Un regalo de Sergio Astorga

viernes, 26 de junio de 2009

Doloroso encargo



Hace apenas un cuarto de hora he llamado a Palma para saber cómo se encontraba Manuel Ortiz. Me ha cogido el teléfono Lola, su mujer. Hemos hablado apenas un momento y me ha hecho (realmente yo me he ofrecido a ello) el que probablemente sea uno de los encargos más dolorosos que he tenido que llevar a cabo en mucho tiempo. Me ha pedido que publicara una nota en el blog porque ella se siente incapaz, no tiene fuerzas para ello. Se lo he prometido y cumplo inmediatamente mi promesa con el corazón absolutamente roto.

Manuel se está muriendo. De hecho está sedado porque ayer no podía ni respirar. No hay mejora ni solución ni esperanza posible. Ya no hay retorno. Parece que ese hijo de puta que es el cáncer le ha ganado definitivamente la batalla. Y yo lo único que puedo deciros es que me está costando mucho escribir esto. Porque aprendí a querer a Manuel hace ya casi dos años, sin conocernos, y a admirarlo y a ser su cómplice en algunas cosas y ahora mismo soy incapaz de contener las lágrimas y todo lo que pueda añadir es hueco y vano.

Quizá pueda pareceros una herejía. Quizá debiera sonar otro tipo de música ad hoc, pero tengo razones especialísimas para poner la pieza que hoy va a sonar por y para él, para ayudarle en ese rito de paso difícil y oscuro que es la muerte.

Un beso muy, muy fuerte Manuel. No me extrañaría nada que cuando traspases el umbral, te sacudas el polvo y digas: "Pues no era para tanto eso de morirse". Para acompañarte en el camino, la música de uno de tus favoritos, de tu dios.

Hasta siempre cariño.

Miles Davis. Kind of Blue (ed. 50 aniversario). Blue in Green. Miles Davis & Jazz Horn Music Corp BMI. Columbia, 2009

23 comentarios:

RGAlmazán dijo...

Gracias Paz, hoy eres Paz y no la condesa. Gracias por hacernos llegar la noticia, por triste que sea. Y mecagoenlalecheputa por esta mierda de cáncer que tanto mal hace y que hoy se está llevando a Manuel, alguien a quien no conozco personalmente pero con el que me he sentido siempre muy cercano. Con él he hablado personalmente y me he comunicado por email, cuando he sabido de esa enfermedad que nunca ha ocultado.
Cuando habló de metástasis sentí que la cosa era múcho más grave de lo que en principio parecía, pero nunca pensé que fuera tan rápido. Su vitalidad y sus ganas de vivir siempre me hacían concebir la esperanza de que a lo mejor se podía curar.
Hoy, sólo sé decir que lo siento mucho, que me parece un tipo estupendo y que tenía --supongo que ya no-- una vitalidad tremenda.
Si nos lee Lola, su compañera del alma, quiero hacerla llegar, de verdad, de corazón, mi sentimiento. Si en algo puedo ayudarla que me lo diga. Aquí estoy.
De momento no quiero decir más. Ya nos llegará el momento.

Hasta siempre amigo.
RAFA

Gemma dijo...

(Puto cáncer de las narices...) Entiendo perfectamente el enfado de Rafa. En cuanto a ti, Paz querida, segura estoy de que a Manuel le encantaría oír esa espléndida música de jazz que le dedicas aquí y ahora, con el cariño de siempre.

Me apena mucho la noticia. Aprovechando este espacio, Paz, que nos ofrece también Lola, me gustaría expresar mi solidaridad y cariño. ¡Ánimo, Manuel!

fritus dijo...

El blog de Manuel fue uno de los primeros blogs que visité cuando me convertí en un yonqui de esto de la blogosfera. Si hoy el mundo frito existe, es en parte gracias al administrador de los interesantísimos “Apuntes de Bolsillo”, y si hoy el mundo frito tiene un agradable fondo color arena, y no un extraño blanco sobre negro, es por recomendación directa de ese hombre, directo y sincero, que es Manuel Ortiz.
No solo me enrabia que se esté muriendo, sino también me enrabia pensar que quizás algún día tuvimos algún pequeño malentendido y no haberle dejado lo suficientemente claro que le admiro y le aprecio. Como muchos que estais comentando hoy, nunca hablé directamente con él, pero le considero un amigo.
Supongo que no podré volver a escuchar a Miles Davis sin pensar en Manuel, como pienso ahora. Como muy bien dice Paz, cualquier cosa a decir suena ahora como hueca y vana.

Diego Fernández Magdaleno dijo...

Cuánto lo siento...
Saludos,

Diego

frilanser dijo...

Yo recuerdo haber descubierto a Manuel cuando apenas había escrito cinco o seis entradas y aún no tenía demasiados lectores (cuando yo era entonces garib...) y en cierta manera espero haber ayudado a traerle al círculo de blogueros que yo entonces frecuentaba. En aquella primera entrada que leí de él hablaba precisamente de los blogs y, tal vez sin saberlo del todo, allí se describió a sí mismo mejor de lo que ninguno de nosotros podría hacer:

"Porque si una bitácora no es rompedora, no transgrede el modelo periodístico de lo políticamente correcto, no denuncia los abusos del poder, y no se mantiene siempre, en suma, en la oposición política al Gobierno ―sea cual sea―, no es nada. Es preciso ser un pirata de la lengua y de la política para que una bitácora tenga cierta gracia, para que las libérrimas opiniones que expresen sus contenidos se muestren con fuerza inteligente, potentes, más allá de lo que está reflejado en las ondas y en los papeles al uso. Todo lo demás, es baba y/o pérdida de tiempo."

Está claro que Manuel nunca ha perdido el tiempo.

Freia dijo...

Tomándole la palabra a María, creo que (y eso queda a criterio de cada cual) si alguien quiere mandar algún mensaje a Lola y todos los que le quieren tanto, pueden hacerlo en la última entrada publicada en su blog o en su muro de Facebook.
De todas formas, yo le haré llegar todo lo que aquí se escriba.
Un abrazo a todos.

Angel Adanero dijo...

Está siendo un día muy duro y difícil, pero creo que a Manuel no le va a gustar nada vernos así. ¿Vale?

Un saludo y un fuerte abrazo para todos. En especial para Lola.

Antonio Rodriguez dijo...

Es terrible que con la entereza y fortaleza que estaba afrontando su enfermedad, se tenga que ir.
Yo en estos casos no se que decir, solo que se nos está yendo un amigo con el que compartiamos nuestras inquietudes y una persona de la que siempre había algo que aprender a través de sus escritos.
Un abrazo muy fuerte.

Antonio Flórez dijo...

Miguel Hernández debió sentirse como yo me siento ahora, cuando escribió: "Hoy estoy sin saber yo no sé cómo
hoy estoy para penas solamente,
hoy no tengo amistad,
hoy sólo tengo ansias
de arrancarme de cuajo el corazón
y ponerlo debajo de un zapato."

Lo siento, lo siento muchísimo.

Hoy más que nunca, un saludo.

Ciberculturalia dijo...

Yo tampoco le conocí pero como otros blogueros enseguida le descubrí y me hice seguidora y adicta suya. Sus artículos, sus comentarios siempre me hacían meditar.
Hoy cuando he ido a visitar el blog de Antonio, me he encontrado con esta tremenda noticia. Lo siento en el alma y quiero también yo enviar mi cariño, respeto y solidaridad a su mujer Lola.
Gracias Paz por darnos la noticia y por tu esfuerzo ya que como dices ha debido ser un encargo muy doloroso.
Hasta siempre Manuel

Freia dijo...

Estoy segura de que Manuel ahora mismo está tranquilo, sin dolores y con todos los que quiere mucho y que lo quieren bien, a su lado.
Llevo escuchando toda la tarde a Davis, Jarrett y Loussier y me viene a la mente a menudo una conversación sostenida no hace mucho con él a propósito de música de Bach al órgano y música de Davis al piano eléctrico. Nos reímos mucho aquel día a pesar de no coincidir en absoluto. Y esa risa y su inteligencia y su increíble sentido del humor son las que hoy acompañan esa música y me acompañan a mí como un hermoso bajo continuo.
Seguro que está tranquilo. Yo, también.

Tanhäuser dijo...

No sé qué decir, salvo que a veces, uno tiene la sensación de que esto es una auténtica mierda sin sentido.

Un beso, Paz. Vamos a estar al lado de Lola, ¿de acuerdo?

Júcaro dijo...

En estas circunstancias nunca supe que decir. Un abrazo Manuel. Un abrazo a todos.

Augusta II dijo...

Descanse en paz. :(

Rocío Rico dijo...

No conocía a Manuel, ni tampoco su blog, pero hago mía una pequeña parte de vuestra tristeza y de todas las personas que hoy sufren por su adiós.

Un beso para todos. Con el tiempo el dolor se atenúa y queda el dulce recuerdo.

santi dijo...

Gracias, Paz. Un abrazo a Lola en estos duros momentos. Ojalá hubiera más periodistas como Manuel. Sentiré mucho su silencio a partir de ahora.

Tania dijo...

gracias por ser tu y enseñarme a crecer,eres grande,hasta siempre Manuel

Tania dijo...

cuando te conoci eras un tio interesante y con el tiempo descubri que eras apasionante.
Gracias por todo lo que nos has dado .Un besote y un hasta luego alla donde estes.Lola te queremos

Armando dijo...

La tal Mega es tonta ¿o qué le pasa? Como es posible qué diga: "ánimo, Manuel". De que las hay, las hay.

Freia dijo...

Armando, no sé quién eres ni tengo forma de averiguarlo, pero te diré algo.

Mega es de las personas que más ha querido y quiere (uno no se despoja de los sentimientos como si fueran camisas usadas, ni siquiera ante la muerte) y también es una de las personas a las que Manuel Ortiz más quiso.

Cuando Mega escribió esa frase Manuel todavía vivía. No son más que palabras de ánimo ante ese difícil reto que Manuel tenía de cruzar el umbral entre la vida y la muerte, ese rito de paso que ninguno de los que todavía andamos por aquí sabemos si es fácil o no.

Serás bienvenido en esta casa siempre que entres con respeto a los demás. Y hoy no lo has hecho. No se puede insultar así como así, y menos sin tener ni idea de quién es Mega. Por si te interesa, apúntate su nombre porque a no mucho tardar sonará en el campo de la literatura. Y hablo de literatura y no pseudo-literatura. Yo te recomendaría que para expiar ese insulto desabrido e inadecuado con el que has entrado a quí, te pasases por su bitácora sueños en la memoria o por su otra bitácora Punto y seguido . Es de lo mejor que existe en la blogocosa

Rocío Rico dijo...

Armando, parece que ni te has leído la entrada, por tu enorme metedura de pata.

Y sí, es cierto, de que los hay, los hay.....

Anónimo dijo...

Siento la pérdida y os envío un cordial saludo. Antonio

Freia dijo...

Gracias Antonio. Bienvenido a esta bitácora, aunque haya sido en un post tan especial. Manuel era un buen amigo y lo echamos todavía mucho de menos.
He pasado por su blog y me ha encantado. Creo que bitácoras de esas características son necesarias.
Un saludo,