- "¡Lo perdemos... lo perdemos...!"
A pesar de correr con todas sus fuerzas, el tren se alejaba ya de aquella estación anclada en las tripas de la ciudad. Era inútil seguir.
- "Mejor abandonar ¿no?"
Fuera, los dos balnearios de madera hundían sus podridos pies en la arena, agua adentro. En el bar de la playa sonaba, casi languidecía Sapore di sale. Hacía calor.
- "Quedémonos aquí. ¿Qué más da el sitio? Se trata de descansar ¿no?
Desde lejos llegaban ruidos en sordina... Se estaba bien...
Cambió la música...
- "...120... 150... 200..."...
¿De quién era aquella canción? ¿De Roberto Carlos?..
El sueño iba ganando terreno...
... Se dejó llevar...
- "... ¡Carga a 300!... ¡10 de epinefrina!... ¡Rápido!...
... ¡Más deprisa..!
... ¡¡¡Lo perdemos... lo perdemos!!!..."
- ..." Dejadlo ya chicos... Es inútil"...
- "Hora de la muerte... 10:51"
12 comentarios:
-"Bueno, Freia, esto es un señor microrrelato en toda regla", dijo apenas un hilo de voz entre sueños, poco antes de sumergir sus pies para siempre en arenas saladas y frescas.
Abrazo gordo
¿Perdieron el tren?
Jajaja, del que tú has hecho otro.
Si es que después de leer tantos tuyos, supongo que de forma inconsciente, algo se me ha ido pegando.
Lo cierto es que últimamente, necesito contar historias relacionadas con la música. Supongo que es pura vagancia, para no consultar material y hablar sobre alguna pieza en concreto...
¡Pero qué vaga me estoy volviendo...!
Un abrazo gordo, gordo.
Flori
Sí Flori, me temo que el tren lo perdió definitivamente.
Un abrazo y aprovecha las vacaciones que ya está bien de tanto estudiar química...
Sorpresivo y sugerente, también por la música que tan acertadamente incorporas siempre a tus escritos.
Un buen micro, te felicito.
Besos
Hola Isabel:
Sapore si sale es una canción que siempre me inspira tristeza y no sé bien por qué. La base de este micro partió de este otro post anterior, pero con modificaciones, para presentarlo a un concurso que organizaba El País este verano. Como verás el tema de la muerte relacionaba ambos textos (bueno, el tema y Alicante que estaba presente en ambos). La ocurrencia de enlazar la intensidad de las descargas eléctricas en las palas de un resucitador, con la canción de Roberto Carlos surgió casi inmediatamente. Además la letra de la canción se adecuaba bastante bien a lo que quería contar. Como ves, en el fondo no deja de ser un autoplagio.
Un abrazo
Felicidades por el blog, Freia. Me gusta leerte y escuchar la música que nos ofreces.Espero que, a pesar de haber perdido el tren, la música siguiera sonando más allá de las 10:51. Felices variaciones.
Joooo, esos trenes que no regresan...
(de pequeña, acabé de Roberto Carlos y "su millón de amigos" hasta el moño. Mis padres no sólo lo ponían una y otra vez, sino que además lo cantaban una y otra vez")
Qué infancia más terrible. Jajajaa.
Besos, Freia.
¡Puff! Freia. Gracias, gracias, gracias por dedicármelo. Por recordarme los dos balnearios, en los que empezó mi educación sentimental; el jukebox de la playa.
Tan sugerente y misterioso, tu micro puede llegar a cualquiera y considerarlo suyo. Aunque solo a muy pocos de los habitantes del mundo se nos ha muerto alguien en Alicante a las 10:51.
Abrazo tipo oso, de los fuertes.
Mi querida condesa, algo parecido a Aída me pasó en mi infancia con Roberto Carlos, acabé hasta el moño ( o lo que sea) de gatos tristes y azules, lady laura y el míllón de amigos...Eso sí, sapore di sale mola mogollón.
Un abrazo navideño y que seap que yo pertenzco a esa orgullosa minoría de tontos legalistas que conducimos siguiendo las señales de tráfico. un abrazo otra vez.
Arturo
Bienvenido a las Variaciones y gracias por tus palabras. No es habitual bajarme del tranvía de la clásica, pero últimamente me apetece "tocar" otro tipo de músicas.
Un saludo.
Augusta
Jajajaja. Es que a mí tampoco me gusta mucho Roberto Carlos, pero esa canción sí.
Además es posible que alguien pueda sacarme de mi error, pero creo recordar que cuando esa canción se hizo famosa yo era muy pequeñ y la cantaba un hermano de Roberto Carlos y no él. De hecho la voz que va narrando en off un texto que sigue gustándome mucho (y no es precisamente complaciente, ni habla de mariposas, excursiones dominicales en el coche, gatos o amigos), no parece la de Roberto Carlos...
Además el título de la canción me venía como anillo al dedo para enlazar la película que pasaba por la mente del que está muriéndose y los médicos que intentan salvarlo a toda costa con las palas eléctricas
Besazos Almazanita
Nàn
Mi querido Nano. Efectivamente. Nadie que no conociera el Paseo de Gomis en los primeros sesenta puede llegar a exprimir del todo este micro y captar la intensidad de la luz, las vías del tren que atravesaban el paseo, el sonido del jukebox del bar (yo le mangaba dinero a mi abuela con 8 años para apretar las teclas y poner Ciao, Ciao y Satisfation, jajaja; luego me he vuelto mucho más blandita), o la vista de los viejos balnearios de madera.
Siento que el relato pueda haber resultado inoportuno y traer a la memoria recuerdos no felices. Mi intención era precisamente la contraria.
Un abrazo de oso (fuerte y cálido) también para ti. Y el atractivo de un par de Manhattan en perspectiva, disfrutados en común.
Fritus
Jajaja. Os machacaron bien a las generaciones posteriores con Roberto Carlos. A mí el gato me pilló en cuarto de carrera, jajaja (mejor corramos un velo tonto al respecto...)
Yo también soy escrupulosa al respecto de las señales de tráfico. Sólo alguna vez, en verano y con la calle Alcalá vacía de coches, no puedo resistir la tentación y durante poquísimos segundos le doy un poco de marcha a Manolo, mi viejo, viejísimo R-5. Fundamentalmente por jorobar un poco al Gallardón y a la lideresa...
Un abrazo querido Fritus
Nada de inoportuno. Esa parte de la vida está ahí siempre. Los recuerdos fueron, sobre todo, de esos jukebox.
¡Con todos los singles de los beatles!
Para gente más jovenzuela hay que decir que la radio ponía sobre todo copla española y que comprar discos eran un lujo fuera de nuestro alcance. Así que esas maquinitas eran casi la única opción de escuchar la música que nos gustaba.
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