Un regalo de Sergio Astorga

sábado, 1 de diciembre de 2007

Día Mundial contra el Sida



Hace ya 26 años largos que aparecieron los primeros casos y todavía hay mentes "bienpensantes" que afirman sin rubor que es una enfermedad de yonquis y maricones, un castigo divino del que ellos siempre estarán a salvo. Pero el SIDA es una enfermedad terrible no un castigo divino. Nadie, absolutamente nadie es merecedor de algo tan cruel y nadie, absolutamente nadie está a cubierto del todo. En España hay 35.000 personas que no saben que son seropositivas. No existen grupos de riesgo, sino prácticas de riesgo y contra ellas se deben dirigir todos los esfuerzos y los medios, en tanto no se descubra una vacuna eficaz.

Se han dado avances. La diferencia es que, mientras en el primer mundo las personas diagnosticadas, en general, siguen tratamientos ( duros y dolorosos, sí) pero que en muchos casos han conseguido cronificar la enfermedad, en buena parte de Asia, África, América Central y del Sur, no hay dinero ni medios para proporcionar los cócteles antivirales y el SIDA se ha convertido en una auténtica pandemia, en un verdadero azote.

Hay 35 millones de seres humanos contagiados, portadores o ya en fase de enfermedad declarada. Mientras tanto, las multinacionales farmacéuticas siguen mercadeando con las vidas y negándose a fabricar genéricos baratos que paliarían en parte el problema. Mientras tanto también, la Iglesia Católica (la oficial, no la que está al pie del cañón en hospitales, misiones, escuelas) sigue amenazando con la excomunión y el fuego eterno a los fieles que utilicen el preservativo.

Las cifras son escalofriantes. No podemos hoy por hoy hacer mucho más que mentalizarnos y mentalizar a los nuestros de que la prevención es el mejor arma contra el SIDA pero, honradamente, creo que también podemos echar una mano a ONGs, a médicos, a maestros, a misioneros, a voluntarios, a colaboradores, sean o no religiosos (cada cual según sus ideas y la confianza que les merezca la labor que estos grupos realizan). Se puede colaborar monetariamente, que nunca viene mal y las campañas de prevención son caras, pero también se puede contribuir difundiendo y dando publicidad al trabajo que todos ellos realizan anónima y efectivamente.

Os dejo un enlace a Médicos Sin Fronteras, porque es la organización que mejor conozco, pero a poco que busquéis en la red, encontraréis multitud de gente organizada que lleva años luchando en el tercer mundo y en los ambientes marginales del primero.

En un día como hoy que tiene la virtud de recordarnos que la enfermedad y el dolor existen, sólo dos palabras: PREVENCIÓN Y SOLIDARIDAD

[Podemos conseguir que la fortuna no sea tan cambiante y veleidosa como en el texto que os dejo a continuación. La suerte se puede cambiar con ayuda y ganas].





Carl Orff - Carmina Burana

Gundula Janowitz, soprano
Gerhard Stolze,
tenor
Dietrich Fischer-Dieskau, barítono
Chor und Orchester der Deutschen
Oper Berlin. (
maestro de coros
: Walter
Hagen-Groll)
Schöneberger Sängerknaben
(
ensayos: Gerhard Hellwig)
Eugen Jochum,
director
Grabado para Polydor (ahora Deutsche Gramophon) en Hamburgo. 1968.


I.- FORTUNA IMPERATRIX MUNDI

1. O Fortuna

O Fortuna
velut luna
statu variabilis,
semper crescis
aut decrescis;
vita detestabilis
nunc obdurat
et tunc curat
ludo mentis aciem
egestatem,
potestatem
dissolvit ut glaciem.

Sors immanis
et inanis,
rota tu volubilis,
status malus,
vana salus
semper dissolubilis,
obumbrata
et velata
michi quoque niteris;
nunc per ludum
dorsum nudum
fero tui sceleris.

Sors salutis
et virtutis
michi nunc contraria,
est affectus
et deffectus
semper in angaria.
Hac in hora
sine mora
corde pulsum tangite;
quod per sortem
sternit fortem,
mecum omnes plangite!

::::::::::::::::::::::

1. Oh Fortuna

Oh Fortuna,
como la luna variable,
siempre creciendo
o menguando.
La detestable vida
a veces ensombrece,
a veces ilumina
el espíritu,
por puro juego.
Ante ella,
la pobreza y el poder
se derriten como el hielo.

Suerte vacía y
monstruosa,
giras voluble,
perversa,
vana es la salud:
siempre puede ser disuelta,
eclipsada
y velada;
ahora también me iluminas a mí,
por puro juego;
pongo mi espalda desnuda
a disposición de tu maldad.

Suerte de la salud
y la virtud
que hoy está en contra mía,
siempre bajo la esclavitud
de hacerse y deshacerse.
¡En esta hora,
sin tardanza,
pulsa la vibrante cuerda,
para que la suerte
derribe al fuerte.
Llorad todos conmigo!


[Mi latín está muy oxidado, así que me he tenido que apoyar en una traducción francesa y otra alemana. No está muy cuidada, pero no es peor de lo que he encontrado en la red]

5 comentarios:

Maripuchi dijo...

Pues sabes qué te digo, Freia, que yo, que últimamente me debo estar volviendo un bicho raro... a todos los que, pese a lo que ya se sabe del SIDA siguen pensando que es una enfermedad de maricones, a los que niegan protección más allá de la castidad, les deseo exactamente lo que estás pensando...

RGAlmazán dijo...

La ignorancia es muy atrevida. La ignorancia premeditada puede ser el fin.

Salud y República

Freia dijo...

Vaya que sois madrugadores.

Maripuchi

Pues yo también a veces lo he pensado, no te creas; la rabia es muy fuerte en ocasiones, pero mucho me temo que ya resulte imposible (al menos en el primer caso) deshacer mentiras en algunos terrenos donde no se quieren deshacer, así que no sé yo si íbamos a conseguir algo efectivo, más que aumentar el número de víctimas.
Con relación a la Iglesia Católica Oficial, me parece tan inmoral y tan indecente su postura, que aunque yo soy atea convencida, espero que sea verdad lo del fuego eterno y se pasen la eternidad chamuscándose las pelotas.
¿Cómo puedes estar en pie a esas horas y lista para revista, después de semana de curro, casa, familia, etc.?

Rafa

Pues sí, Rafa, en efecto. La ignorancia premeditada es muy, pero que muy peligrosa.
Disfruta tu Kabila.
Un abrazo,

NáN dijo...

Freia, me acabo de enterar por tu comentario en mi blog de que nos hay ayudado a dar noticia de la mani. ¡No sabes cómo te lo agradezco!

Lo que tampoco sabes es que antres de que cerraran "por obras" el Casón del Buen Retiro, y además era "gratis total" la entrada, si pasaba por allí entraba aunque fuera unos minutos para verte en tu papel de Condesa. ¡Vamos, que estaba enamoriscado de ti!

Con respecto al SIDA, por mi edad he tenido que enterrar a muchos amigos, de la época en que duraban un año o dos años. A uno, muy cercano, le visité todos los días durante el último año, viendo día a día la degeneración. No se podía hacer nada entonces, pero tuvo todos los paliativos que la "suerte" de vivir en este primer mundo da a esos enfermos. Pensar en lo que puede ser el SIDA cuando no te pueden suministrar ni una aspirina me da escalofríos.

Ah, también comparto contigo la amiración sana por MSF, una organización que me da una confianza total.

Un abrazo

Freia dijo...

Hola Nan. Bienvenido. Acabas de ruborizarme... ¡a mi edad!... Hacía tiempo que nadie me decía lindezas...¡es tan agradable!
Por lo que respecta al cambio climático, no es que haya podido hacer mucho, pero mi blog siempre estará abierto a iniciativas así, sobre todo cuando en un mundo mediático cuesta tanto a veces poderse oír. Allí estaremos mi marido y yo como dos relojes, bajo el ídem.
Siento que a lo largo de los años hayas tenido que dejar a parte de tus amigos en el camino. Es un desgarro difícil de soportar.
MSF me parece seria y fiable y con los tiempo que corren... yo fui una de las "timadas" por Intervida. Pensaba que era un excelente proyecto y me encariñé además mucho con "mi" cría y...ya ves.
Suerte con la organización de la mani.
Para mí siempre será un placer que te pases por aquí, aunque sea silenciosamente. Un abrazo