Un regalo de Sergio Astorga

domingo, 5 de agosto de 2007

Presentación

Siempre me he mostrado un tanto remisa a escribir diarios juveniles, de viaje, de opinión, etc., por una razón fundamental y primordial: soy muy, muy, muy vaga y, por consiguiente, poco o nada constante en mis aficiones, actividades o gustos. Pero esta tarde he visitado el blog de un buen amigo, " Acero bolchevique" y me ha dado la chaladura. Vamos a ver de lo que soy capaz y lo que dura.

Por el nombre del blog, podéis imaginar que la cosa va de música. Puede parecer una estupidez, una cursilada, pero no puedo vivir sin ella. En casa hay reproductores de música por toda la casa ( a veces varios en una misma habitación ): desde los vestustos lectores de cassettes, pasando por lectores de CD y DVD de múltiples y varias tipologías, hasta llegar a MP3, MP4, ATRAC3 PLUS de diverso pelaje y condición. Me gusta la música: no toda. No soporto el bacalao, me gustan poco o nada las músicas raciales o étnicas y confieso mi pasión por la canción francesa, la italiana anterior a 1970 y toda esa música de boleros y baladas que detestaba a los 20 años y empecé a disfrutar a partir de los 30. Pero la música que realmente me engancha desde que era muy pequeñita es la clásica. Sí, ésa que va desde las primeras jarchas hasta el dodecafonismo; ese cajón de sastre donde caben los Oratorios barrocos y las canciones de Juan del Enzina, la música de cámara de Alban Berg y las sonatas del Rosario de Biber.

De todas formas la música que desde hace muchos años me produce una especial emoción es la que compuso ese tal Johann Sebastian . Sí, sí, no el Mastropiero ( que también), sino el de Leipzig; ése que fue tan fértil en hijos y partituras; el calvete, gordote, bon vivant y tremendamente exigente JSB. El título del blog, evidentemente, no es casual. Como sé que no tengo un vicio precisamente solitario, espero poder compartirlo en breve con algunos o muchos de vosotros.

Cuando navegaba por el blog de Javier, (ya sabéis "Acero Bolchevique"), he visto que él y algunos de sus comentaristas más asiduos participan de los mismos gustos, así que espero no sentirme especialmente sola.

Quiero que el blog sea abierto, en el sentido más amplio del término. Es decir, que tanto los que hagan comentarios como yo misma, podamos expresar lo que nos ha sugerido un disco que hayamos escuchado, pero también la opinión que nos merece el canon digital, el top manta o la postura política de algún director de orquesta.

Dado que yo escribo desde Madrid, que me niego desde hace años a ver ópera en el Real mientras se mantengan los precios existentes y que el Auditorio mal llamado Nacional va a estar cerrado una buena temporadita, no podré hablar sobre conciertos por el momento. Espero que aparezca algún entusiasta colaborador de otras provincias o países ( ¿por qué no?), que sí que pueda contarnos qué le parece la oferta musical de su lugar de residencia.

Quien dice música clásica, dice también otro tipo de músicas. Una de las razones de abrir el blog es conocer otras opiniones y aprender de otros. Si poco a poco funciona y yo consigo mantener un mínimo de constancia, podemos hablar de arquitectura, pintura, cine, libros, etc.

Por ahora y como presentación, ya está bien. Está sonando un concierto para cello de don Pepe Haydn, así que os dejo en buenas manos y mejores oídos.

4 comentarios:

J. G Centeno dijo...

Sin ánimo de polemizar, yo nunca polemizo, yo sentencio y al que no esté de acuerdo conmigo simplemente le acoso, educadamente, hasta que por cansancio o convencimiento, que me da lo mismo, acaba dándome la razón tengo que exponer que a J.S. Bach, le ocurre como a Arturo Pérez Reverte, que tiene un extraordinaria capacidad de escribir continuamente la misma novela y con gran éxito de público y crítica. J.S. y gran parte de su numerosa descendencia consiguieron escribir aproximadamente lo mismo y que ademas sonara bien siempre que lo escuchas, notabilísimo mérito. En un orden de cosas parecido, enorme disgusto debió llevarse d.Antonio Vivaldi cuando comprobó que, efectívamente, las estaciones sólo son cuatro, cuando él tenía música preparada para 38 ó 40.

AF dijo...

En cambio, Haydn escribió el himno británico (aunque él no sabía que lo estaba escribiendo), que no puede confundirse con ningún otro himno. Claro que Haydn no tuvo tanta descendencia.

Bienvenida a este mundo, que por otra parte tiene mucho en común con otros mundos: hay amigos, enemigos y gente indiferente. La ventaja es que con los enemigos, a diferencia del mundo real, sueles encontrarte muy poco.

En homenaje a un reencuentro con alguien que, de tanto tiempo como hace que no veo, me parece salida de la tumba, suena ahora en mi casa la Danza Macabra, de Saint Saens (tarí, tarí, tarí, tariro, tariro, tarí, tarí...)

Antonio Flórez

Blanca dijo...

Te doy la enhorabuena por la inauguración y seguramente hablaremos mucho de música, mi autentica pasión, entre otras muchas... jejeje....

Canté casi 20 años en varios coros, todo tipo de música, desde Juan del Enzina hasta la zarzuela María la O, pasando por diversas misas o cánticos regionales..., aunque mi devoción son básicamente dos: la música medieval, española o italiana y el escenario, cantando ese género que algunos consideran menor, pero que a mi me fascina, la zarzuela.

Otra vez bienvenida y seguiremos hablando.

Un abrazo

Freia dijo...

Gracias Blanca. Veo que además de Adamo compartimos otros gustos musicales, pero ya de entrada he de decirte que yo nunca he podido cantar en un coro y bien que me habría gustado (bueno, nunca es tarde) y que por lo que respecta a la música soy una mera aficionadilla, aunque Javier opine lo contrario. Me gusta desde que tengo memoria y mi padre ayudó a fomentar la afición. Acudo con frecuencia a conciertos, pero no te engañes: las opiniones que puedo expresar no están basadas en el conocimiento (para mi desgracia), sino en la pura impresión.
Una vez dicho esto, espero que sea el principio de una larga, larga, larga y enriquecedora relación.