Un regalo de Sergio Astorga

lunes, 1 de diciembre de 2008

Humet: el "hermano pequeño" de Hume

El insomnio lleva acribillándome desde hace unos cuantos días y después me deja descansar sólo a ratos y a deshora. Cuando esta tarde me he despertado, el correo de un antiguo amigo me ha traído la noticia: Humet había perdido definitivamente la particular batalla que desde hacía tiempo sostenía contra el cáncer. Ese mismo cáncer que sólo durante este año se ha llevado a un buen amigo, a una excelente compañera de trabajo y que por fortuna ha decidido, generosamente, salvar de la quema a alguien muy querido para mí.

A continuación he ido al blog de Kabila. Sabía que habría alguna referencia. Claro que la había. Y la he leído con tristeza. Expresaba lo que Humet ha representado para más de una generación. Todos los que nos encontramos entre los cincuenta y y los treinta y algo le debemos bastante. No gustaba a todo el mundo, de acuerdo, pero formó parte del mapa sentimental de muchos de nosotros.

Dada la sequía creadora que aqueja a quien esto escribe (no sé si la culpa la tendrá tanta multiplicidad de personajes, que se me ha comido las energías), había decidido no colgar nada sobre el tema en mi, últimamente muy abandonado, blog. Pero al hacer el comentario en casa de Rafa he recordado que yo sí tuve la suerte de recuperar a Joan Baptista Humet hace cuatro años cuando sacó el que creo que es y será su último disco: Sólo bajé a comprar tabaco y que pasó prácticamente desapercibido.

En esta bitácora hace unos pocos meses publiqué un par de entradas sobre Tobias Hume: el soldado y el músico. En ellas intenté explicar lo que sus obras representaron de ruptura y avance en la música de su tiempo y hablé sobre su intensa y azarosa vida y cómo ésta se plasmaba en sus composiciones como una continuación de ella misma. La música de Hume era inconcebible sin él mismo.

Independientemente del juego de palabras más o menos hábil que da título a este post, hoy me he dado cuenta de que, sin pretender hacer comparaciones y salvando las distancias de siglos o de tipo de música, hay algo que une a Hume y Humet, al soldado y al juglar, aparte de la muerte recién estrenada. A ambos les unió, les une, la necesidad de expresar en sus composiciones su propio pesar, su alegría, sus convicciones, sus ideas, su forma de ser. La música como prolongación de la vida. Aunque uno se acompañara de la viola da gamba y cantara en inglés y el otro lo hiciera en castellano utilizando como apoyo la guitarra.

Precisamente porque la música de Humet también fue una declaración de intenciones, os dejo con dos temas de ese último trabajo discográfico.

En la primera, El regreso explica por qué se marchó cuando aún se encontraba en plena popularidad y también las razones que lo llevaron a volver a ese mundo que le dio pero también le quitó muchas cosas.





La segunda, Me paga ya la vida, se ha convertido desde hoy en una extraña, dolorosa contradicción.





¡Hasta siempre Humet!

11 comentarios:

Anónimo dijo...

este hombre tan políticamente correcto que hasta se muere de cancer, no es mi tipo,.. fuera de bromas.. casi prefiero a Otelo cantando, cantando he escrito eh?.

Freia dijo...

Mi querida Anarkasis

Es que tú y yo nunca coincidimos en gustos musicales...
Yo soy de manga ancha (musicalmente hablando) y tengo un hueco para Otello y también para el Humet, Reconozco que me gustaba lo que cantaba; por motivos sentimentales o por lo que quieras pero seguí su carrera desde las primera canciones en catalán hasta su último disco hace 4 años. Es como si se me hubiera muerto un amiguete o una compañera de instituto. Lo cierto es que lo he sentido.
Un abrazo

Blanca dijo...

Se ha ido tan discretamente como ha vivido.

Yo amplío el abanico de edades, porque para mi su primer disco me marcó profundamente y siempre ha sido uno de mis preferidos, aunque se le ha oído tan poquito...

Excelente músico, pequeño poeta y gran persona. Me ha dado mucha tristeza su muerte, porque parte de mi vida se ha ido con el.

RGAlmazán dijo...

Freia, querida, en esto --y en más cosas-- coincidimos. Fue un tipo simple que nunca hizo alardes, que jamás escondió su bilingüismo --como sabes empezó con Serrat, en tiempos en que Serrat era un apestado y que sin ser un hombre muy comprometido en sus canciones socialmente, sí se comprometió con la vida y pasó desapercibido haciendo lo que hizo sin alardes ni aparatos promopublicitarios importantes.
Me alegro de que me des acceso a ese último disco, que voy a escuchar inmediatamente.

Salud y República

J. G Centeno dijo...

No fue uno de mis cantantes preferidos, aunque recuerdo perfectamente Clara, probablemente su canción de más éxito. Independientemente, de mis gustos, pertenece al colectivo de cantautores que no se apesebró en el sindicato de la ceja y a los que tengo cada día menos aprecio.

Isabel dijo...

Me sigue afectando que se vayan personas a quien les queda tanto por vivir. Me gustaban mucho las letras de su canciones que demostraban una sensibilidad extrema.

fritus dijo...

Solo 58 años...y tienes razón en eso, de que , te podía gustar más o menos pero su música formaba irremediablemente parte de nuestras vidas. una pena.

le preparan un concierto homenaje póstumo, trufado de cantautores catalans, en el TNC. Tarde.

un abrazo

Naveganterojo dijo...

Gracias, sabia que al final escribirias algo sobre este poeta musical, este luchador de la palabra y moderno juglar.
Un abrazo

Freia dijo...

Blanca

Sí Blanca, el espectro de edades puede perfectamente ampliarse. Yo lo conocí con 12 años y desde entonces fui incondicional de su música.

Rafael

En una época ya larga en la que todo se consume rápidamente y el panorama musical está lleno de Davides, es un lujo contar con casi cuarenta años de trayectoria musical, aunque apareciera y desapareciera. La época de Busco una llum o Gemma me sigue trayendo recuerdos personales imborrales.

Bolche

Sí Clara, junto quizá con Que no soy yo, fueron de las canciones más conocidas (yo añadiría Tercipelo). Y efectivamente, no se adocenó. La canción de El regreso publicada en 2004 explica bastantes cosas.

Isabel

Era intimista. Era capaz de describir perfectamente esas pequeñas cosas, aparentemente intrascendentes que suelen tener la capacidad de que nos movamos día a día.

Fritus

Lo del cáncer empieza a ser un ensañamiento. ¡qué peligro los cincuenta!. Sí, yo también creo que llega tarde. En este país siempre se llega tarde a los homenajes.

Navegante

Sí Navegante. Siempre me gustó lo que cantaba y cómo lo cantaba, incluso en épocas en que se le acusó de ñoño y blandito. En épocas en que las cosas sólo se medían por la "combatividad social" de los cantautores. ¡Qué estupidez, como si una canción de amor no pudiese ser transgresora y revolucionaria!.
(No creas que te tengo olvidado. Estoy muy vaga para contestar, pero te sigo en todas tus entradas. Un besazo)


Un abrazo a todos

Antonio Rodriguez dijo...

Independientemente de que guste más o menos hay artistas como Humet, que forman parte de las vivencias de nuestro pasado y que cuando se van, sobre todo en la circunstancias de Humet, sientes que se va también un poco de ti mismo.
Salud, República y Socialismo

Freia dijo...

Y también Antonio porque como apuntó Bolche ha demostrado una coherencia y una honradez personal e ideológica nada habitual en los tiempos que corren.
Un abrazo
(Antonio, sigo tu blog, aunque no deje comentarios)