo más resguardado de mi ánimo.

Un beso muy, muy fuerte.

Me encantó recordar su canción del otro día. Es curioso como siempre identificamos melancolía y dolor con amor, cuando como dice el poema de Aragon nuestra vida es un extraño y doloroso (y continuo, añado yo) divorcio. Un encuentro y una despedida continua de cosas y personas por unos motivos u otros.

Ahora, además, un fuerte abrazo.
No tema, nos veremos pronto. Sólo es cuestión de encontrar el día bueno. Cada vez será menos difícil y escaso.

Gemma dijo...

Preciosa entrada, Freia. Cuando te pones, te pones a lo grande siempre, desde luego que sí.

Con tu relato me has hecho recordar los estupendos paseos por Madrid con Manolo, yendo de acá para allá. Si es que como anfitriona, no te gana nadie. ;-P
Besos

Freia dijo...

Gemma

Meine liebe kleine Schwester. Pues el texto salió de un tirón porque fue exactamente lo que hice aquel día, incluída las piezas escuchadas durante la jornada. Me limité a narrarlo. Costó un poquito más subir la música al servidor y encontrar una foto digna del fresco de Giordano del Casón del Buen Retiro. Después de verlo en directo durante algunos días, cualquier reproducción se me queda pequeña.
Pero, al menos, aproveché la noche de insomnio.
Yo también echo de menos esos paseos por Madrid contigo. Este año me toca a mí ir a Barcelona. Prometido.

Gemma dijo...

Estupendo. Así me enseñas Barcelona. ;-PP

Freia dijo...

Jajajaja. ¡Ah no, ma chérie! Esta vez te toca a ti. De Barcelona yo sólo conozco los restaurantes y la Boquería. ;-pp

alucinao dijo...

♪♫ Madrid amanece con ruido y con humo, y oscuros borrones flotando entre nubes...
...y entre tinieblas de fiebre se abre paso la luz


Precioso paseo, maravilloso post. Gracias por la mención.

Muakiss a tutiplén.

anarkasis dijo...

no tengo un nórdico en la cama, lo que tengo necesita viagra, así que no me da la gana quedarme
Punto 2, En vez de castigarme con la envidia de esa manera, no me voy a castigar y me voy a tomar un carajillo.
(mucho mejor, donde va a parar)
y ahora ya más despejada no se si tirarle de la flecha y hurgarle a San Sinsebo, o tirarle del trapo a ver que esconde ahí,
La dejo con él, que dios folla poco y raro.
¡ah! y muchísimas gracias por todo, por todo lo que le contó a FaSol de mi, ya le contaré, ya.

Freia dijo...

Alucinao

♪♫ Madrid amanece entre sueños perdidos, confusión y sorpresa latiendo en las venas...
♪ ...y ese llanto salado moja tu paladar, Madrid amanece a través del cristal ♫

Buena la has hecho Alucinao. Eso alimenta mi extraña relación de amor-odio con Madrid. Pero creo que ya no sabría vivir sin ciertas cosas que aquí tengo tan a mano...

Gracias a ti. Tu entrada se merecía la mención. La melancolía ronda últimamente mucho por la blogosfera; incluso está haciendo estragos.

Esta noche tengo una cena. Prometo guardarte un sorbo del Negroni que pienso beberme. No es Venecia, pero seguro que vale la pena.

Muakiss cocteleros

Anarkasis

Jajajaja, querida. No te fíes de los nórdicos. Tienen muchíiiiiisima pluma.

Y lo tuyo con los hombres, ¿qué? ¿Eso no da envidia? ¿No te digo? Ahora soy yo la que tiene que tomarse un carajillo doble.

Ya me contó algo FaSol (jajajaja), ya. Al menos, respetasteis mis Château-Laffitte de la bodega...

Está más contento desde que sabe lo que es un bikini con ínfulas.

Un beso, querida.

PD Me ha gustado eso de que dios folla poco y raro.

LUISA M. dijo...

Eso, eso, querida Freia, "a mal tiempo, buena cara". Vaya, tuvo usted un día muy completito, que parecía "pintar mal" cuando empezó, pero consiguió arreglarlo.
Yo me quedaría con el tiempo en la Biblioteca del Museo del Prado disfrutando de las láminas de ese libro, de la música y de la contemplación de ese bello fresco.
La música y el arte tienen a veces los efectos terapéuticos de un suave bálsamo sobre nuestras heridas o zonas doloridas.
Le deseo que vengan mejores días y mejore su ánimo mirando cada jornada con mirada optimista.
Siempre es un placer acompañarla en estos paseos en compañía de la música de Bach, Boccherini, Vivaldi o Beethoven, aunque a veces las piezas rezumen algo de melancolía.
Hasta pronto. Muchos besos.

Freia dijo...

Querida Luisa:

Si mi querida amiga, solo que este tiempo que llevamos sufriendo ya un par de meses es capaz de poner melancólico al más pintado. ¡Qué hartura de lluvia y nublados!

Yo si pudiera, no es que me quedara con la Biblioteca del Prado, es que directamente la compraba. No puede imaginarse la tranquilidad que se siente estando allí. Dan ganas de ponerse a estudiar y a investigar como una loca. Y el día en que está el bibliotecario, en lugar de la bibliotecaría, todavía gana más la cosa. Es un cielazo de hombre.

Un beso muy fuerte, querida.

Isabel dijo...

No había tenido tiempo de leer esta entrada hasta ahora y me he quedado pensando en ti, Freia.
Y me pregunto, desde mi ignorancia, cómo se puede adueñar el desánimo de un espíritu tan lleno de cosas hermosas y con tantos recursos como la belleza del arte que se palpa en ti.
Sigo en la duda, ójala conociéndote pudiera disiparla.

Besos y gracias por otra entrada redonda.

Freia dijo...

Querida Isabel

De ignorancia, nada. El desánimo, al igual que la belleza puede entrar en cualquier persona en un momento dado y sin avisar.
Yo he tenido la suerte de tener medios para acercarme al arte, pero, por fortuna, es patrimonio de todos y todos podemos sentirlo, acceder a él y usarlo como asidero.
Lo del desánimo va a días, como en cualquier mortal. Estoy segura de que enfrentándome a mis fantasmas le ganaré la partida.
Un beso, Isabel.

Fernando García Pañeda dijo...

Casi todas las mañanas, a eso de las 7:00, suena alguna de las suites de Bach en el CD de mi coche (Maria Kliegel); el preludio de la nº 1 lo reservo para cuando el día se presenta duro de verdad.
Lo cierto es que cualquiera de esas maravillosas piezas sirve para reparar el día; y todas ellas juntas sirven para tener el mejor de los días, aunque no nos demos cuenta...
Quedo admirado.